"Los carteles de la droga, el crimen organizado, son tan agresivos en sus conductas delictivas que sus hechos son similares a los que producen los grupos fundamentalistas como Estado Islámico". Así de rotundo comparó el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández en una entrevista en El País, a los narcotraficantes y los yihadistas.
Los bárbaros de Estado Islámico han convertido a las decapitaciones en su seña de identidad pero no son las únicas atrocidades que cometen. Capturaron a más de 1.000 mujeres yazidíes con la aparente intención de casarse con las más jóvenes algunas de las cuales fueron violadas. Empezaron a castigar con la muerte a los cristianos residentes de Mosul, vaciaron la ciudad de cristianos. Han publicado en Internet numerosas fotos de sus combatientes junto a víctimas decapitadas, incluida una imagen de un niño de siete años sujetando una cabeza. Crucificaron infieles en las calles de Siria y realizaron ejecuciones masivas. Esta es la radiografía de las atrocidades que cometen Estado Islámico en Siria e Irak, sin embargo al otro lado del globo, en América Latina, las bandas criminales y cárteles de la droga también hacen de la violencia su seña de identidad.
El último ejemplo de atrocidades contra la población sucedió en el estado de Guerrero en México. Uno de los sicarios que participó en el secuestro y asesinato de los estudiantes reveló que las víctimas fueron torturadas y luego calcinadas.
México alberga las mayores, más sofisticadas y violentas organizaciones criminales del continente. Según la ONG InsightCrime han surgido de la larga historia de México de contrabando y su proximidad a los Estados Unidos. Entre sus tácticas, una de las más comunes es el secuestro que se sitúa en denuncias al día. Amnistía Internacional también denuncia estas atrocidades golpes con puños, botas, culatas de fusiles, palos; introducción de agua con gas o chile por la nariz del detenido, amenazas de muerte.
Los Sicarios de Cartel del Golfo le cortaron los dedos uno por uno con un cuchillo a un hombre que permanecía atado en un silla sin oponer ninguna resistencia y aguantando la tortura y la posterior decapitación. No es el único caso, los Zetas también publicaron una imagen en las que muestra cómo decapitan a una mujer
En Nuevo Laredo, frontera con Texas, aparecieron nueve cadáveres colgados en un puente de un cruce. Una acción que aparentemente fue cometida por una banda de narcotraficantes ya que todos los cuerpos, todos de hombres, presentaban huellas de tortura.,
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