La falta de acierto de los toreros da una corrida en blanco en Bilbao

  • Escaso resultado artístico para la terna con una corrida de Fuente Ymbro con tres toros buenos de los seis que lidió, sin embargo, contó más el poco acierto de los toreros para sacar más provecho de ella, hoy en Bilbao.

Juan Miguel Núñez

Bilbao (España), 22 ago.- Escaso resultado artístico para la terna con una corrida de Fuente Ymbro con tres toros buenos de los seis que lidió, sin embargo, contó más el poco acierto de los toreros para sacar más provecho de ella, hoy en Bilbao.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Fuente Ymbro, bien presentados y de juego variado. Hubo tres y tres. Los dos primeros, toros importantes por el pitón derecho; también fue bueno el tercero, aunque finalmente "rajadito" debido posiblemente al duro castigo que llevó en varas, circunstancia esta última que se notó también en los otros tres, aunque no debe ser disculpa para la mansedumbre y el genio que sacaron.

Diego Urdiales: pinchazo y estocada (vuelta); y media (ovación).

César Jiménez: bajonazo (silencio); y dos pinchazos y descabello (pitos).

Matías Tejela: estocada baja (silencio); y media y descabello (palmas en la despedida).

En cuadrillas, José Daniel Ruano y Jesús Arruga saludaron tras parear al segundo.

La plaza tuvo media entrada en tarde de nubes altas.

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¿DONDE ESTÁN LAS FIGURAS?

De pronto han empezado "las figuras" a hacer ascos a los toros de Fuente Ymbro. Ni siquiera se anuncian con esta ganadería los toreros que más le deben, que son muchos, algunos en puestos muy privilegiados.

No hay una explicación lógica si no fuera porque "lo" de Fuente Ymbro sigue sacando el nervio y la casta que siempre le caracterizó, igual que hay que dar por hecho la apuesta del ganadero por la integridad de sus toros, entiéndase los pitones sin tocar.

Y no es que la plaza de Bilbao sea dudosa precisamente en este último tema. El caso es que entre unas cosas y otras la de hoy se ha ido en blanco para tres toreros que necesitarían afianzar su carrera con un triunfo en plaza de tanto peso como Bilbao.

Urdiales anduvo bien en la primera parte de faena al primero, toreando con mucho asiento por el lado derecho, prácticamente sin enmendarse, muy preciso y exacto en espacios y tiempos, gustándose y con cierto relajo.

Pero fue cambiar de pitón, y una imperdonable torpeza lo tiró todo por la borda. En el primer cite al natural el toro le hizo un extraño, y al insistir con la muleta retrasada le enganchó por la axila, pegándole una espeluznante voltereta.

Volvió el riojano a derechas para recobrar otra vez el buen tono de la faena, pero en la siguiente tanda ya salía el animal con la cara alta. Todavía si lo llega a matar a la primera hubiera tenido premio, pero pinchó antes de la estocada definitiva.

Al toro se le ovacionó en el arrastre, y el torero aprovechó el eco de los aplausos para marcarse una vuelta al ruedo por su cuenta, eso si, sin ninguna protesta en contra.

El cuarto, manso sin disimulo como lo prueba el hecho de haber ido de caballo a caballo en el tercio de varas, enganchó mucho los engaños al principio de faena y acabó desentendiéndose. Aquí anduvo Urdiales algo crispado, con prisas, empeñado en lo imposible.

Jiménez tuvo también un primer toro con un buen pitón derecho, con movilidad y "transmisión", por donde le cuajó un par de tandas con encaje y cierto sabor.

Pero apenas probó Jiménez por naturales el de Fuente Ymrbo le tiró un derrote que iba a ser definitivo para desistir. En realidad ni toro ni torero quisieron más.

El quinto se apagó también enseguida y no hubo mayor pretensión de faena.

El primero de Tejela, cortito de embestida, sin embargo, tuvo un pitón derecho también con mucho temple. Toro, no obstante, "rajadito" por lo fuerte que le habían dado en el caballo. A mitad de faena salía de los pases con la cara arriba, y mirando a tablas.

El hombre anduvo despegado, sin profundizar en nada, incapaz de poner lo que le faltaba al toro.

El sexto, el más complicado del encierro, llevaba la cara suelta, escarbando y pegando tornillazos. Por el izquierdo, a medio muletazo "se metía" para adentro, y al segundo ya estaba "orientado". Toro violento, con el que no valían confianzas, que por supuesto no se tomó Tejela.

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