Los médicos cubanos ayudan a Haití

  • Cuando el devastador terremoto azotó Puerto Príncipe, los equipos de emergencia cubanos no tuvieron que viajar muy lejos. Ya había en Haití unos 350 sanitarios, enviados por el Gobierno de Castro para ofrecer atención gratuita en casi todos los municipios haitianos. Desde que estalló la crisis, el número de doctores, enfermeras y auxiliares cubanos se ha disparado a 618. ¿Se trata de una ayuda humanitaria desinteresada o también esconde una estrategia de márketing?
Nick Miroff | GlobalPost

(La Habana, Cuba). La brigada cubana de personal sanitario en Haití trabaja junto a los 402 haitianos que estudiaron en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana y, de acuerdo con las autoridades cubanas, estos equipos han atendido a más de 60.000 pacientes y han realizado unas 3.500 cirugías.

Según Fidel Castro, su misión responde a un principio muy sencillo. En uno de sus tradicionales mensajes, publicado en la página del Gobierno Cubadebate, el líder cubano escribió: "Enviamos doctores, no soldados", aludiendo directamente a la ayuda enviada por el Gobierno de Barack Obama. Castro, ya retirado como presidente del país, pero aún con peso sobre los asuntos externos, afirmó: "En medio de la tragedia de Haití, miles de soldados de infantería de los cuerpos de Marina de Estados Unidos y tropas de la División Aérea 82, además de otras fuerzas militares han ocupado el territorio haitiano. Peor aún, ni Naciones Unidas ni el Gobierno de Estados Unidos han dado una explicación a la opinión pública mundial sobre la movilización de fuerzas".

Las críticas de Castro, además de otros artículos aparecidos en la prensa cubana controlada por el régimen, son un recordatorio de que el sistema socialista de la isla cobra protagonismo ante una coyuntura que mezcla la política, la ayuda médica y la diplomacia internacional. Obviamente, para las víctimas del terremoto y para otras personas en países pobres que necesitan atención médica urgente, esto no necesariamente es negativo.

A pesar de ser relativamente pequeña y con una economía crónicamente enferma, la isla cuenta con un sistema de educación que la ha convertido en una potencia en el campo de la medicina. Cuba envía miles de doctores y personal sanitario al extranjero "en misiones internacionales" y trae a la isla a cientos de pacientes para someterles a procedimientos quirúrgicos que de otra manera no podrían permitirse. Según cifras oficiales, unos 35.000 profesionales de la salud cubanos trabajan en más de 70 países. Algunos realizan labores puramente humanitarias, mientras que otros tienen contratos que aportan valiosos ingresos al Gobierno cubano. Es el caso de Venezuela.

Estos programas han hecho a Cuba merecedora de cierto aprecio internacional y han ayudado a construir una base de poder en favor de Castro, en sus enfrentamientos con las autoridades estadounidenses. El Gobierno cubano, que durante un tiempo fue un paria en la región, ha restablecido relaciones diplomáticas prácticamente con todo el continente americano, a pesar de la imagen de "aislamiento" de la isla.

La Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana tiene más de 24.000 estudiantes extranjeros en su mayoría de América Latina, África y El Caribe. El Gobierno cubano les otorga becas para toda la carrera y los estudiantes se comprometen a volver a sus países cuando acaben los estudios. Cuba incluso ha abierto sus aulas para estadounidenses con escasos recursos: 130 de estos ciudadanos realizan sus estudios de Medicina en la capital cubana. Siete de los alumnos estadounidenses del programa se han integrado en la brigada cubana en Haití.Sin embargo, debido a la forma en que la prensa del Gobierno presenta estos programas médicos, es difícil considerarlos como simples actos humanitarios desinteresados.

En Cuba, los reportajes de televisión y los artículos de prensa destacan el heroísmo cubano en Haití y están cargados de mensajes de propaganda del Gobierno, en especial cuando existe una oportunidad para apuntarse un tanto político contra Estados Unidos. La cobertura cubana del papel de Estados Unidos en Haití se ha concentrado principalmente en la presencia militar, calificando a las tropas norteamericanas como una fuerza de ocupación insensible. Otros editoriales cubanos argumentan que EEUU tiene planes egoístas para apoderarse del petróleo haitiano (aún por descubrir).

Estas afirmaciones perjudican la imagen altruista del Gobierno cubano, afirma Phil Peters, experto en Cuba del Lexington Institute."Me parece que la gente el resto del mundo reconoce la enorme contribución de los doctores cubanos en Haití", escribe Peters en su blog The Cuban Triangle (El Triángulo Cubano). "Pero también creo que quienes hacen propaganda perjudican y quitan valor a las aportaciones de Cuba; los esfuerzos de ayuda en Haití son entonces parte de una competición política contra EEUU".

Es evidente que a los pacientes haitianos les da lo mismo si lo que mueve a Cuba es la salud pública o una campaña de relaciones públicas. Los doctores cubanos tienen un historial en Haití y en otras partes del mundo que demuestra un interés enorme por ayudar a los más necesitados, según Gail Reed, directora de MEDICC, una ONG estadounidense que publica un diario sobre medicina cubana y que da ayuda material a los doctores haitianos entrenados en Cuba. "El mundo responde cuando hay un desastre y responde generosamente, y eso es maravilloso", afirma Reed. "Sin embargo, para mí, lo más importante es crear un sistema de salud pública sólido. Y el hecho de que los cubanos lleven más de 10 años en Haití demuestra un compromiso para construir un sistema de salud público".

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