Mozambique se pasa a la producción de biocombustible

  • Mozambique tiene únicamente un 20 por ciento de terreno cultivable y está entre los diez países más pobres del mundo. Con estas cifras, el Gobierno y la población podrían estar en contra de que se utilicen sus tierras para plantar un arbusto llamado jatropha que no es comestible y sirve para producir biocombustible. Pero esta iniciativa de una empresa sudafricana está acabando con el desempleo en la zona de sus plantaciones y supone una apuesta por un nuevo mercado poco explotado en el continente africano.
Mozambique apuesta por las plantaciones de jatropha para producir biocombustible (imagen: Immersia | archivo)
Mozambique apuesta por las plantaciones de jatropha para producir biocombustible (imagen: Immersia | archivo)
Immersia
Jeffrey Barbee | GlobalPost

(Chimoio, Mozambique). Las hileras de una pequeñas plantas se extienden por las montañas del centro de Mozambique, cubiertas por el rocío y brillando con el sol de la mañana. Peter Whitehead camina entre esas filas, sonriendo como sólo lo puede hacer un padre a la vista de esos achaparrados, pequeños arbustos grasientos de jatropha.Whitehead, un empresario forestal de Knysna, en Sudáfrica, está poniendo en marcha una plantación de arbustos de jatropha en el país vecino, cuyo aceite servirá para fabricar biocombustible.

El origen de la jatropha no está del todo claro. Algunos dicen que procede de América central o de África, pero Whitehead cree que es originaria del subcontinente indio y que he crecido allí durante siglos. El arbusto llega a convertirse en un árbol del tamaño de un cerezo alargado, y aunque sus frutos no son comestibles, sí producen un aceite muy fino.

Este aceite puede ser procesado para ser utilizado en coches diésel, camiones, barcos e incluso aviones.Sun Biofuels, una compañía británica, está sembrando miles de hectáreas de jatropha en una antigua plantación de tabaco en Mozambique y en otros lugares de África.

La empresa espera que el aceite de este arbusto le genere unos importantes ingresos por la venta del biocombustible, y que la iniciativa sirva también para fomentar alternativas limpias en las empresas que quieren reducir sus emisiones contaminantes e invertir en energía verde.

Hace unos años, los biocombustibles formaban parte de la locura mundial por la energía verde, pero tras las subidas vertiginosas de los alimentos básicos en 2008, con precios que se duplicaron y triplicaron en gran parte del mundo en desarrollo, la idea de plantar para generar combustible perdió fuelle. Eliminar miles de hectáreas de maíz y plantar en su lugar una especie incomestible como la jatropha en un país pobre como Mozambique, donde mucha gente pasa hambre, resulta algo difícil de entender para muchas personas.

Mozambique tiene una tasa de desempleo altísima y es uno de los 10 países menos desarrollados del mundo. Autoridades locales y ministros acudieron a la inauguración de la plantación de jatropha, y mostraron su esperanza en que este tipo de proyecto sea un éxito y atraiga a más inversores a su país, con otras nuevas ideas.

Mozambique sólo cultiva el 20 por ciento de su tierra arable, una de las tasas más bajas de África. Sun Biofuels argumenta que hay espacio suficiente para todo tipo de cultivos, y especialmente para aquellos que generan educación y empleo.Para su operación en Mozambique esta empresa se hizo cargo de una antigua plantación de tabaco y se convirtió en la principal fuente de trabajo en la zona.

Gritando por encima del ruido que hace un enorme Toyota que se abre camino entre las hileras de arbustos de jatropha, Whitehead explica que el proyecto es todavía un experimento en fase de desarrollo."Nadie ha hecho nunca algo así en África, y sólo hay unas cuantas plantaciones como ésta en todo el mundo. Estamos trabajando con nuevas semillas, con una variedad nueva que nunca se ha cultivado".

El proyecto, dice, financia una escuela y una comisaría de policía, y está formando a trabajadores en los diferentes aspectos relacionados con la gestión de una plantación.Sin embargo, otros proyectos de biocombustible han tenido problemas.

British Petroleum (BP) asumió unas importantes pérdidas cuando vendió el año pasado la mayor plantación de jatropha del mundo en Brasil. D1 Oils, que compró la plantación, todavía sigue en el negocio, y espera estarlo al menos hasta finales de 2010, según sus informes financieros.

Muchos inversores se han sentido atraídos por la jatropha, porque parece que lo hace todo: puede crecer en tierras malas, tiene un enorme contenido de aceite, necesita poca agua, los márgenes de beneficio son altos y se puede mezclar con otros cultivos y crecer junto a café y té, o a los lados de las carreteras.

Pero todo esto es pura especulación, ya que nada de esto se ha podido ver aún tras cinco años de trabajo. Whitehead, uno de los mayores expertos en África en la materia, explica que tan sólo cuando los árboles lleguen a su madurez en esta plantación de Mozambique y en otras similares alrededor del mudo se podrá saber realmente hasta dónde puede llegar la jatropha.

Pero la enorme expectación en torno a este pequeño arbusto oscuro no es algo que se disipe fácilmente. Para promocionar la jatropha como una alternativa verde para los aviones, Air New Zealand, Boeing y Rolls Royce ya lo han probado como combustible.

Cerca del 37 por ciento de la semilla de la jatropha es aceite. Ese aceite se puede quemar en un motor diésel sin necesidad de demasiado refinado, y en una hectárea hay potencialmente litros y litros de este líquido. ¿Pero cuántos? Nadie lo sabe.

El arbusto todavía no ha alcanzado la madurez en las plantaciones, donde es cuidado como el más exquisito árbol frutal. Es una apuesta, pero una de la que Whitehead está disfrutando totalmente. Sus grandes manos de granjero señalan el horizonte, recorren las sinuosas colina, mientras dice con orgullo que "estamos haciéndolo lo mejor que podemos; estamos literalmente explorando nuevos caminos".

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