Las raíces africanas de muchos lusos es uno de los puntos de partida para 'Square' que ha visto en esta situación un buen negocio. La empresa es fruto del trabajo de Romana Gonçales (30 años) y Sara Pinto (24).
Las portuguesas de origen mozambiqueño decidieron llevar a cabo esta empresa después de recibir un curso para emprendedores inmigrantes de la Asociación Batoto Yetu. Un coreógrafo angolano fundó la ONG en 1996 con la idea de aumentar la cohesión social de los inmigrantes procedentes. Las actividades más conocidas de esta organización son las de percusión y danzas africanas, que se completan con proyectos de apoyo social y psicológico, aunque desde el año pasado llevan a cabo iniciativas para emprendedores.
La Asociación estrenó el año pasado un curso piloto, orientado a inmigrantes de con ganas de desarrollar sus propios comercios o empresas de servicio. Marta Mories, coordinadora del proyecto explica que "además de conceptos relacionados con la contabilidad o el marketing les enseñamos a cómo acudir al banco a pedir un préstamo o les indicamos qué hacer para instalar una línea de teléfono en la tienda".
Batoto Yetu presta especial atención a los jóvenes que conforman la segunda generación de inmigrantes. Pese a que tienen la nacionalidada portuguesa, mantienen algunos de los problemas de integración que tuvieron sus padres al llegar de sus países de origen.
Este es el caso de Romana Gonçales, que asistió al curso, y en menos de un año está a punto de abrir la tienda. "Sólo nos faltan unos papeles del banco, queríamos abrir en agosto pero tendremos que esperar a septiembre" dice ilusionada y algo impaciente. Y es que para Gonçales es su "primer negocio, antes trabajaba limpiando casas, tenía muchas ganas de montar la tienda" afirma.
Resultados y expectativas
De los once asistentes al primer curso, cuatro están en proceso de establecer su negocio. Para Marta Mories es un gran triunfo que se ve reflejado en el aumento de alumnos para la próxima convocatoria. "Lo mejor es que la parte individual del curso en la que exponen sus ideas" a partir de ahí les ayudan a enfocar el negocio.
Las empresas que se plantearon eran variadas, aunque Mories reconoce que "según el origen de los inmigrantes tienden a emprender unos locales u otros". Caboverdianos y angolanos prefieren las peluquerías o tiendas de ropa, al igual que los brasileños que también gustan de establecerse en restaurantes.
Las tendencias migratorias de los últimos años señalan el este de Europa como origen de muchos inmigrantes. En su caso las empresas de tecnología e informática, que requieren algo más de formación, son las favoritas.
Una vez que se conocen las iniciativas, la Asociación decide cuáles merecen una carta de recomendación para pedir un microcrédito al banco. Marta Mories añade que para las empresas de jardinería, transportes o informática contactan con las grandes empresas para ofrecer y mostrar su respaldo a estas posibles subcontratas.
Mientras el proyecto coge peso en Lisboa, Júlio Leitao (fundador de la asociación) comienza el mismo proyecto en Angola. El viaje que Batoto Yetu comenzó en el barrio neoyorquino de Harlem con destino a África ya se extiende por Europa: la asociación busca cómplices en España.
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