La novedad de beber: cerveza sursudanesa

  • Sudán del Sur está de celebraciones: aunque hasta julio no se hará oficial, los sursudaneses siguen celebrando el 'sí' a su independencia. ¿Y qué mejor forma de hacerlo con una cerveza de producción propia prohibida durante años por el régimen musulmán conservador del norte?
El Sur de Sudán produce cerveza desde la firma de la paz con el norte en 2005
El Sur de Sudán produce cerveza desde la firma de la paz con el norte en 2005
Trevor Snapp, Juba (Sudán) | GlobalPost
Tristan McConnell, Juba (Sudán) | GlobalPost

En julio Sudán del Sur celebrará su independencia del norte, y de paso la libertad de su gente de poder hacer lo que quiera. Y eso incluye beber cerveza.

Durante 22 años el alcohol ha sido en Sudán una de las víctimas de la guerra civil entre el sur cristiano y el norte musulmán, donde está prohibido su consumo.

En cuanto la paz entró en vigor en enero de 2005, los camiones comenzaron a cruzar la frontera de Uganda hacia el sur del país cargando cajas de Bell, Club y Nile Special, marcas de cerveza muy populares y que se venden en botellas marrones de medio litro.Posteriormente, en mayo de 2009, Southern Sudan Beverages Limited (SSBL), una subsidiaria del gigante mundial SABMiller, abrió a las afueras de Juba la primera y única destilería de Sudán, con el fin de abastecer al creciente y sediento mercado local.

Fue un paso novedoso, y no sólo porque supone la producción de una cerveza con alcohol en Sudán, sino porque hay muy pocas fábricas en el sur."Hasta que empezamos a construir aquí, esta gente no había visto ningún tipo de industria", asegura Ian Alsworth-Elvey, director ejecutivo de SSBL.

La destilería es como una especie de alien, al igual que cualquier proyecto que aterrice en Juba. La pequeña capital del sur se está desarrollando a pasos agigantados como consecuencia de la llegada de capital inversor tras la paz de 2005.

El suministro eléctrico no es fiable, así que la fábrica de cervezas tiene unos enormes generadores que trabajan sin descanso las 24 horas del día. Unos gigantescos contenedores contienen miles de litros de agua sacada del río Nilo, a unos 5 kilómetros de distancia, y purificada antes de añadirle la cebada, azúcar y levadura que se importan en camión desde Kenia.

Dentro de un gran almacén hay miles de sacos de 50 kilos de cebada malteada, tubos plateados que serpentean en torno a los silos y cintas de transporte llenas de botellas recicladas y en las que se inyecta la cerveza recién destilada.

Cada día la fábrica de Juba produce unas 15.000 botellas de cerveza ("hace calor ahí fuera, sí, ¡la gente está sedienta!", bromea Alsworth-Elvey), pero es capaz de producir cuatro veces más, y con las fiestas de celebración de la independencia a la vuelta de la esquina, esa capacidad podrá ser provechosa.

SABMiller ha invertido 51 millones de dólares en la planta, lo que la convierte en la mayor inversión en un solo proyecto en Sudán del Sur, si no se toman en cuenta los sectores del petróleo y las telecomunicaciones.

"SABMiller es especialmente fuerte en los mercados emergentes, y tenemos un mayor apetito por el riesgo que la mayor parte de destilerías", afirma Alsworth-Elvey. "Sabíamos que si llegábamos aquí los primeros tendríamos una gran ventaja. Si esto es una carrera, queríamos ganarla".

Actualmente la fábrica emplea a 283 sudaneses, pero Alsworth-Elvey cree que en torno a otros 5.000 se ganan la vida gracias a la destilería trabajando como vendedores o distribuidores de la cerveza.

El año pasado la fábrica logró una subvención de un millón de dólares del Africa Enterprise Challenge Fund (AECF), que SABMiller completará con una inversión de dos millones de dólares para desarrollar la producción de mandioca a escala comercial. Ese cereal servirá para sustituir ingredientes que tienen que ser importados para fabricar la cerveza local.

"Este proyecto hará que lo que actualmente es un cultivo de subsistencia se convierta en un cultivo rentable, lo que creará oportunidades económicas valiosas y sostenibles en una región frágil, en donde tras años de combates la tierra se ha quedad agotada e inutilizada para muchos cultivos", explica Mark Bowman, director ejecutivo de SABMiller Africa.

De momento se tiene que importar de todo, menos agua. Cuando visitamos la fábrica, en el almacén había sacos de cebada malteada procedentes de Europa y de azúcar en grano de Sudáfrica.

Ninguno de los ingredientes se puede conseguir en el mercado local, por lo que la materia prima llega en barco hasta el puerto de Mombasa, en la vecina Kenia, y desde allí se traslada en camión hasta Sudán. Pero, como subraya Alsworth-Elvey, "la base de la cerveza es el agua, y nosotros la tenemos del río Nilo".

En Juba se destilan tres marcas de cerveza de diferentes grados de alcohol, que al ser fabricadas localmente son más baratas, y por consiguiente más populares. La favorita es Nile Special, fabricada bajo licencia siguiendo una receta ugandesa y con un contenido de alcohol del 5,6 por ciento. Chairman's ESB (extra fuerte), tiene un 7 por ciento de alcohol. Pero de las tres marcas, la más innovadora de todas es la White Bull, una cerveza ligera con un 4,2 por ciento de alcohol, que ha sido creada específicamente para el mercado de Sudán del Sur.

La elección de un toro blanco como imagen de la cerveza también ha sido una decisión acertada. El sacrificio de preciados toros blancos sólo se realiza en momentos muy especiales para los sudaneses, y a lo largo del país se pueden ver manadas de estas bestias en las zonas de pastoreo.

"White Bull ha arrancado con bastante éxito", reconoce Alsworth-Elvey. "Es única, es 'su' cerveza, y ha sido muy bien aceptada como bebida, también porque conlleva cierto sentimiento de orgullo nacional".

Mostrar comentarios