La OTAN estudia congelar sus relaciones especiales con Moscú

"Es impensable que la OTAN emprenda medidas militares contra Rusia pero su cometido no es solo mover carros de combate y enviar soldados, sino que también dispone de otros recursos para presionar" a Moscú, asegura el almirante retirado Ángel Tafalla en conversación con este diario. Tafalla reaccionaba así a la decisión del secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, de estudiar posibles represalias de la organización contra el país que preside Vladimir Putin por haber vulnerado la soberanía de Ucrania.

Para Tafalla, que fue segundo jefe de las fuerzas militares de la OTAN en el Sur de Europa, las medidas a adoptar pueden ir más por la "suspensión y congelación de las relaciones especiales que la OTAN mantiene con Rusia desde hace años". Así, podría cerrase el foro en que las potencias aliadas y Moscú comparten pareceres. "Ucrania no es país miembro, pero tampoco lo eran Libia y Afganistán y se actuó sobre el terreno", argumenta Tafalla, que insiste en lo improbable de ver un despliegue de cascos azules en Crimea. "Esta batalla ya se ha perdido, nos ha cogido con el pie cambiado y lo que hay que hacer es actuar para que no se repita", zanja.

Para el exmilitar, lo que se está viviendo en las inmediaciones del Mar Negro no es más que l reedición de lo vivido "en Georgia en 2008 y volverá a suceder si no se habla seriamente con Rusia y se toman las medidas pertinenetes para evitarlo". No es posible, concluye, que "con el pretexto de defender a minorías se vulnere la soberanía de otras naciones, ya que toda centroeuropa tiene minorías por todos lados y ese no es modo de actuar". Por ello, la OTAN "debería tener más cuidado con las fronteras europeas y dejar de prestar tanta atención a lo que sucede en el Índico o en Afganistán". Además, aconseja a los mandatarios que no se excedan en sus intervenciones públicas, no se que luego "se tengan que arrepentir" y se centren en diseñar y efectuar políticas de prevención de este tipo de desafíos.