Llama al 'boda-boda', el grito de las embarazadas en Kenia para ir al hospital

  • Las mujeres usan el servicio de 'boda-boda' tanto para la primera como para la cuarta y última visita prenatal, así como cuando se ponen de parto.
Llama al 'boda-boda' el grito de las embarazadas en Kenia
Llama al 'boda-boda' el grito de las embarazadas en Kenia

Llama al boda-boda (así se llama a los moteros en Kenia). Es la frase más repetida por las embarazadas del lugar y el método más fiable para ayudar a las mujeres embarazadas a que lleguen a las instalaciones sanitarias para sus revisiones y cuando se ponen de parto. Reclutar a un equipo local de conductores de 'boda boda' (motos) para el proyecto con el fin de trasladar a las embarazadas a los centros de salud ha sido uno de los objetivos de las comunidades ante la falta de infraestructuras y servicios.

Los conductores de 'boda boda' fueron elegidos mediante consultas en la comunidad. Todos ellos necesitan saber conducir sus motos, estar disponibles a cualquier hora y estar asegurados. La comunidad se unió para elegir a un conductor en cada localidad, con el fin de la relación con los conductores se forjara sobre un sentido de pertenencia a la comunidad y confianza.

"Antes de los conductores de 'boda boda', teníamos a 30 madres que daban a luz en el centro cada mes. Ahora tenemos 60 cada mes... todo el mundo tiene el número del conductor de 'boda boda', así que pueden llamarle y acudir al centro", cuenta la enfermera jefe del centro de salud de Siboti.

Las mujeres pueden usar el servicio de 'boda boda' tanto para la primera como para la cuarta y última visita prenatal, así como cuando se ponen de parto. Tras haber recibido el número de teléfono del conductor en sus sesiones con el trabajador sanitario de la comunidad, la mujer puede contactar con él directamente o mediante su acompañante para el parto.

Alrededor de dos tercios de las mujeres de parto acuden a los centros con un acompañante, que también puede asistir si hay complicaciones en el largo y a menudo difícil trayecto a la instalación. Cuando llegan, la enfermera a cargo en el centro de salud o el hospital registra a la mujer y aprueba la carrera del conductor de 'boda boda'.

El terreno es implacable, montañoso, sin alumbrado y con carreteras sin asfaltar, por muchas de las cuales es imposible circular en coche y difícil de recorrer incluso en moto, especialmente en condiciones de lluvia. La situación de la seguridad es volátil, con brotes regulares de tensión y violencia. En los hospitales la situación no es mejor. Mientras que un pequeño número de dispensarios (con uno o dos trabajadores sanitarios) funcionan durante el día, durante la noche la mayoría están cerrados y las mujeres tienen que recorrer 15 kilómetros o más en duras condiciones.

Las patronas, mejor en el hospital

La práctica local era alumbrar a los niños en casa con la ayuda de una partera tradicional, así que las parteras tradicionales fueron entrenadas de nuevo para que actúen como acompañantes de parto y puedan ir con la madre al centro sanitario cuando esté lista para dar a luz.

Los trabajadores de salud de la comunidad han concienciado de la importancia de las visitas prenatales y el parto seguro. A los comités locales de hombres, barazas, se les ha remitido mensajes de concienciación sobre la importancia de planificar la salud en torno al embarazo. Y el personal de la instalación sanitaria ha formado a las madres para detectar los signos de peligro y les ha mostrado cómo planificar el embarazo y el parto.

En busca de fondos para que el proyecto siga

Ahora que el proyecto termina, las comunidades están desarrollando enfoques para mantener el servicio. Save the Children reembolsa actualmente a los conductores de 'boda boda' cada viaje que hacen para visitas prenatales y para un parto. Las comunidades están discutiendo ahora el modo en que pueden reunir juntas fondos, pagando una pequeña cantidad al mes a un fondo comunitario, que luego pueda apoyar a los conductores de 'boda boda' (por su tiempo y combustible) o que cada familia ahorre algún dinero para pagar las visitas al centro de salud.

Hay 82 muertes de niños de menos de 5 años por cada 1.000

El oeste de Kenia es fértil, pero aún así la mayoría de la población vive en la pobreza. Solo el 20% de los hogares tiene instalaciones para lavarse las manos, menos del 55% de los niños son registrados al nacer y menos del 10 por ciento de las mujeres completan la educación secundaria. La mortalidad de los niños menores de 5 años figura entre las más altas del país, 82 muertes por cada 1.000 niños nacidos.

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