Los kenianos acuden en masa al referéndum para decidir si se aprueba una nueva Constitución

  • Nairobi.- Los kenianos acuden hoy a los más de 27.000 colegios electorales de todo el país para participar en el referéndum en el que más de 12 millones de ciudadanos están llamados a decidir si se aprueba una nueva constitución para el país.

Los kenianos deciden si adoptan una nueva Constitución para modernizar el país
Los kenianos deciden si adoptan una nueva Constitución para modernizar el país

Nairobi.- Los kenianos acuden hoy a los más de 27.000 colegios electorales de todo el país para participar en el referéndum en el que más de 12 millones de ciudadanos están llamados a decidir si se aprueba una nueva constitución para el país.

Desde primera hora de la mañana, antes de que abrieran los centros de voto a las 06.00 (03.00 GMT), un gran número de ciudadanos esperaba para poder participar en el proceso electoral, que hasta el momento transcurre sin incidentes y con una importante presencia policial.

Casi 73.000 miembros de los cuerpos de seguridad estarán hoy distribuidos por las ocho provincias de Kenia, mientras que 1.234 observadores electorales vigilarán la legalidad del proceso, de los cuales unos 200 han sido enviados por organismos internacionales.

La nueva carta magna modernizará la actual constitución, que data de 1963, cuando Kenia se independizó del Reino Unido, y que según los especialistas necesita de una actualización porque otorga demasiados poderes al presidente, no considera la figura del primer ministro y se redactó cuando existía un partido político.

La nueva Constitución propuesta consolida los puestos de presidente y primer ministro, crea un Senado como nueva cámara alta y descentraliza la administración al devolver poder a las regiones y distritos.

Se espera que una mayoría de votantes apoye el nuevo texto, ya que las dos mayores figuras políticas de Kenia, el presidente Mwai Kibaki y el primer ministro Raila Odinga, han hecho campaña por el 'Sí'.

La de hoy es la primera votación nacional tras la violencia que siguió a las elecciones presidenciales de diciembre de 2007, que provocó unos 1.300 muertos y más de 300.000 desplazados, según cifras oficiales.

Entonces, Odinga acusó a Kibaki de haber manipulado los comicios para asegurarse la reelección, lo que originó una ola de violencia étnica y política en gran parte del país.

La crisis finalizó cuando los dos rivales firmaron un acuerdo para formar un gobierno de coalición y avanzar en toda una serie de reformas institucionales, lo que incluía la redacción de una nueva Constitución.

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