Moscú planea librarse de la nieve

  • En Moscú están acostumbrados a pasar inviernos a 30 grados bajo cero (o más) y a vivir rodeados de nieve, pero las arcas públicas se gastan varios millones de euros cada año para retirar las capas blancas que cubren sus calles. Por eso, su alcalde quiere lanzar un sistema para controlar la descarga de nieve con la "siembra de nubes".
Nevada en pleno centro de Moscú el 21 de diciembre de 2009
Nevada en pleno centro de Moscú el 21 de diciembre de 2009
Sergei Karpukhin | Reuters
Miriam Elder | GlobalPost para lainformacion.com

(Moscú, Rusia). Como mínimo, es una propuesta extraña.Cuando los rusos se preparaban para afrontar su característico largo y duro invierno, el alcalde de Moscú, Yury Luzhkov, decidió que ya estaba harto de tanta nieve.La nieve es liosa, es pesada y es cara de manejar. Así que el veterano alcalde hizo lo que haría cualquier persona práctica: evitar que la nieve caiga sobre la capital rusa.

"Sabéis que cada año en el Día de la Ciudad y en el Día de la Victoria modificamos el clima. Bueno, pues debemos hacer lo mismo con la nieve", aseguró Luzhkov el pasado mes de septiembre.

El plan del alcalde consiste en ampliar el programa de "siembra de nubes" que pone en marcha la ciudad en las grandes festividades para asegurar que no llueva durante los desfiles. El método consiste en que unos aviones siembran yoduro de plata sobre las nubes que se acercan a Moscú, provocando así que descarguen su lluvia antes de alcanzar la capital.

Atento a los deseos del Kremlin por promover medidas que combatan la crisis financiera, Luzhkov presentó su idea como un plan que servirá para ahorrar dinero. "Tendrá lógica financiera", dijo.

Una vez aprobado el plan, las autoridades municipales calcularon que la capital rusa se ahorraría unos 4 millones de dólares (2, 770 millones de euros) al año; Moscú gasta anualmente unos 10 millones de dólares (6,926 millones de euros) en 5.000 camiones y 50.000 trabajadores que se emplean a fondo para retirar la nieve de la capital.

Estaba previsto que el experimento empezara a mediados de noviembre. Sin embargo, Moscú acabó el 2009 cubierto de nieve y ha empezado 2010 igual. ¿Qué ha ocurrido?

Conseguir una respuesta a esa pregunta no es una tarea fácil. Nadie parece querer hablar de ello: ni en la sede del ayuntamiento, ni en el departamento de servicios municipales, ni siquiera en el servicio federal de meteorología RusGidroMet.Quizás estén un poco avergonzados. Después de todo, el plan fue destacado por la prensa internacional como uno de los mayores ejemplos hasta ahora de control climático. Algunos (yo misma) dijeron que el alcalde Michael Bloomberg quizás podría estudiar esta opción para ahorrarle dinero a la ciudad de Nueva York.

La explicación más lúcida al retraso del plan la ha dado Valery Dyadyuchenko, jefe de RusGidroMet. El problema, según contó al periódico estatal Rossisskaya Gazeta, tiene dos explicaciones. Por una parte, la construcción de nuevos rascacielos en la ciudad ha afectado la capacidad del radar ubicado en la sede del servicio de meteorología, disminuyendo su facilidad para detectar las nubes que se aproximan. Pero asegura que ese tema estará solucionado el próximo invierno.Por si esa razón no resulta suficiente, Dyadyuchenko añade otra: "Es más complicado que con las nubes de lluvia". Según él, en este caso tiene también mucha importancia la velocidad del viento.

Las autoridades municipales han insistido en aclarar el que plan sigue en pie, sólo que sin fecha de inicio. Luzhkov dijo al periódico que el problema se debe a la incompetencia de los hombres del tiempo. "Hay, por supuesto, problemas de organización", ha dicho. "Los pilotos que deben hacer la siembra dicen que para hacerlo de manera efectiva tienen que saber cuándo va a nevar con dos semanas de antelación. Y los meteorólogos, como demuestra la práctica, no pueden predecirlo ni siquiera un día antes. [...] Encontraremos una solución".

Varias nevadas durante las últimas semanas han producido el caos circulatorio en la capital. Una nevada ligera provocó casi 200 kilómetros de retenciones a mediados de diciembre, y los moscovitas todavía intercambian historias de horror sobre atascos de hasta siete horas en las carreteras. Ese día se registraron unos 3.000 accidentes en el área metropolitana.

El portavoz del alcalde de Moscú culpó del caos ese día a los meteorólogos, diciendo que sólo predijeron 1,2 centímetros de nieve, cuando en realidad se llegaron a registrar 15 centímetros.Pero da la impresión de que nadie escucha. Cuando preguntamos cuánta nieve cayó en la capital en diciembre, un portavoz de RusGidroMet nos dice que solo 25,6 milímetros, y que se espera que caigan unos 90 milímetros más hasta febrero.Así que por ahora los rusos están tomándose el plan del alcalde moscovita como otra promesa que no se cumplirá. Y a muchos nos les importa.

El invierno y la nieve son algo querido por los rusos; forman parte del carácter nacional al igual que el vodka y Dostoievski.Como dijo el presidente Dimitri Medvedev en su reciente discurso de fin de año, "la vida nunca ha sido fácil en nuestro país. El clima es frío, y hemos sobrevivido varios desastres, y todos han contribuido a nuestro carácter nacional".

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