Los futbolistas se rebelan contra la Liga

Más de cien futbolistas de Primera y Segunda División y un discurso claro: "¡Basta ya!". La AFE se ha cansado del desinterés de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), institución con la que llevan un año de tiranteces, y se ha plantado. Luis Rubiales, presidente del sindicato, ha anunciado la convocatoria de una huelga para las dos primeras jornadas de Liga.

"La Liga no comenzará hasta que no se firme un nuevo convenio colectivo", ha asegurado Rubiales. Desde que inició su mandato al frente de la AFE, en marzo de 2010, el sindicato ha convocado tres huelgas. La última, el pasado enero, se canceló semanas antes de que la LFP denunciara el convenio de los futbolistas, que estaba próximo a ser renovado automáticamente.

Íker Casillas ha sido uno de los muchos internacionales que han acudido al acto. "Hay que ser solidarios con la gente que lo está pasando mal", ha explicado.  El talentoso Valerón, del Deportivo, ratificaba la postura del capitán de la selección al apoyar a jugadores "que tienen problemas ahora y que los van a tener en el futuro", afirmaba con cierto pesimismo.

Futbolistas de clubes tan poderosos como Real Madrid o Barcelona, que no son Sociedades Anónimas Deportivas (S.A.D.), han estado junto a compañeros de Primera y Segunda cuyos clubes viven inmersos en la Ley Concursal, como el Hércules.

Javier Rufete, futbolista del club alicantino, vislumbra el anuncio como un punto de no retorno: "Tiene que haber un momento en el que las cosas cambien en beneficio del fútbol, del espectáculo, para que el aficionado tenga un equipo real y no ficticio".

España tiene que ser un país "número uno" para hacer las cosas

La AFE solicita una revisión del convenio colectivo, que actualice las condiciones de los futbolistas españoles al nivel del de sus compañeros de Francia, Portugal, Alemania o Inglaterra. Ahora que España es un ejemplo deportivo, Rufete pide cree que es hora de que el fútbol español pase a ser "un número uno también para hacer las cosas".

Pedro Munitis se mostraba encantado por el apoyo de sus compañeros: "He sentido mucho orgullo al ver cómo todos los futbolistas se han unido". El jugador del Racing de Santander, club que vive días muy convulsos tras la espantada de su propietario Alí Sayed, ha calificado la situación de "insostenible".

Rubiales ha dejado claro que "no queremos dinero, sino que se cumplan nuestros contratos". A su lado, José María Movilla, jugador del Rayo Vallecano, ratificaba lo dicho por el presidente de la AFE: "Es inadmisible que un trabajador esté sin cobrar y llegue a la siguiente temporada sin nada garantizado".

Junto a Rubiales y Movilla, en primer plano, se encontraba Leonardo Ponzio. El jugador del Zaragoza ha visto cómo su club, en Ley Concursal, fichaba la semana pasada al portero Roberto por más de 8 millones de euros. Su compañero Javier Paredes abogaba por una "renovación importante en el fútbol español" ante una LFP que, para el jugador, subestima la fuerza de este sindicato.

Otro jugador del equipo aragonés, Toni Doblas, describió la situación como "cada vez peor para el futbolista, que es el actor principal, no así para la LFP, que aumenta sus ingresos un 10 por ciento cada año". Y es que, de seguir así, en el año 2015 quedarían sin garantizar casi 11 millones de euros en deudas generadas la temporada 2010-2011. Unas condiciones inaceptables para los jugadores.

Miradas serias pero esperanzadas las de los jugadores, que saben de su importancia en el negocio del fútbol. "La herramienta más importante no son unas botas de fútbol o un balón, sino los jugadores", admitía Rufete. La AFE paraliza la Liga por una reivindicación lícita y justa, como explica Doblas: "No queremos cobrar más, simplemente queremos cobrar lo que se firmó".