Siria acusa a la comisión de la ONU de ser parcial y faltar a la verdad

  • Damasco acusó hoy a la comisión de investigación de la ONU sobre Siria de "no ser neutral" y de faltar a la verdad en su último informe, que habla de "fundamentos razonables" del uso de armas químicas en ese país y señala que la mayoría de las alegaciones apuntan al régimen de Bachar al Asad.

Ginebra, 4 jun.- Damasco acusó hoy a la comisión de investigación de la ONU sobre Siria de "no ser neutral" y de faltar a la verdad en su último informe, que habla de "fundamentos razonables" del uso de armas químicas en ese país y señala que la mayoría de las alegaciones apuntan al régimen de Bachar al Asad.

"La miembro de la comisión Carla del Ponte hizo una declaración valiente al afirmar que los grupos rebeldes habían usado gas sarín. Pero unas horas más tarde, hubo intensas presiones al presidente de la comisión y éste negó la veracidad de las conclusiones de su colega", señaló el embajador sirio ante la ONU en Ginebra, Fayssal Al-Hamwi.

"Ante esto, ¿Cómo el mundo puede confiar en la neutralidad y la profesionalidad de la comisión? Siria no confía en el trabajo de la comisión", remachó Al-Hamwi durante la presentación del quinto informe de la comisión ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

El texto especifica que "existen fundamentos razonables para creer que han sido usados agentes químicos como armas" en Siria, aunque especifica que "los agentes precisos, los sistemas de distribución o los autores no han podido ser identificados".

Dicho esto, el informe deja claro que a pesar de que ha habido "alegaciones" del uso de armas químicas por las dos partes en conflicto, "la mayoría" de ellas señalan como autores a las fuerzas gubernamentales, y "no hay evidencia" de que los grupos rebeldes dispongan de ellas y las hayan utilizado.

El pasado 6 de mayo, del Ponte declaró a un medio de comunicación que se había recopilado información y testimonios de que los grupos rebeldes habían usado armas químicas, extremo que el presidente de la comisión, Paulo Pinheiro, negó más tarde al asegurar que no había pruebas suficientes para acusar a ninguna de las dos partes.

Al-Hamwi no se refirió en ningún momento a las alegaciones según las cuales el régimen de Al Asad ha usado ese tipo de agentes químicos, y se limitó a recordar que fue el propio Gobierno sirio el que pidió a la ONU que investigase el posible empleo de esas armas.

No obstante, el Gobierno sirio no ha permitido la libre entrada al país del grupo de investigadores y exige que sólo visiten la localidad donde se acusa a los rebeldes de haber usado gas sarín.

También la delegación rusa ha pedido que los investigadores sólo accedan a las localidades escogidas por Damasco, y ha cuestionado la neutralidad y la imparcialidad de la comisión al ignorar algunos sucesos y criticar otros.

"¿Por qué la comisión no hace referencia a los casos de canibalismo perpetrados por los rebeldes?", se preguntó el embajador ruso, Alexei Borodavkin.

Sorprendentemente, la embajadora estadounidense, Eileen Donahoe, no se refirió hoy al uso de armas químicas y se limitó a condenar la creciente brutalidad del régimen, a criticar la intervención de la milicia libanesa chií Hezbolá en el conflicto, y a recordar a Damasco que un día deberá rendir cuentas por sus crímenes.

Más directa fue la Unión Europea, que en una declaración conjunta afirmó estar "profundamente preocupada" por el uso de armas químicas.

La UE condenó las atrocidades cometidas por ambas partes, aunque recordó que la comisión matiza que "las violaciones y abusos cometidos por los grupos armados no gubernamentales no alcanzan la intensidad y la escala de los cometidos por el Gobierno y sus milicias afines".

Es por ello que la UE solicitó a la ONU que refiera el caso a la Corte Penal Internacional para que pueda investigar las atrocidades cometidas en Siria.

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