La política social devuelve los seguidores de Obama a los mítines

  • Cuando Barack Obama despegó hoy en su avión presidencial de la capital de EEUU a las 10.46 hora local, para protagonizar los primeros dos mítines de campaña, Patricia Brooks, una afroamericana de unos cincuenta años, llevaba ya tres horas esperando bajo el sol.

Damià S. Bonmatí

Richmond (EEUU), 5 may.- Cuando Barack Obama despegó hoy en su avión presidencial de la capital de EEUU a las 10.46 hora local, para protagonizar los primeros dos mítines de campaña, Patricia Brooks, una afroamericana de unos cincuenta años, llevaba ya tres horas esperando bajo el sol.

"Estoy aquí porque Obama está haciendo lo correcto para la gente pobre, haciendo escuelas, mejorando el servicio de salud y apostando por lo que necesitamos", dijo sobre las políticas sociales esta ciudadana de Richmond, en el estado oriental de Virginia.

El candidato demócrata de facto a las elecciones del próximo noviembre, Barack Obama, comenzó hoy su campaña en Columbus y Richmond, las capitales de los estados de Ohio y Virginia, que serán cruciales para decidir quién ocupará el Despacho Oval en 2013.

Tanto en Ohio como en Virginia, en dos discursos idénticos, Obama apeló a su acción de Gobierno. Los asistentes también, en Virginia en gran parte afroamericanos y algunos profesionales liberales.

Las políticas sociales desarrolladas desde 2008 parecen devolver las esperanzas a aquellos que lo votaron y que deciden participar en los mítines.

"No estoy decepcionada, sabíamos que se necesitaba un tiempo para todos los cambios y le daremos cuatro años más", recuerda Patricia, que acaba su discurso clamando el "Yes, we can" que se contagia a un centenar de seguidores esperando bajo un calor de treinta grados celsius.

Todo aquí busca hacer renacer la revolución política del "Yes, we can". Los asistentes volvieron a enfundarse las camisetas de la campaña de 2008, los vídeos promocionales apelaron a los discursos de Obama antes de entrar a la Casa Blanca y el candidato desempolvó palabras como "esperanza" y "cambio".

"Soy un votante indeciso", admite Suchir Navalkar, que votó en el pasado republicano. Dice que lo mejor que ha hecho Obama es cumplir con lo prometido en campaña y lo peor, sobredimensionar la administración pública.

"No es verdad!", exclama su esposa Sima, "ha cortado el gasto de la administración". Ella dice que lo peor de estos cuatro años es culpa de los republicanos en el Capitolio y lo mejor, las políticas sociales.

"Estoy aquí por mi hija", alega Sima. Y la hija, de tres años, mira a los padres discutir sobre las luces y sombras del presidente. Uno de los pocos debates entre el público de hoy.

Los demócratas atrajeron hoy al mitin a los votantes convencidos y les pidieron, antes de empezar, que llamaran a un conocido para hablarles de Obama. Cada uno le encuentra sus puntos fuertes.

Para Andrew Leffler, un joven de 15 años -que lee la revista "The Economist" antes del acto de campaña- Obama "ha creado empleo y reducido el gasto público" y debería acabar de desarrollar sus políticas sociales en un segundo mandato.

Tom Sawin, un jubilado de 67 años que se define como independiente, se pasará a los demócratas en estas elecciones para que puedan "seguir desarrollando e invirtiendo en la reforma sanitaria" y hará campaña con ellos como voluntario.

Otra jubilada, Sluen Lovaine, de 70 años, tiene otra razón por la que llamar a sus amigas. La razón es Michelle Obama, de la que dice es una "gran primera dama" y a la que le agradece su apoyo a los familiares de militares.

Cuando el Air Force One todavía volaba de Columbus a Richmond, la organización calentó motores -o mejor dicho, aplausos- con el último vídeo de campaña, de 16 minutos y con tres momentos clave que fueron vitoreados.

En un virtual "aplausómetro", la reforma sanitaria defendida por el Gobierno Obama ocuparía la tercera posición; en segunda, el retorno de las tropas de Iraq y, liderando el nivel de aplausos, la muerte de Osama Bin Laden.

El resto, como en los mítines, llenos de votantes convencidos. Michelle Obama hablando de sus orígenes humildes, el actual presidente causando furor en su entrada, y la pareja besándose y bailoteando al terminar.

Y una palabra reincidente en ambos, "Forward" (adelante), su lema para iniciar la campaña de 2012. Porque eso sí que ha cambiado, para Obama y para los seguidores, han pasado cuatro años.

Para lo malo -que decía una decena de republicanos radicales en la entrada- y para lo bueno -que alegó hoy al unísono el público de Richmond.

Obama despegó antes de las 7 hora local hacia Washington en el avión presidencial Air Force One. Eso también ha cambiado.

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