Modas que matan

  • En Tailandia están preocupados por las tendencias que desembarcan desde Corea del Sur, más influyentes que Lady Gaga o cualquier grupo nacional. El Ministerio de Sanidad tailandés advierte que las telenovelas y la música surcoreanas llevan consigo problemas para la salud de los jóvenes tailandeses.
En Tailandia están preocupados por las tendencias que desembarcan desde Corea del Sur, más influyentes que Lady Gaga o cualquier grupo nacional.
En Tailandia están preocupados por las tendencias que desembarcan desde Corea del Sur, más influyentes que Lady Gaga o cualquier grupo nacional.
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Patrick Winn | GlobalPost

(Bangkok, Tailandia). A ojos de los adolescentes tailandeses, Corea del Sur es el epicentro de la modernidad. Por encima de Lady Gaga, por encima de cualquier grupo nacional, los chavales de Bangkok suspiran por la perfección edulcorada del K-Pop (pop coreano).

Las autoridades tailandesas, sin embargo, acogen con menos entusiasmo el fenómeno del K-Pop. Con cada nueva moda llegada desde Corea llegan también advertencias oficiales sobre riesgos para la vista, de quedar desfigurado o incluso morir.

La moda surgida en Seúl de las lentillas "Big eye" (ojo grande) puede causar ceguera, y si se intercambian entre amigos se puede contraer el sida, según el Ministerio de Sanidad de Tailandia. Las autoridades advierten además que unas pegajosas pestañas que son populares entre las divas coreanas pueden causar daños en los ojos. Otra alerta sanitaria advierte sobre los peligros de intentar imitar el aspecto de los coreanos utilizando cirugía plástica o cremas blanqueadoras tóxicas.

La alerta más reciente culpa a la moda de llevar mallas negras (también importada desde Seúl) del aumento este verano del dengue entre mujeres de 10 a 24 años. Los mosquitos son atraídos por los colores oscuros de las mallas, ha denunciado la viceministra de Sanidad Pansiri Kulanartsiri. "Es triste ver el modo en que viste la gente, especialmente los grupos de adolescentes, en todas las ciudades y en el campo", asegura. "La moda es llevar leggins y medias sexy, y esto es algo que ha llegado desde Corea".

Todas estas tendencias forman parte de lo que los sociólogos denominan la Oleada Coreana (la prensa por su parte lo llama "Kim Chic").

Hace unos 10 años el gobierno de Corea del Sur comenzó a subsidiar la exportación de telenovelas y música de grupos pop para el consumo panasiático. Y la inversión ha dado sus frutos. Adolescentes a lo largo de toda Asia son ahora adictos a la cultura pop coreana: telenovelas, grupos musicales de chicos y películas. La marea ha ido creciendo de manera constante en China, Japón y en todo el sureste asiático, en donde unos grises medios controlados por el estado luchan por competir con la abundante oferta coreana.

Básicamente Corea del Sur ha generado el modelo del glamour asiático. Sus estrellas llevan los labios con gloss brillante y tienen piel de porcelana. Los cantantes de K-Pop suelen juntarse en bandas femeninas o masculinas, en los que podría decirse que importa más la estética que la música. La carta de presentación del género es su imagen perfecta, clínicamente adorable.

Lo que la prensa de Bangkok denomina la Fiebre Coreana comenzó en Tailandia hacia 2006. Desde entonces, las telenovelas coreanas ocupan al menos 100 minutos de la parrilla cada día, según el Korea-Thailand Communication Center. En los últimos 10 años toda esta oleada ha hecho que el número de visitas de tailandeses a Corea del Sur se haya duplicado, rondando los 200.000 al año.

Algunas autoridades tailandesas, sin embargo, tildan la Fiebre Coreana de una amenaza abiertamente sexual y superficial a la cultura del país.

"No tendríamos que tener la intención de imitar y de volvernos locos por otra cultura hasta el punto de olvidarnos de la nuestra", dijo el año pasado Teera Salakpet, ex responsable de Ministerio de Cultura tailandés. "Necesitamos inculcar la belleza de la cultura thai a nuestra juventud".

El K-Pop incluso ha generado una locura por el idioma coreano, y son muchos los estudiantes de instituto y universitarios que tienen profesores particulares para aprenderlo en su tiempo libre.

"Es algo serio", asegura Nora Chaikum, una recién licenciada de 24 años de la Universidad Chulalongkorn de Bangkok. "Apenas pueden decirte una palabra en coreano, pero pueden cantar discos enteros".

Nora se aficionó al K-Pop tras una ruptura con su novio, hará unos cuatro años. Con el corazón roto, se empezó a obsesionar por las canciones de ruptura coreanas, y se las apañó para ir descifrando las letras. Su fascinación por Corea del Sur creció tanto que se trasladó a vivir brevemente en Seúl para dominar el idioma. Desde que ha regresado a Bangkok, su Fiebre Coreana ha ido calmándose.

"Todas las chicas en Seúl intentan parecerse exactamente las unas a las otras. Vi a chicas de bachillerato hacerse cirugía en la nariz".

Desde hace años expertos a lo largo de Asia vienen prediciendo que la Oleada Coreana acabará explotando, dice Doobo Shim, profesor de Comunicación de la Sungshin Women's University de Seúl.

Ese estallido todavía no se ha producido, ni siquiera tras algunos ataques nacionalistas hacia la cultura pop coreana en Japón y en China. Algunas organizaciones chinas han acusado a la Oleada Coreana de quitarle trabajo a los actores chinos. Tras una pequeña polémica por un concurso de entradas para un concierto del grupo  de K-Pop Super Junior en Shanghái, los hackers chinos prometieron vengarse lanzando ataques virales contra la página web de la banda.

Los sociólogos coreanos están atentos ante una posible reacción violenta contra Corea a lo largo de Asia.

"Los nacionalistas de la cultura tailandesa parecen estar realmente preocupados por la expansión de la cultura coreana", afirma Doobo. "La cultura norteamericana ya la tienen asimilada, pero la coreana es nueva y puede convertirse en un objetivo fácil para las críticas nacionalistas".

Pero en Tailandia, una vieja encrucijada de caminos y una esponja cultural, las preocupaciones sobre la Fiebre Coreana parecen reducirse a grupos conservadores y autoridades sanitarias desconcertados ante las modas del K-Pop. Las encuestas del Korea-Thailand Communication Center indican que la imagen de Corea del Sur ha mejorado sensiblemente en Tailandia en los últimos cinco años.

"A los conservadores les preocupa que el virus coreano pueda ser demasiado fuerte", dice Nora. "El problema es que los adolescentes creen que no hay un auténtico estilo tailandés a seguir. Ni siquiera te podrían explica lo que sería el estilo thai".

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