Más de 60.000 haitianos siguen sin casa seis años después del terremoto

Cerca de 60.000 personas continúan viviendo en campamentos de desplazados seis años después del devastador terremoto de Haití, que dejó más de 200.000 fallecidos y 300.000 heridos, y afectó a otros 2 millones de haitianos, de los que 1,5 millones se vieron obligados a abandonar sus hogares.

El seísmo, de 7,3 puntos en la escala de Ritcher, ocurrió el 12 de enero de 2010 y obligó a poner en marcha una de las mayores operaciones humanitarias de la historia. Sin embargo, seis años después alrededor de 60.000 personas aún residen en campamentos para desplazados, ubicados en la zona metropolitana de la capital del país, Puerto Príncipe, según señaló la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, en sus siglas en inglés).

El jefe de la OCHA en Haití, Enzo di Taranto, indicó que estas personas “se encuentran en una situación vulnerable y precisan asistencia humanitaria y soluciones duraderas”.

Sin embargo, este organismo de la ONU destacó que el país caribeño ha logrado avances importantes en el proceso de reconstrucción durante estos seis años, ayudado por la comunidad internacional. Por ejemplo, el 96% de las personas damnificadas por el desastre natural han sido reubicadas en viviendas, ha disminuido el hambre y el cólera y Haití ha aumentado su capacidad de respuesta ante emergencias.

A pesar de ello, la OCHA recalcó que la situación humanitaria se ha deteriorado y han repuntado los casos de cólera desde el pasado mes de junio. Además, la sequía provocada por los efectos del fenómeno climático de ‘El Niño’ ha limitado el acceso a la comida de tres millones de personas y las autoridades de la República Dominicana han deportado a decenas de miles de haitianos en el último semestre.

En este contexto, la OCHA instó a la comunidad humanitaria internacional, a la sociedad civil y a las empresas a apoyar los esfuerzos por mejorar el acceso al agua potable, el saneamiento y los tratamientos médicos a las familias de desplazados, mientras se les reubica y se cierran los campamentos.