Seis muertos y cinco heridos por el ataque de un suicida en Kabul

  • El atacante, con un chaleco repleto de explosivos, se estrelló contra las puertas del recinto de la OTAN en una bicicleta, subrayando la capacidad de los insurgentes de actuar dentro de la capital afgana mientras la mayoría de las tropas extranjeras preparan su retirada para finales de 2014.

Un joven de 14 años se suicidó el sábado en Kabul haciendo estallar los explosivos que llevaba encima cerca de la protegida sede de la OTAN, según las autoridades locales y de la OTAN, en un atentado en el que murieron seis civiles, entre ellos varios niños.

El atacante, con un chaleco repleto de explosivos, se estrelló contra las puertas del recinto de la OTAN en una bicicleta, subrayando la capacidad de los insurgentes de actuar dentro de la capital afgana mientras la mayoría de las tropas extranjeras preparan su retirada para finales de 2014.

Sangre y trozos de carne salpicaban la calle cerca de la base, donde podían verse varios cuerpos pequeños de niños que fueron trasladados en ambulancias, según testigos. Decenas de niños ofrecen chucherías en torno a las bases extranjeras, esperando ganar algo de dinero.

Poco después de la explosión, mujeres cubiertas con burqas que dijeron ser las madres de los niños muertos lloraban en el lugar del atentado.

La policía de Kabul dijo en un comunicado a los medios que el atacante tenía 14 años, sin dar más detalles. Los talibanes se atribuyeron la responsabilidad del ataque, diciendo que habían enviado a un suicida para atacar las oficinas en Kabul de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA, en sus siglas en inglés).

La misión de la OTAN en Afganistán, la ISAF, condenó el empleo de niños en ataques. "Forzar a jóvenes menores de edad a hacer su trabajo sucio muestra de nuevo las despreciables tácticas de la insurgencia", dijo el portavoz y general de brigada Gunter Katz.

La embajada estadounidense en Kabul dijo en un comunicado que emplea a "los más impresionables y vulnerables", como un adolescente, para realizar estos ataques, revela la verdadera naturaleza de los insurgentes.

El portavoz del Ministerio del Interior Sediq Sediqqi dijo que seis civiles murieron en el ataque, que se produjo justo antes del mediodía, y otros cinco resultaron heridos, incluyendo varios niños.

La seguridad se reforzó el sábado en la capital mientras proseguían las celebraciones en memoria del 11 aniversario de la muerte de Ahmad Shah Masud, héroe de la guerra en los 80 contra la ocupación soviética, y más tarde de la oposición a los talibanes.

Masud fue asesinado en un 9 de septiembre por milicianos de Al Qaeda que se hicieron pasar por periodistas.

El suceso es el último ejemplo de cómo los milicianos han logrado atacar el corazón de la capital afgana, después de más de una década luchando con fuerzas occidentales que les superan ampliamente en potencia de fuego.

El presidente, Hamid Karzai, culpó a la inteligencia afgana y a la OTAN por no impedir el último ataque importante en Kabul, cuando un grupo de insurgentes atacó varios edificios del barrio diplomático en abril, lo que llevó a un pulso de 18 horas entre los milicianos y las fuerzas de seguridad.

Sediqqi especuló en su cuenta de Twitter que el ataque del sábado, registrado justo antes del mediodía, podría haber sido obra de los haqaníes, los insurgentes más experimentados del país.

EEUU indicó el viernes que ha clasificado a la red haqaní -a la que se atribuyen una serie de ataques de gran calibre sobre objetivos occidentales y afganos en Kabul- como organización terrorista.

Altos mandos haqaníes dijeron a Reuters desde un lugar no divulgado que la noticia demuestra que EEUU no es sincera en sus esfuerzos de paz en Afganistán y advirtieron de más ataques contra fuerzas estadounidenses en Afganistán.

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