Mueren ocho policías por la explosión de una mina en el sureste de Turquía

  • Al menos ocho policías han muerto hoy y nueve han quedado heridos al estallar una mina al paso de su vehículo, en una carretera de la provincia de Bingöl, en el sureste de Turquía.

Estambul, 16 sep.- Al menos ocho policías han muerto hoy y nueve han quedado heridos al estallar una mina al paso de su vehículo, en una carretera de la provincia de Bingöl, en el sureste de Turquía.

El atentado tuvo lugar sobre las 7.15 horas GMT cerca del municipio de Karliova, en la ruta que conecta Bingöl con Erzurum, y el vehículo quedó parcialmente destrozado por la explosión, según las primeras imágenes de la cadena turca CNNTürk.

Acorde a la edición digital del diario Hürriyet, el explosivo se había ocultado en un agujero previamente excavado en la carretera para hacerlo estallar al paso de un minibús que llevaba placa civil, pero transportaba a 17 policías, de los que ocho murieron y nueve sufrieron heridas.

La colocación de minas en las carreteras del sureste turco, que luego son explotadas mediante un control remoto al paso de un convoy militar o policial, es una táctica habitual del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla que combate contra el gobierno turco.

Según la cadena NTV, los policías víctimas del ataque se habían trasladado previamente a Bingöl para participar en una redada contra supuestos miembros de la Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK), una difusa red descrita como la "rama social" del PKK.

Hay más de un millar de juicios en marcha contra acusados de pertenecer al KCK y centenares de detenidos en prisión preventiva, aunque las acusaciones prácticamente nunca hacen referencia a delitos violentos, sino siempre a un apoyo ideológico al PKK.

En los últimos meses, el PKK ha intensificado su enfrentamiento con el Estado turco y los combates son ya diarios en provincias el extremo sureste como Hakkari o Sirnak.

Ayer mismo, una mina, supuestamente colocada por la guerrilla kurda, se activó al paso de un convoy militar en Hakkari, lo que supuso la muerte de cuatro soldados y otros cinco uniformados heridos.

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