Las claves que dibujan el fin de Al Asad en Siria

  • Huyó el primer ministro, desertan altos militares, EEUU anuncia que el régimen se desmorona, atentados, guerra civil, indignación mundial. ¿Es un cóctel mortal para el régimen sirio?

Golan Heights Durze Celebrate Syrian Independence Day
Golan Heights Durze Celebrate Syrian Independence Day
María Sorribes Catret

Desde que estalló la revolución, los rebeldes han ido comiendo terreno al Gobierno de Bashar al Asad, que ha perdido apoyos y posiciones estratégicas. Estos son los fantasmas que están acelerando su final.

1. Desertores políticos de nivel

El primer ministro Riad Farid Hijab dimitió y huyó del país hacia Jordania el pasado lunes. Es el mayor ejemplo de cómo el régimen se está descomponiendo poco a poco. El jefe del opositor Consejo Nacional transmitía a los medios el nuevo espíritu triunfalista de los rebeldes: "Esto significa que el régimen se desmorona".

Antes de Hijab, el primer responsable directo del Gobierno en dimitir fue el viceministro del Petróleo, Abdo Houssameddine, que denunció la "brutalidad" del régimen y decidió unirse a la oposición el pasado marzo. La diputada de Alepo, Ikhlas Badaoui inauguró las deserciones en el Congreso, entre las que destaca la de Imad Ghalioune, diputado de la comisión del presupuesto y otros 4 diputados. Al coladero se unieron además otros tantos diplomáticos como los embajadores de Siria en Bagdad, Emiratos Árabes y Armenia o el encargado de negocios sirio en Londres, Khaled el Ayoubi.

2. La huida "a traición" de militares de alto rango

Centenares de militares también han cruzado la frontera hacia Turquía y Líbano. Entre ellos, la "mayor traición" para el régimen fue la del coronel Riad al Asad, que el 30 de julio de 2011 anunció la formación del Ejército Libre de Siria para organizar una oposición armada.

Además, el general Manaf Tlass, amigo del presidente y perteneciente a su círculo más cercano y el general Mustafa Tlass, exministro de Defensa y amigo de Assad padre, también se pasaron a las filas de la oposición. "Os hablo como un miembro desertor del Ejército sirio que renuncia a la violencia criminal", declaraba Tlas, al canal emiratí Al Arabiya. Desde que estalló el conflicto hace 17 meses, 41 desertores del Gobierno han abandonado el país, recoge Al Jazeera.

3. Atentado al corazón de la seguridad

Sin embargo, el mayor logro rebelde por ahora ha sido el atentado bomba en la sede de Seguridad Nacional de Damasco. Un golpe al corazón del sistema que terminó con la vida de tres de los más íntimos colaboradores del círculo de Assad: su cuñado Asef Shaukat, el ministro de Defensa Daoud Rajha y su antecesor Hasan Turkmani.

4. EEUU y Europa en contra

Tras la dimisión de Hijab, la Casa Blanca reiteró "No hay dudas. El régimen de Al Asad se está desmoronando desde dentro", declaró su portavoz Jay Carney. Enla misma línea se manifestó el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius: "Ese régimen que ha escogido la violencia ypierde todos sus apoyos está condenado y se acerca a su final".

El Secretario de Defensa americano, León Panetta, y sus colegas europeos ya habían elevado la voz de alarma tras la explosión en Damasco. El británico Philip Hammond reiteró entonces el llamamiento internacional al presidente sirio de "retirarse de manera pacífica ante la escalada de violencia fuera de control".

El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, también calificó de "evidente" el proceso de erosión del régimen en la cadena pública ZDF y El jefe de la Liga Árabe declaró que los días de Bashar al Asad días "están contados" en una entrevista en el diario pan árabe Al Hayat.

La presión de Israel, que teme que las armas repartidas por toda Siria puedan acabar en manos de Hezbolá, también aumenta el grueso del bando exterior enemigo.

5. Rebeldes cada vez mejor armados

La batalla parecía desequilibrada por la superioridad del Ejército sirio. Tanques, morteros, aviones o Mig rusos frente a una caótica milicia opositora armada con pistolas y explosivos de fabricación casera, recoge Reuters.

Sin embargo, el apoyo logístico de Catar o Arabia Saudí, con la venia de Turquía y EEUU, y la toma de bases militares del régimen cargadas de armamento, ha permitido a los rebeldes aumentar su arsenal y avanzar posiciones hasta capitanear una lucha encarnecida en los hasta ahora inescrutables bastiones del régimen: Damasco y Alepo, corazón económico del país y donde ahora se libra el punto más crucial de la batalla.

El subsecretario general de Operaciones de Pacificación de Naciones Unidas, Hervé Ladsous, confirmó a principios de este mes que los rebeldes sirios cuentan con armamento pesado y, aunque no ha dado detalles sobre su procedencia, especificó que entre ellas hay tanques y transportes blindados de personal.

La organización humanitariaAmnistía Internacionalha informado de también que unas nuevas fotografías de la ciudad tomadas por satélite revelan un incremento del uso de este tipo de arsenal pesado por ambos bandos.

6. Indignación de la opinión pública mundial

Más de 20.000 personas han perdido la vida en Siria desde el comienzo de las revueltas, según ha asegurado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Entre ellas, 14.000 civiles. Tras las cifras totales, centenares de atrocidades han salido a la luz y la prensa global ha tomado postura.

La indignación ha ido creciendo por la utilización de niños como escudos humanos, que recogía un informe la comisión especial de las Naciones Unidas, las matanzas en Hula o Tremseh, con centenares de civiles masacrados o la red de centros de tortura que denunció Human Rights Watch.

La ola de refugiados también ha crecido en los últimos meses. Más de 200.000 personas ya han dejado sus hogares en busca de seguridad en Jordania, Argelía, Líbano o Turquía, según ACNUR. La escasez de recursos en el país es apremiante: "Muchos bancos se han quedado sin dinero en efectivo y es probable que la cosecha de trigo se eche a perder por la falta de mano de obra", han declarado las delegaciones de la ONU.

7. La postura de Rusia

Pese a las mermadas posibilidades de vida del régimen Sirio, Moscú se empeña en vetar cualquier intervención de la comunidad internacional. Las relaciones comerciales de gas y armamento o su estratégica base en Tartus estrechan demasiado los lazos.

Aun así, algunos expertos recuerdan los antecedentes del Kremlin en el conflicto de Libia. La sorpresiva decisión de Putin de no vetar la resolución del Consejo de Seguridad para intervenir en el país supuso un gran avance para la victoria de los rebeldes libios contra Gadafi, documenta el CIDOB.

También hablan de la decreciente firmeza de Moscú con su apoyo, por ejemplo, al crítico comunicado de la ONU contra la matanza de Hula en mayo, en la que murieron al menos 108 personas.

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