Los frisos del Partenón podrían volver a Atenas

  • Grecia está dispuesta a renunciar a la propiedad intelectual de los frisos del Partenón que se encuentran en el Museo Británico. La idea de Grecia es recuperar las obras y a cambio, prestar piezas clásicas al Museo Británico que se renovarían anualmente.
EFE

Grecia ha ofrecido al Museo Británico un pacto en relación con los frisos del Partenón por el que renunciaría a reclamar su propiedad y se contentaría con que se le hiciera un prestamo a largo plazo para poder reunir temporalmente las piezas en Atenas.

A cambio, Grecia le ofrecería a la institución británica una selección de su mejor arte clásico, lo que permitiría al museo londinense cambiar anualmente los objetos en exposición, informó hoy el diario "The Times".

La oferta la hizo el ministro griego de Cultura, Pavlos Geroulanos, según el cual a su país no le preocupa ya quién sea técnicamente el propietario de esos tesoros del Partenón, con tal de poder juntarlos con las otras esculturas que formaban parte del templo ateniense.

Su oferta, comunicada en declaraciones a "The Times", constituye un intento de superar el punto muerto en que está la disputa en torno a esas piezas, reclamadas ya en su día por la actriz y ex ministra griega de Cultura Melina Mercouri y que el museo se ha negado siempre a devolver a Grecia.

Los frisos que se conservan en el museo británico se conocen también como los mármoles de Elgin, por el nombre de Thomas Bruce, conde de Elgin, un oficial británico residente en la Atenas otomana que desmontó partes esenciales del Partenón y de otras construcciones de la Acrópolis y las llevó a Inglaterra.

En total, la colección representa más de la mitad de las esculturas decorativas del Partenón: 75 metros de los casi 160 que tenía el friso original; quince de las 92 metopas; diecisiete figuras parciales de los frontispicios, así como otras piezas de arquitectura.

Los mármoles de Elgin incluían también piezas de otros edificios de la Acrópolis ateniense: el Erecteion, reducido a ruinas durante la guerra de independencia de Grecia (1821-1823), los propileos y el templo de Atenea Niké.

Los mármoles de Elgin, comprados por el Parlamento británico en 1816, incluyen estatuas procedentes de los frontispicios, las metopas que describen enfrentamientos entre lapitas y centauros, y el friso del Partenón que decoraba la parte interior del templo.

El Museo Británico dijo en un comunicado que no ha recibido ninguna comunicación oficial de Grecia con esa oferta, pero añadió que la posición oficial de sus patronos es que esas esculturas tienen que seguir formando parte de su colección.

El problema es, ya no sólo la legalidad de la compra de las esculturas, sino el precedente que crearía en todo el mundo, ha argumentado una y otra vez el Museo Británico para rechazar la reclamación griega.

Grecia quiere recuperar los mármoles de Elgin para exponerlos en el nuevo Museo de la Acrópolis, pero el Museo Británico ha esgrimido también el argumento de que la contaminación de la ciudad griega terminaría dañándolos.

El ministro griego dijo a "The Times" que no había celebrado conversaciones formales con el Gobierno británico ni con el director del museo, Neil MacGregor, pero explicó que quería que ésas fuesen amistosas, y no "a gritos, como en el pasado" en alusión al tono adoptado en su día por la campaña impulsada por Melina Mercouri.

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