Ricardo Blázquez, un hombre de consenso y paz

Pilar R. Veiga

Madrid, 12 mar.- Ricardo Blázquez ha sido nombrado hoy nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), tal y como auguraban las quinielas desde hace días, al ver en él a una persona con experiencia, pues ya ocupó este cargo y ha sido vicepresidente, y es definido por ser un hombre de consenso y paz.

Nacido en Villanueva del Campillo (Ávila), cumple 72 años el próximo 13 de abril y dentro de tres tendrá que presentar su renuncia al papa, momento en el que también cumplirá un trienio como presidente.

Blázquez, arzobispo de Valladolid, ya estuvo al frente de los obispos entre 2005 y 2008 y fue vicepresidente de la CEE durante los dos últimos trienios consecutivos.

Hoy, en su primera comparecencia ante los medios de nuevo como presidente, ha pedido respeto por la vida en todo su trayecto.

El rechazo a la Ley del Aborto, en cuya reforma trabaja ahora el Gobierno, ha sido también una de las principales batallas de su antecesor, Antonio María Rouco Varela, con el Gobierno de Mariano Rajoy.

Blázquez es recordado en su anterior etapa por sus desencuentros con el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero por las leyes sobre el matrimonio homosexual o la educativa por incluir la asignatura de Educación por la Ciudadanía.

Ordenado sacerdote el 18 de febrero de 1967, estudió Teología en la Universidad Gregoriana de Roma, por la que se doctoró en 1972.

En 1974 comenzó la docencia en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde fue, hasta 1988, profesor de la Facultad de Teología y decano de la misma entre 1978 y 1981; además, ha sido Gran Canciller de la Universidad del espiscopado español.

En 1988 el papa Juan Pablo II le nombró obispo auxiliar de Santiago de Compostela y en 1992 obispo de la diócesis de Palencia.

En agosto de 1995 su nombre sonó como para ocupar la diócesis de Bilbao (vacante desde la jubilación de Luis María Larrea en 1993) y se vio envuelto en la polémica desatada a raíz de unas declaraciones del entonces presidente del PNV, Xabier Arzalluz, en contra de la designación de un obispo de origen no vasco para Bilbao.

Finalmente, el 8 de septiembre de 1995 Blázquez fue designado obispo de Bilbao, convirtiéndose en el quinto prelado desde que se fundó la diócesis en 1950.

Fue uno de los convocantes, junto a los prelados de San Sebastián, Pamplona y Vitoria, del Encuentro de Oración por la Paz, celebrado en 2001 en Armentia (Vitoria) y uno de los firmantes de la carta pastoral conjunta "Preparar la paz", de 2002, en la que además de definirse netamente frente a ETA, manifestaban su preocupación por la posible ilegalización de Batasuna tras aprobarse la Ley de Partidos.

Blázquez, que ha condenado públicamente el terrorismo en diversas ocasiones, pidió en el año 2000 perdón "por las carencias de cercanía y atención que ha podido tener la Iglesia de Vizcaya con las víctimas del terrorismo".

El 8 de marzo de 2005 fue elegido presidente de la CEE, por un periodo de tres años y en sustitución de Rouco Varela, que no consiguió la mayoría necesaria para ser reelegido.

En marzo de 2006, con motivo del alto el fuego permanente de ETA, llamó a la unidad de los gobernantes y políticos, en "un momento de esperanza".

Durante su anterior mandato al frente de la CEE se aprobó el nuevo modelo de financiación de la Iglesia y la nueva relación laboral indefinida de los profesores de Religión con la Administración.

El 4 de marzo de 2008 fue relevado al frente de la CEE por Rouco Varela y elegido vicepresidente del órgano de los obispos.

En 2009, Benedicto XVI le designó uno de los cinco "visitadores" encargados de inspeccionar las supuestas irregularidades por abusos sexuales a seminaristas cometidas en la congregación los Legionarios de Cristo.

Arzobispo de Valladolid desde 2010, Blázquez asume de nuevo la presidencia de la CEE destacando que "la Iglesia es una casa con las puertas abiertas" para todos los que necesitan apoyo.