¿Puede la oposición siria salir adelante?

  • Cuando las protestas comenzaron, los opositores a Al Asad se alegraban de no tener un líder concreto. Pero con una situación cada vez más estancada, la ausencia de líder se convierte en una desventaja. Varios grupos han intentado unir sus fuerzas, pero todo se creen capaces de hacer la revolución solos.
¿Puede la oposición siria salir adelante?
¿Puede la oposición siria salir adelante?
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Hugh Macleod y Annasofie Flamand, Beirut (Líbano) | GlobalPost

En las primeras semanas de la revuelta contra el régimen del presidente Bashar al Asad los jóvenes activistas que ayudaron a encauzar las protestas en las calles celebraban el hecho de que su movimiento no tuviese un líder concreto.

Enfrentados al aparato de seguridad de uno de los estados policiales más férreos del mundo, los jóvenes activistas establecieron unos procedimientos operativos clave: se dividieron en pequeñas células, conocidas como comités locales, para organizar manifestaciones y documentar los ataques del régimen.

Los comités se mantuvieron separados para evitar las detenciones masivas. Se comunicaban a través de redes sociales en internet, y en secreto.

Ahora, cinco meses y medio después del levantamiento, la misma característica que ha hecho que la oposición siria haya logrado durar tanto frente a los militares y la policía secreta se ha convertido en su debilidad. La comunidad internacional, e incluso muchos sirios, no logran visualizar quién llevaría el liderazgo de una Siria post-Asad.

En una reunión con activistas anti-Asad el pasado mes en Washington, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, les animó a trabajar unidos en una "visión unificada" de Siria.

La necesidad de una definición se hace más urgente a medida que la crisis continúa. Los sirios salieron por primera vez a la calle en marzo para protestar contra su presidente. Hasta ahora ya han muerto por la revuelta 2.200 personas, según las Naciones Unidas. De esa cifra, 350 murieron en agosto.

El 1 de septiembre el fiscal general de la provincia de Hama presentó su dimisión por la brutal represalia que está llevando a cabo el Gobierno, y mencionó casos de torturas y matanzas masivas. Es el funcionario de más alto rango en Siria que se ha apartado del régimen desde el inicio de las protestas.

"Sabemos que este es un momento crítico en la historia de la revuelta siria", afirma Radwan Ziadeh, un miembro de la oposición en el exilio. "Sabemos que la comunidad internacional no puede negociar con los opositores de manera individual".

Pero si se observan con detenimiento los elementos dispares de la oposición se puede ver lo tremendamente complicada que puede resultar su unificación.

Dentro de Siria la oposición está dividida entre comités locales liderados por jóvenes y la oposición de los políticos veteranos.

La generación joven dice que, pese a décadas intentándolo, los mayores no han logrado ningún cambio democrático significativo. También acusan a la vieja guardia de haber tardado demasiado en respaldar las protestas. Ahora que la oposición ha logrado impulso, los jóvenes creen que los adultos quieren tomarles el relevo en la lucha por el cambio.

Fuera de Siria, según algunos testimonios, hay al menos siete redes diferentes de opositores. Al menos cinco grandes reuniones de la oposición han tenido lugar fuera de Siria, y en ninguna se ha logrado establecer un consejo de representación unificado.

"Aún así el objetivo es el mismo para todos nosotros: todos queremos un cambio de régimen, todos queremos un estado civil que respete la dignidad y los derechos humanos de todo el mundo", afirma Iyas al-Maleh, que ayudó a organizar una conferencia de la oposición en Bruselas en junio. "Pero no todos están sumando sus fuerzas, solamente controlando cada conferencia. Todavía están fragmentados. Todos piensan que lo pueden hacer solos. Hay demasiado ego, lamentablemente".

El 29 de agosto, frustrados por tantos titubeos, un pequeño grupo de activistas dio un paso rotundo: anunciaron la formación de un consejo nacional de transición en Siria, siguiendo el modelo del que creó la oposición libia, integrado por 94 personas dentro y fuera del país.

Pero había un problema: ninguno de los que aparecía en la lista había accedido a participar, y ni siquiera les habían informado de su elección hasta que saltó la noticia.

"Fue un intento de impulsar la oposición", explica un activista que tomó parte en la iniciativa, anunciada por el canal Al Jazeera desde la capital de Turquía, Ankara. "Si su nombre estaba en la lista, decían 'no, no voy a participar'. Entonces nosotros les preguntábamos 'Vale, entonces dinos cuál es tu idea'", dice.

Dentro de Siria, los grupos de la oposición dicen que la iniciativa ha perjudicado su causa.

"Fue una iniciativa precipitada y hecha de una manera poco profesional", asegura Omar al-Idlibi, portavoz de los comités de coordinación locales. "Los 94 miembros ni siquiera están de acuerdo entre ellos".

Los activistas en el terreno dicen que se les debería de dejar la coordinación a ellos. Ellos y sus familias han soportado oleadas de detenciones, y también intentos de asesinato. La represalia del Gobierno les ha obligado a esconderse, y muchos tienen que moverse continuamente de casa en casa mientras luchan parar que el movimiento siga con vida.

Su plan ahora, según una figura de la oposición en Siria que quiere permanecer en el anonimato, es unir a los comités sobre el terreno. "En cuanto hagamos eso, elegiremos un consejo de transición, pero no queremos que eso tenga lugar fuera del país", dice. "La gente de fuera no sabe lo que ocurre dentro de Siria. Nosotros somos los que tenemos la experiencia".

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