Pese a la semejanza con la típica película de terror, se trata de una cuestión muy real y problemática: una especie bastante peligrosa de hormiga, difícil de retener y cara de exterminar amenaza el sur de Estados Unidos pues, aunque se combatieron hace unos años, su número vuelve a incrementarse a gran velocidad.
La 'nylendaria pubens', apodada también como las 'hormigas locas caribeñas' por su errático pero rápido movimiento, son especialmente duras de combatir. Sus capacidades reproductivas hacen que atacarlas con veneno sea un esfuerzo en vano: mueren con el repelente pero las larvas que nacen a los pocos días y por miles superan sin problema el veneno una vez éste se ha difuminado.
Por si esto fuera poco, al morir, expulsan un agente químico para que las demás hormigas identifiquen el peligro y puedan avanzar por otras rutas.
El peligro real de las hormigas, más allá de lo molestas que son por sus mordiscos, por los numerosos grupos y porque son muy peludas, reside en que pueden colapsar las instalaciones industriales, la maquinaria y hasta las tuberías de residuos, algo realmente peligroso y que costaría miles de dólares pues los sistemas para controlarlas son bastante complejos y no todos los exterminadores están preparados para ellas.
Los expertos aseguran que es necesario organizar una 'masacre' en seguida de la especie porque 'un exterminio de sólo 100.000 de ellas supondría en breve tener que vérselas con varios millones en apenas unas semanas'
Las hormigas, como su nombre asegura, proceden de Centroamérica, donde se registraron por primera vez en el siglo XIX. Sin embargo, otros expertos datan su origen en Sudamérica por los rasgos fisiológicos y su resistencia a climas más templados y menos húmedos.
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