OTAN "no siente entusiasmo" por III Guerra mundial,dice historiador británico

  • Fernando Prieto Arellano.

Fernando Prieto Arellano.

Madrid, 2 may.- El historiador británico Peter Hart afirma que la actual crisis de Ucrania y el papel de Rusia en la misma no serán un detonante para el estallido de una tercera guerra mundial, en particular porque las potencias de la OTAN "no sienten entusiasmo" por esa perspectiva.

En entrevista con Efe con motivo de la publicación en español de su libro "La Gran Guerra, 1914-1918. Historia militar de la Primera Guerra Mundial" (Crítica), Hart subraya que una nueva guerra mundial por Ucrania tendría un comienzo "muy clásico", en el sentido de que países terceros intervendrían en ayuda de una nación que eventualmente hubiera sido agredida por otra.

Una situación semejante a la que prendió la mecha de la I Guerra Mundial, cuando Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia por el asesinato en Sarajevo a manos de nacionalistas serbios del archiduque Francisco Fernando, heredero del trono imperial austro-húngaro.

El enrevesado sistema de alianzas de la época hizo que la declaración de guerra de Austria-Hungría a Serbia movilizase a Alemania del lado de la primera y a Francia y Gran Bretaña del lado de la segunda. De repente, Europa estaba inmersa en una conflagración total.

Sin embargo, sostiene Hart, historiador del Museo Imperial de la Guerra de Londres, las circunstancias serían hoy en día muy diversas en el caso de Ucrania porque ni la OTAN ni los políticos que lideran los países aliados parecen muy proclives a que se produzca tal cosa.

"Las potencias de la OTAN no tienen el entusiasmo requerido" para enfrentarse a una situación semejante. "Ni militares ni políticos, en mi opinión. tienen agallas" para plantearse algo así, afirma Hart.

El historiador británico incide en que esto "es algo que ya hemos visto en el caso de Siria", cuya guerra civil se ha cobrado unos 150.000 muertos desde que comenzó en marzo de 2011 (según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos) sin que nadie se haya decidido a intervenir para detenerla.

"Todos podemos ver que algo va mal en Siria, pero qué se puede hacer al respecto ¿quiénes son los buenos? ¿quiénes son los malos? No podemos intervenir sin que como resultado de tal intervención muera casi todo el mundo. No hay respuestas sencillas, desde luego, para los historiadores. Los historiadores tratan de señalar problemas no de resolverlos", argumenta.

"Una de las cosas que te enseña la Primera Guerra Mundial es que nunca sabes lo que va a pasar. Las causas y las consecuencias de un conflicto son muy diferentes", afirma Hart, quien pone un ejemplo contemporáneo en tal sentido: "La causa oficial de la intervención de Estados Unidos y Gran Bretaña en Irak, en marzo de 2003, fue el empeño por eliminar las supuestas armas de destrucción masiva en poder del dictador iraquí, Sadam Husein".

La consecuencia ha sido muy distinta, en opinión de Hart, pues ha significado "el llamamiento a una yihad terrorista en todo el mundo".

"No digo que (por la cuestión de Ucrania) vaya a estallar una gran guerra, pero desconocemos que lo que hacemos va a provocar reacciones en el mundo", comenta el historiador británico.

En relación con la Primera Guerra Mundial, Hart sostiene que "cuando el archiduque Francisco Fernando fue asesinado nadie pensó que se iba a desencadenar una guerra mundial".

Si se analiza la mente del autor material del magnicidio, el terrorista serbio-bosnio Gavrilo Princip, este "no tenía intención de provocar una guerra mundial, tan solo pretendía defender la causa del nacionalismo serbio".

En este sentido, Hart cita en su libro un discurso pronunciado en 1888 ante el Reichstag por el entonces canciller alemán, Otto Von Bismarck, quien ya advertía sobre el peligro de "hundir Europa en una guerra que ningún hombre logra comprender. Al final de la contienda apenas sabremos por qué habíamos luchado".

"Las guerras en el futuro, y también hoy en día -sostiene Hart- se librarán por los recursos naturales, el petróleo, el gas, incluso el agua".

Y yendo más lejos aporta un ejemplo plenamente vinculado a su objeto de estudio, cuando indica que en 1914, Gran Bretaña invadió Mesopotamia (el actual Irak) "y lo hizo para obtener petróleo. Mucha gente no se da cuenta de este dato. En muchas ocasiones se repiten las situaciones, las cosas no cambian".

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