Nawaz Sharif reclama el fin de los 'drones' tras ser elegido primer ministro

  • El conservador Nawaz Sharif hizo hoy un nuevo llamamiento para que Estados Unidos ponga fin a sus ataques con aviones no tripulados en Pakistán tras ser elegido, por tercera vez y con amplia mayoría parlamentaria, como primer ministro del país.

Pau Miranda

Islamabad, 5 jun.- El conservador Nawaz Sharif hizo hoy un nuevo llamamiento para que Estados Unidos ponga fin a sus ataques con aviones no tripulados en Pakistán tras ser elegido, por tercera vez y con amplia mayoría parlamentaria, como primer ministro del país.

"Va en contra de las leyes y es una violación de nuestra soberanía", advirtió Sharif sobre los bombardeos efectuados por los 'drones' estadounidenses, en total sintonía con el discurso público del Ejecutivo saliente, liderado por el Partido Popular (PPP).

Sharif realizó la referencia a los bombardeos con aviones espía en las zonas tribales del noroeste del país en el transcurso de su discurso de investidura, en el también que pidió unidad a las fuerzas políticas para consolidar la democracia paquistaní.

La candidatura del líder de la Liga Musulmana de Pakistán-N (PML-N) obtuvo 244 de los 317 votos emitidos en la Cámara baja poco después del mediodía local, mientras que los otros dos candidatos no llegaron al medio centenar de apoyos.

La designación de Sharif estaba cantada gracias a la amplia mayoría que logró el PML-N en los últimos comicios, celebrados el pasado 11 de mayo, y que se ha visto engrosada por el apoyo de numerosos candidatos independientes y de otras fuerzas políticas.

El que a priori era gran rival de Sharif en los comicios, el excriquetista Imrán Khan, no apareció hoy en la Asamblea por estar aún convaleciente de una caída que sufrió poco antes de las elecciones y que le produjo fracturas en la columna vertebral.

El candidato que sustituyó a Khan por el Movimiento de la Justicia de Pakistán (PTI), Javed Hashmi, quedó en tercer lugar de la votación con 31 escaños parlamentarios.

Los diputados del saliente Partido Popular de Pakistán (PPP), la segunda fuerza de la Cámara, votaron por su candidato, Majdum Amín Fahim, que logró en total 42 votos.

Tras su elección, el nuevo jefe de Gobierno mostró su agradecimiento al pueblo de Pakistán por la elección y afirmó desde su escaño que "Pakistán ha sufrido bajo los dictadores" y que el país y la democracia "deben ir unidos".

En su discurso, Sharif hizo un llamamiento a la unidad política y "a superar la política de partidos" para dibujar una agenda común y hacer frente a los principales problemas del país, entre los que Sharif situó la inseguridad y la escasez energética.

En cuanto al terrorismo, Sharif pidió un esfuerzo de todas las fuerzas políticas para encontrar vías para acabar con la violencia.

Respecto a la acuciante escasez energética, que causa numerosos cortes de electricidad en hogares y empresas de todo el país, el nuevo primer ministro se limitó a afirmar que "pronto" anunciará su plan para hacer frente a uno de los problemas que más preocupa en la calle.

Más explícito fue en su intención de promover nuevas infraestructuras de transporte, y especificó que con ayuda "de los amigos chinos" se trazará una nueva autovía y un ferrocarril desde el puerto meridional de Gwadar hasta la frontera china, en el norte.

El jefe de Gobierno también hizo mucho hincapié en su alocución al equilibrio territorial de la Federación paquistaní.

Una enmienda constitucional aprobada en la pasada legislatura otorga importantes competencias a las regiones y obligará al PML-N a ejercer el diálogo interterritorial, en especial con sus dos principales rivales, el PTI y el PPP.

El PML-N, además de gobernar en Islamabad, controla el Gobierno de las regiones del Punjab -este- y Baluchistán -oeste-, pero la meridional Sindh queda en manos del PPP y la noroccidental Khyber Pakhtunkhwa será gobernada por el PTI de Imrán Khan.

El que se inicia hoy será el tercer mandato de Gobierno del líder del PML-N tras los dos períodos en los que fue primer ministro durante la década de los noventa.

En ambas ocasiones, Sharif tuvo que abandonar el cargo antes del fin de la legislatura, y en el segundo mandato su Gabinete fue depuesto por un golpe de estado encabezado por el entonces jefe del Ejército, Pervez Musharraf, en 1999.

Paradójicamente, el nuevo primer ministro tendrá que lidiar con la situación de Musharraf, que está en arresto domiciliario por varias causas abiertas tras su vuelta al país el pasado abril, pero que difícilmente pisará la cárcel por su condición de exmilitar.

Medios y analistas locales afirman que las instituciones del país, tanto el Ejército como la judicatura y el Ejecutivo, están de acuerdo en pactar la salida del país para Musharraf y evitar el escarnio que representa el arresto del exjefe del Ejército.

El proceso electoral que culminó hoy Pakistán se ha desarrollado con relativa normalidad a pesar de la violencia de los talibanes que golpeó la campaña y la jornada electoral del pasado mayo, y los plazos constitucionales se han respetado escrupulosamente. EFE

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