Recta final de la campaña electoral en Austria, con los socialistas al frente

  • Austria vive hoy la recta final de la campaña para las elecciones parlamentarias de mañana y los sondeos auguran una victoria socialdemócrata, subidas de los partidos opositores -incluyendo ultranacionalistas y populistas-, mientras la formación de gobierno podría complicarse más de lo esperado.

Jordi Kuhs

Viena, 28 sep.- Austria vive hoy la recta final de la campaña para las elecciones parlamentarias de mañana y los sondeos auguran una victoria socialdemócrata, subidas de los partidos opositores -incluyendo ultranacionalistas y populistas-, mientras la formación de gobierno podría complicarse más de lo esperado.

Marcado por un creciente nerviosismo y agresividad, los partidos políticos empezaron a cerrar anoche sus respectivas campañas en diferentes partes de la capital.

Los más tardíos en hacerlo fueron los ecologistas "Los Verdes", que celebran hoy su último mitin electoral en Viena.

El frenesí electoral hasta el último momento se explica con el hecho que las encuestas aseguran que la mitad del electorado seguía indeciso hasta la última semana de campaña y un tercio incluso decide en el último momento a quién va a votar.

Eso hace que los partidos hayan intensificado sus campañas en los últimos días, con mítines de sus principales candidatos en todas partes Austria, un país alpino de 8,4 millones habitantes y con una de las rentas per cápita más altas de Europa.

Por primera vez en su historia, el Parlamento austríaco podría albergar después de estos comicios siete partidos, lo que podría hacer necesario formar gobierno entre al menos tres partidos.

Los últimos sondeos, emitidos por cuatro institutos demoscópicos diferentes en los últimos diez días, dan como ganador seguro al gobernante Partido Socialdemócrata Austríaco (SPÖ).

Con un 27 % de los votos, el partido del actual canciller federal, Werner Faymann, perdería más de dos puntos porcentuales con respecto a 2008, pero se mantendría con en la primer posición.

Su socio de coalición, el Partido Popular Austríaco (ÖVP), liderado por el ministro de Asuntos Exteriores, Michael Spindelegger, bajará según las encuestas más aún, al pasar del 26 al 22 o 23 %.

En el último debate televisado esta semana, los líderes de SPÖ y ÖVP se enfrentaron con inusual dureza y vehemencia.

Mientras Faymann defendía la necesidad de subir los impuestos a los más ricos para bajarlos a los demás contribuyentes, Spindelegger le acusó de querer estrangular la economía con nuevos impuestos.

Austria tiene con el 5,1 por ciento la tasa de desempleo más baja de la Unión Europea (UE), es uno de los países de la zona euro que mejor ha superado la crisis financiera y económica.

Pero en lugar de respaldar la gestión económica del Gobierno, ha crecido en Austria el descontento con la supuesta "parálisis política" vivida bajo la llamada "gran coalición".

El ultranacionalista Partido de la Libertad (FPÖ), muy crítico con la gestión de la coalición, ha logrado en la recta final de la campaña acercarse a los democristianos, con el 21 % de los votos, o sea, cuatro puntos más que en 2008.

Le siguen los "Los Verdes", un partido con sentido de Estado que ha apoyado varias medidas del Gobierno contra la crisis desde 2008.

Con un 15 %, los ecologistas mejorarían mucho su último resultado electoral del 10,4 % y se situarían por delante del nuevo partido populista "Team Stronach".

Fundado en 2012 por el magnate austro-canadiense Frank Stronach, esta formación sin ideología política identificable obtendría el 7%, bastante inferior al 10 % que indicaban los sondeos hace poco.

Las rocambolescas intervenciones televisivas del octogenario Stronach -fundador de la multinacional de compuesto de automóviles Magna- parece haber desmotivado a algunos de sus seguidores, que vuelven al FPÖ y su telegénico líder, Heinz Christian Strache.

Éste lucha bajo el cínico lema electoral de "amor al prójimo" por el voto protesta y más nacionalista, con un programa político que le da abiertamente prioridad a los austríacos sobre los inmigrantes.

Mientras, la "Alianza para el Futuro de Austria" (BZÖ), fundada en su momento por el fallecido líder ultranacionalista Jörg Haider, batalla con un programa liberal populista por seguir en el Parlamento.

Lo mismo hace otro partido nuevo, los liberales NEOS, financiados por un conocido empresario de la construcción, y que se presenta con el objetivo de hacer "política a favor de los jóvenes".

Los sondeos otorgan a BZÖ y NEOS cerca del 4 % de los votos, justo el mínimo necesario para entrar en la Cámara de 183 diputados.

En caso de que ambos lo hagan, Austria podría vivir la insólita situación de que los dos grandes partidos históricos, SPÖ y ÖVP, se queden sin mayoría parlamentaria.

Se acabaría entonces la tradición de la "gran coalición", que ha dominado la política austríaca desde 1945, y habría que buscar nuevas coaliciones, por ejemplo entre el SPÖ, ÖVP y Verdes.

Pero la coalición más probable, coinciden los analistas y diarios austríacos, sigue siendo la "gran coalición", tan criticada pero a su vez deseada por muchos en el país, ya que simboliza estabilidad y continuidad, dos atributos muy respetados en Austria.

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