Las obsesiones y delirios de Ali David Sonboly: el infierno estaba en su mente

  • Sonboly recibía tratamiento psiquiátrico y tenía fobia social. Era solitario, inseguro, sufría acoso, era adicto a los videojuegos y sentía veneración por asesinos como Breivik.

    Como Breivik meditó su ataque mucho tiempo y tendió una trampa para congregar el mayor número de víctimas. Su nicks eran 'Psicósis' y 'Juguemos este juego hasta la muerte'.

Ali David Sonboly
Ali David Sonboly

"Os matare a todos". Era el objetivo de Ali David Sonboly, el jóven que el pasado viernes se suicidó después de matar a nueve personas, la mayoría menores, aunque tenía balas para matar a 300 más.

El joven alemán de origen iraní vivía obsesionado con los videojuegos, con los asesinos en serie y con las matanzas. Era tímido, solitario e inteligente. En su habitación escondía un libro cuyo título adquiere ahora todo su significado: "Amok, por qué matan los estudiantes".

En psiquiatría, el síndrome Amok es un síndrome que espontánea explosión de rabia salvaje, que hace que la persona afectada corra alocadamente o armada y ataque, hiera o mate indiscriminadamente a los seres vivos que aparezcan a su paso, hasta que el sujeto sea inmovilizado o se suicide. 

Y Ali Sonboly sacó toda su rabia el pasado viernes matando a todas las personas que encontró a su paso. Incluso, para garantizar el éxito de su matanza, abrió una cuenta fake en Facebook destinada a atraer más público a la hamburguesería en la que inició el tiroteo.

El joven dijo haber estado ingresado por problemas mentales y estaba en tratamiento psiquiátrico por depresión y ansiedad. Sufría fobia social y, al parecer, era víctima de acoso escolar de los 12 años. Al parecer, los acosadores, compañeros en el colegio Alfons Mittelschule de Munich, eran de origen turco. Tres de sus nueve víctimas tenían esa nacionalidad.

Era una personas que había acumulado un gran resentimiento hacia la sociedad y hacia todo su entorno. Pudo decidir que el escenario de su crimen fuese un McDonald's para asegurarse de que sus víctimas no pudiesen escapar y porque era el lugar al que iba gente como él, pero sin sus problemas.

Su ataque fue premeditado, y mucho. Llevaba cerca de un año, desde el pasado verano, planificándolo. Y no ocultaba sus intenciones. Eran frecuentes sus amenazas.

Incluso, según la Policía, llegó a visitar el escenario de otra matanza escolar, lo que documentó con su cámara digital. Sus referentes eran ese tipo de matanzas. Se fijó en la acción de Tim Kretschmer, un joven alemán de 17 años que en 2009 mató a 15 compañeros, la mayoría en el instituto en el que estudiaba en la ciudad de Winnenden. Kretschmer se suicidó después de su ataque.Admiración por Breivik

Pero sin duda, un claro motivador de su ataque fue el neonazi noruego Anders Breivik que el 22 de julio de 2011 mató a 77 adolescentes. Breivik, un extremista antimusulmán estuvo cinco años preparando el que sería el atentado más brutal de la historia de este país nórdico.

Sonboly hizo coincidir su tiroteo con el quinto aniversario de la matanza de Breivik. Pero hubo más coincidencias con el asesino noruego, por el que el alemán incluso sentía veneración. 

Breivik y Sonboly planificaron sus ataques con mucha antelación. Ambos trataron de atraer el mayor número de víctimas. Breivik apareció en Utoya vestido de policía y reclamó la atención de los jóvenes que se encontraban allí para informarles sobre el ataque que se había producido en Oslo y que lo mejor era permanecer en la isla. Lo que no sabían era que fue él quien había perpetrado aquel ataque y que usaría su fusil para matarles.Obsesionado por los juegos violentos

Sonboly dedicaba mucho de su tiempo a los videojuegos, especialmente en aquellos más violentos. En los foros donde los aficionados comparten experiencias, solía utilizar nicks como Psicosis o Juguemos este juego hasta la muerte.

En más de una ocasión, el joven fue expulsado de estos mismos puntos de encuentro virtuales por sus amenazas. Las discusiones con otros usuarios eran frecuentes.

"Lo echamos del grupo online durante más de un año porque no dejaba de amenazarnos. Pero se inventaba nuevas identidades para colarse", dijo uno de estos internautas. En una de esas discusiones, ya les advirtió de sus planes. "Os mataré a todos".

Otros testigos le definen como un joven problemático. El propietario de un café cercano al domicilio de Sonboly asegura: "No era feliz, como se espera de un adolescente”.

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