Un tribunal de Rotterdam, en Holanda, ha condenado, por primera vez, a un hombre de 36 años a pagar dos multas de 100 euros cada una por un delito de acoso sexual callejero que cometió el verano pasado contra dos grupos de mujeres, según recoge el medio local Parool. Las víctimas que le denunciaron aseguraron que las persiguió, les lanzó besos y realizó gestos con las manos.
Los hechos ocurrieron el pasado verano. El hombre, de 36 años, se dirigió a, al menos, dos grupos de chicas para decirles frases como "hey baby" o "hola bella dama", también les lanzó besos y las llegó a perseguir. Las jóvenes aseguraron que mostraron su rechazo al hombre y que en ningún momento se sintieron a gusto con el comportamiento.
El condenado se mostró arrepentido en el juicio, aseguró que "era un cumplido" y que desconocía que era delito. Para el tribunal holandés dirigirse a mujeres no es delito, sin embargo sí lo es lanzarles besos o la persecución. La Fiscalía había pedido una multa de 380 euros pero el juez la rebajó a dos multas de 100 debido a la situación económica del hombre.
Se trata de la primera condena desde que la ciudad holandesa aprobase una nueva normativa que prohíbe la intimidación callejera para que las mujeres puedan caminar sin peligro en las calles. El reglamento local castiga con multas de hasta 4.100 euros o con penas de tres meses de prisión como máximo.
El concejal de Rotterdam se mostró satisfecho con la sentencia y aseguró que compartirán "nuestro conocimiento y experiencia con otros municipios". Como recoge el medio holandés, la ciudad de Ámsterdam también mantiene un reglamento que penaliza el acoso callejero.
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