La cumbre del G-20 vive la batalla del libre comercio contra el proteccionismo

  • Los líderes de los principales países industrializados y emergentes se reunirán este viernes y sábado en Hamburgo con el reto de cooperar en materia climática y comercial.

    La cita, a la que asiste el presidente Donald Trump, pretende ser una declaración de principios a favor del libre mercado, si las tensiones con Estados Unidos lo permiten. 

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El presidente de EEUU, Donald Trump, a su llegada a Hamburgo para participar en el G-20
El presidente de EEUU, Donald Trump, a su llegada a Hamburgo para participar en el G-20
EFE
S.C.

Hamburgo acoge hasta el sábado la reunión más esperada, y quizás, más turbulenta entre los líderes mundiales de las 20 economías más fuertes del mundo, que juntas suman el 85% de la riqueza mundial. Un impredecible presidente de EEUU que defiende la vuelta al proteccionismo económico, un líder ruso, sujeto a sanciones internacionales, y un presidente chino que busca un mayor papel en el orden internacional son solo algunos de los factores que podrían alimentar las tensiones entre los participantes.

Las chispas pueden saltar en cualquier momento y empañar las discusiones en torno a los temas previstos en la agenda a petición del anfitriona, Angela Merkel: libre comercio, cambio climático e inmigración. No en vano, la canciller alemana ya comentó hace unos días, refiriéndose a la cumbre, que “el mundo está cada vez menos unido”, la “discordia es evidente y "sería deshonesto” centrar los debates en los conflictos. Su objetivo es evitar la imagen mostrada durante el G-7, donde todos los países se enfrentaron a Donald Trump.

El comercio mundial centrará buena parte del debate donde se apreciarán los distintos puntos de vista de las potencias mundiales, en especial EEUU, país que ha dado señales contradictorias en los últimos meses. Por un lado, aceptó en el último G7 en Italia una declaración dando su apoyo al libre comercio, contraria a la línea proteccionista que defiende Donald Trump, pero al mismo tiempo se mostró  poco favorable al libre comercio en junio, en una reunión de la OCDE en París. Con Trump, cualquier cosa puede pasar.

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Por otro lado, Europa ultima un ambicioso acuerdo comercial con Japón, considerado una respuesta al proteccionismo estadounidense. Bruselas y Tokio ven en el pacto un antídoto contra la deriva proteccionista de la Administración Trump, después de que en enero se retirase del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) del que forma parte Japón y de que las negociaciones del TTIP que el país negociaba con la UE hayan quedado en suspenso.

Por su parte, Reino Unido necesita abrir su economía. Más allá del clima convulso en el plano doméstico, la premier británica es consciente de que una vez que el país abandone la UE, hasta ahora su mayor mercado, necesitará firmar acuerdos bilaterales y abrir sus fronteras al comercio. Ya lo anunció durante un discurso a principios de este año:“negociaremos nuestros propios tratados con terceros países”.

Y luego están los países emergentes. El presidente brasileño, Michel Temer, y el argentino, Mauricio Macri, buscan reactivar sus economías, dejando atrás el proteccionismo de sus predecesores. Ambos mandatarios subrayan las similitudes entre sus gestiones respecto a la búsqueda de la apertura económica y los ajustes que están llevando a cabo en sus respectivos países.Difícil acuerdo sobre cambio climático

La canciller Angela Merkel (que entre 1991 y 1998 fue ministra de Medio Ambiente) parece que ha tirado la toalla y es pesimista respecto a la posibilidad de alcanzar una posición común, sobre todo después de que Estados Unidos anunciara su decisión de salir del acuerdo de París. Antes de esa declaración, anunciada el 1 de junio por el presidente Donald Trump, Alemania trabajaba en un "plan de acción" para poner en marcha el histórico acuerdo de París de 2015.

Otro de los temas "consensuados" en la reunión se refiere a la inmigración. El día después de que los líderes europeos acordaran una declaración conjunta para apoyar a los países de tránsito en la lucha contra la inmigración ilegal, el tema volverá a discutirse en Hamburgo. Pero no solo bajo el prisma europeo. México, Turquía o Sudáfrica expondrán sus desafíos ante el drama de la inmigración.

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Hamburgo será también el escenario de la primera reunión entre Donald Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin, destinada a normalizar o distanciar las relaciones entre Washington y Moscú. También se anuncia un tenso el encuentro entre Trump y el presidente chino Xi Jinping, al que Washington acusa de no hacer lo suficiente para controlar a Corea del Norte.20.000 policías en las calles

Se esperan más de 100.000 manifestantes en la ciudad, y se temen enfrentamientos entre la policía y las cerca de 7.000 u 8.000 personas consideradas extremistas. Este jueves, los radicales prendieron fuego a diez coches de lujo. Para evitar disturbios, las autoridades desplegaron cerca de 20.000 policías para mantener la seguridad durante la cumbre pero los antiglobalización amenazan con tomar las calles y generar caos en una, ya de por sí, desordenada cumbre. 

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