La India paga cara su proyección al exterior como potencia emergente

  • La India obtuvo 14.000 millones de euros de ayuda exterior para mejorar sus infraestructuras y su sanidad, principalmente. Los retrasos en los proyectos que debía poner en marcha el Gobierno costarán al país 19.500 euros. Aún así, este país emergente envía dinero con fines humanitarios al exterior. Las ONG del país están preocupadas.
El tabú del Sida en la India complica la vida a los discapacitados
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lainformacion.com
Jason Overdorf, Nueva Deli (India) | GlobalPost

Unas semanas antes de que la gira promovida por Bill Gates y Warren Buffet bajo el nombre "Giving Pledge" ("Comprométete") les llevase a la India en un esfuerzo por persuadir a los multimillonarios en ciernes que hay en el país de que donen más a causas de caridad, los estados donantes en países como Reino Unido participaron en un encendido debate.

La cuestión es: con un auge económico y la ambición de que la India se convierta también en un estado donante, ¿tiene sentido que los países desarrollados sigan apuntalando al país con sus dólares? Hay dos formas de verlo.

A pesar de su rápido crecimiento económico, la India sigue batallando por combatir la pobreza y las enfermedades que se dan a escala masiva, debido a su ingente población. Y la nueva prosperidad no está llegando lo suficientemente rápido como para justificar una gran celebración entre los millones de agricultores.

Pero demasiado dinero para gastar también puede ser contraproducente. Según un reciente informe del Interventor y Auditor General de la India, el Gobierno fracasó a la hora de gastar unos 20.000 millones de dólares de la ayuda externa (14.000 millones de euros) que recibió el año pasado debido a los problemas relativos a los programas de obras públicas, lo que significa que la financiación extranjera cuesta actualmente a la India unos 20 millones de dólares en sanciones.

No es que el dinero no fuera necesario. Según el informe, los fondos no utilizados estaban destinados a unas 16 áreas en las que la India se enfrenta a graves problemas, incluyendo unos 5.000 millones de dólares asignados para el desarrollo urbano, 2.500 millones de dólares para la construcción de carreteras, 2.000 millones para el desarrollo rural y agrícola y 2.000 millones para mejorar el saneamiento y el suministro de agua.

Con su característico estilo seco, la Auditoría General atribuyó el fracaso a la "planificación inadecuada", aludiendo indirectamente a la pereza burocrática endémica que es famosa en el país (los retrasos en el proyecto costarán a la India unos 28.000 millones de dólares este año, lo que equivale a un tercio del gasto total del Gobierno).

Pero aun cuando los proyectos a gran escala financiados por organismos como el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Mundial languidecen y se imponen sanciones por los préstamos no utilizados, las organizaciones sin ánimo de lucro que están en el frente de la batalla contra la pobreza en la India dicen que los esfuerzos del país por proyectarse a sí mismo como un nuevo poder económico han dañado su capacidad para atraer fondos.

"Si vas a los países de Occidente o a otros países, podrás ver todas las noticias sobre los indios en la lista de Forbes y el auge de las tecnologías de la información y todas las buenas noticias acerca de la India", dice Anand Josué, jefe de marketing de World Vision India. "Pero la otra cara de la India, la India que languidece, es una noticia que no se cuenta en el extranjero".

No es sólo una percepción de los medios de comunicación. La India puede haber sido el mayor receptor mundial de la ayuda externa en la década de 1980, pero actualmente Nueva Delhi ha estado reduciendo regularmente el número de países de los que acepta la ayuda bilateral.

La India también ha estado gastando de forma intensiva en los países vecinos como Afganistán, donde es el quinto mayor donante de ayuda - así como en África, donde ha aumentado considerablemente la ayuda para competir con Chinas. Las agencias internacionales de coopearción han tomado nota.

A principios de este año, el Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional causó un revuelo al anunciar que congelaría la financiación bilateral para proyectos en la India a 280 millones de libras (320 millones de euros) al año hasta 2015, cambiando el enfoque hacia las zonas más pobres del país y moviéndose para invertir con compañías privadas para financiar proyectos. Pero no fue el único.

Según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la ayuda económica estadounidense a la India pasó de unos 175 millones de dólares (122 millones de euros) en 2006 a unos 130 millones (91 millones) en 2009. Y los Países Bajos también han reducido de forma significativa los fondos para proyectos en la India.

Como resultado, organizaciones como Oxfam India se enfrentan a una "severa crisis de financiación", según informa la prensa local. "The Times" de la India informó recientemente de que Oxfam India tiene menos de un tercio de los fondos de los que esperaba recibir este año como venía siendo habitual y la organización holandesa Hivos tiene que hacer frente a un recorte del 40% en el presupuesto que tiene para la India. Mientras tanto, Joshua, de la organización World Vision India dice que su organización ha tenido que reducir sus planes en un 30% este año debido a las limitaciones de financiación.

"Ahora, cuando los donantes extranjeros vienen a la India dicen que hay suficiente riqueza en la India como para cuidar de sus propios pobres", dice Joshua.

El fracaso del Gobierno para gastar las ayudas que ya recibe hará todavía más difícil intentar convencerles de que abran sus carteras.

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