Los legislativos de América Latina definen la hoja de ruta contra la crisis mundial

  • Quito, 20 feb (EFE).- Los presidentes y delegados de los Poderes Legislativos de América Latina concluyeron hoy en la ciudad de Cuenca, en el sur andino de Ecuador, el foro Forpel, en el que definieron una 'hoja de ruta' para afrontar los efectos de la crisis mundial.

Quito, 20 feb (EFE).- Los presidentes y delegados de los Poderes Legislativos de América Latina concluyeron hoy en la ciudad de Cuenca, en el sur andino de Ecuador, el foro Forpel, en el que definieron una "hoja de ruta" para afrontar los efectos de la crisis mundial.

Tras los debates, los jefes parlamentarios aprobaron la denominada "Declaración de Cuenca", que intenta impulsar la integración como mecanismo para "convertir la crisis" en una "oportunidad para atender los requerimientos de nuestros países".

La declaración prevé convertirse en "una hoja de ruta que debe ser cumplida por los parlamentos de la región", cuyas acciones se evaluarán en el próximo foro, que se celebrará en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, entre el 27 y el 29 de marzo próximo.

Entre las principales resoluciones se incluyen "la voluntad de traducir la vocación latinoamericana en una mayor integración regional, resaltando nuestras tradiciones, costumbres e idioma comunes".

Asimismo, expresa el interés de los parlamentos de la región por "un nuevo orden mundial más justo y equitativo", y el de propiciar que los planes nacionales frente a la crisis "incentiven el mercado interno y el intercambio regional latinoamericano".

El texto también insta a "preservar y promover el empleo, apoyando especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas", así como promover "consejos económicos" integrados por representantes de trabajadores, empresarios y gobiernos.

El texto sugiere a los parlamentos emitir normas para "generar mayor transparencia y claridad en el movimiento de capitales", además de orientar estímulos fiscales hacia los sectores más vulnerables de las sociedades en cada uno de los países.

La Declaración de Cuenca también propone "impulsar, entre la comunidad internacional, la creación de sistemas de fiscalización financiera y de mercados, con la finalidad de fortalecer y garantizar la eficacia, transparencia, solidaridad y equilibrio de la economía mundial".

Sugiere, además, generar iniciativas encaminadas a consolidar una "banca supranacional", para atender las necesidades de financiación para el desarrollo de los países de la región.

Esas iniciativas, señala el documento, deben orientarse a la generación de un mayor nivel de empleo y estabilidad económica, y propone estudiar la posibilidad de alcanzar una unión monetaria regional.

En el documento también se prevé la creación de políticas de inmigración nacionales, sobre la base de la inclusión social, con el objetivo de construir una "ciudadanía latinoamericana".

También se invoca a los países latinoamericanos a abrir procesos de investigación sobre el endeudamiento exterior, que permitan determinar el origen y las condiciones de legitimidad y legalidad de los créditos.

Recomienda que las políticas nacionales para afrontar la crisis "no afecten ni comprometan las economías de los otros países de la región" y, más bien, contribuyan a una "solución integral" de los problemas.

La Declaración de Cuenca fue suscrita por los presidentes de los poderes legislativos de Ecuador, Fernando Cordero; de Argentina, Julio Cobos; de Bolivia, Óscar Miguel Ortiz; de Colombia, Hernán Andrade; de Cuba, Ricardo Alarcón; y de México, César Duarte.

También por las presidentas del Parlamento Andino, Ivonne Baki; de la Confederación Parlamentaria de las Américas, Selva Judit Fortsmann; y el presidente alterno del Parlamento Latinoamericano, Amilcar Figueroa.

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