Desde el inicio de la crisis, la Alianza ha permanecido en contacto "constante" tanto con la Unión Africana como con otras organizaciones regionales e internacionales y ha "tomado nota" de la propuesta de alto el fuego de la Unión Africana.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha afirmado que un alto el fuego en Libia debe ser "creíble" y "verificable", además de venir acompañado del inicio de un proceso de reformas políticas que respondan a las demandas del pueblo libio.
"Debe haber un cese completo de la violencia y de todos los ataques y abusos sobre los civiles", ha señalado Rasmussen en una rueda de prensa, en la que ha dicho que, mientras tanto, la Alianza mantendrá sus operaciones para proteger a la población.
Además, un alto el fuego "debe favorecer un proceso político para implementar las reformas políticas necesarias y satisfacer los deseos legítimos de la población libia", ha añadido.
"Siempre hemos dejado claro que no puede haber una solución exclusivamente militar a esta crisis. Damos la bienvenida a todas las contribuciones a los esfuerzos internacionales dirigidas a poner fin a la violencia contra la población civil en Libia", ha asegurado la portavoz de la Alianza, Oana Lungescu, en un comunicado.
En contacto con la Unión Africana
El secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, y los Veintiocho embajadores ante la OTAN, se reunieron la semana pasada en Bruselas con el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping. Rasmussen aseguró que las partes mantuvieron una reunión constructiva y reconoció que la Unión Africana tiene un papel "clave" que desempeñar para contribuir a poner fin al conflicto en Libia.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, anunció este domingo en Trípoli que el régimen de Gadafi ha aceptado dicha propuesta de alto el fuego. El comisionado de Paz y Seguridad de la Unión Africana, Ramtane Lammara, ha confirmado este lunes que la posibilidad de que el mandatario libio abandone el poder fue discutida este domingo entre el Gobierno libio y la delegación de la UA desplazada a Libia.
Detalles de la operación
La OTAN, que asumió el mando de todas las operaciones militares en Libia el pasado 31 de marzo, ha intensificado el pasado fin de semana ataques contra objetivos militares del régimen en Misrata y especialmente en Ajdabiya, donde han logrado expulsar a las fuerzas del régimen que habían recuperado el control de la ciudad.
Rasmussen ha dicho hoy que desde que la Alianza tomara el mando militar de la imposición de la zona de exclusión aérea sobre libia, ya ha habido más de 1.500 incursiones de los cazas, "la mitad de ellas han sido de ataque", con una media de 150 salidas diarias totales.
Sobre la crisis humanitaria en el país, el secretario general de la OTAN ha recordado que su organismo es militar y por lo tanto no le corresponde ofrecer ayuda humanitaria, sino proteger a los civiles. Por ello, ha llamado a la Unión Europea a liderar la asistencia humanitaria en Libia.
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