A primera vista Navalmoral de la Mata, un pueblo de Cáceres, y Touba, una ciudad senegalesa a 176 kilómetros de Dakar no tienen nada que ver. Pero la Asociación Macoudou S. Sall (ASOCMACS) fundada por cuatro hermanos senegaleses residentes en la localidad extremeña ha unido a estas dos localidades. La asociación ha creado un centro sanitario con tarifas reducidas consiguiendo la financiación de organismos españoles.
Bamba Sall es senegalés, pero lleva veinte años viviendo en España, donde en 2004 fundó junto a sus tres hermanos la asociación que lleva a cabo diversos proyectos humanitarios en Senegal, como el impulso de fábricas de jabón formadas por cooperativas de mujeres, el reparto de hectáreas de cultivo a decenas de familias para el consumo propio y futura comercialización o un proyecto de reciclaje de plásticos recogidos en las calles para fabricar mangueras.
"Nosotros fuimos criados en un ambiente de solidaridad y siempre hemos pensado en apoyar a los nuestros", cuenta el presidente de ASOCMACS.
En Senegal, las estadísticas ofrecen unos datos abrumadores: el 48,5 por ciento de los hogares son pobres, el 43 por ciento de la población es menor de 15 años y la tasa de analfabetismo supera a la mitad de la población. El ministerio de Economía del país lleva a cabo una estrategia para la reducción de la pobreza con ayuda del FMI y el Banco Mundial desde 1999, pero los recursos económicos de la población siguen siendo escasos y si a esto se le añade la inexistencia de un sistema público de salud gratuito, el problema sanitario resulta evidente.
Centro sanitario subvencionado
ASOCMACS ha abierto un centro sanitario en Touba con ayuda de fondos españoles (Generalitat Valenciana, diputación de Cáceres y empresas extremeñas). Sin embargo, se ven obligados a cobrar un mínimo por las consultas médicas para salir adelante. "De momento, todos los que llegan a nuestro centro deben pagar por la consulta. Pero es una tarifa mucha más baja de lo que hay que pagar en el resto de Touba", se excusa Mohamed Sall, único médico del centro sanitario.
"Por ejemplo, una consulta en nuestro centro cuesta 1.000 francos senegaleses [0,15 euros], mientras que en otros centros cuesta 1.700 o más. La atención del parto está a 3.000 y en otros centros está a 4.000 o más", apunta. Unos precios que resultan prohibitivos teniendo en cuenta que una persona en Touba gana como sueldo medio 60.000 francos (menos de 100 euros), según Bamba Sall. "La receta médica no tiene subvención en Senegal. Nosotros compramos las medicinas al laboratorio del Estado y las vendemos al mismo precio", ejemplifica el presidente de ASOCMACS.
"Hay sanidad pública, con infraestructura que crea el Estado, pero hay que pagarla. Lo que nosotros cobremos por las pruebas -radiografías, análisis, etcetera- es la tercera parte de lo que cuesta en el sistema público", asegura el portavoz de la Asociación Sociocultural Macoudou S. Sall, Eloy García. "Debemos obrar esta pequeña cuota, porque si no, nos echaríamos encima a toda la Administración y nos sería imposible trabajar. Además, cuando tuviésemos que trasladar a algún enfermo más grave al hospital, tendríamos problemas para que lo admitieran", añade.
Situación precaria
A pesar de la coincidencia de apellidos, Mohamed Sall no tiene relación familiar con Bamba. Es un doctor de medicina general que conoció el proyecto antes de terminarse de construir el centro sanitario que dirige desde que abriera sus puertas en octubre de 2009.
"La situación sanitaria aquí, como en tantos otros países, es precaria. La demanda de médicos y enfermeros es mayor que hace un año y la cobertura existente es bastante pobre. A veces hay personas a las que están hospitalizando y los pacientes avisan de que no tiene dinero para pagar las facturas y les piden que se vayan", se lamenta el director del centro.
Entre él, dos enfermeros y cuatro ayudantes atienden principalmente casos de personas mayores con problemas de hipertensión, enfermedades parasitarias "endémicas de África" como el paludismo (malaria) o la deshidratación severa en los niños. "Aquí la mayoría de las personas son campesinos o comerciantes. También hay muchos pastores, que van a la sabana y beben muy poco. De hecho, acabo de hospitalizar a un niño pastor de ocho años deshidratado a causa del calor. Vive en los alrededores del centro y se ha acercado hasta aquí", cuenta Mohamed Sall.
Voluntarios para incrementar la ayuda
ASOCMACS está comenzando una campaña de voluntariado buscando ayuda entre los profesionales sanitarios españoles. Eloy García lleva la campaña impulsada desde Navalmoral de la Mata. Explica que de momento buscan a ocho o diez sanitarios con experiencia, tanto médicos como enfermeros, para que trabajen en Touba entre julio y diciembre.
"La asociación se encarga de los desplazamientos en Senegal, seguros de viaje, manutención y alojamiento. Por lo menos que tengan agua corriente", apunto García, que pide a los posibles interesados que envíen el currículum a su correo electrónico (eloygarciarod@hotmail.com). "Mejor si hablan francés, pero allí siempre va a haber alguien que hable español, inmigrantes que han vuelto (…). Con el inglés basta", apunta.
La intención de la asociación extremeña es poder proporcionar asistencia sanitaria gratuita en las aldeas cercanas a Touba gracias a la ayuda de estos voluntarios. "Lo que queremos es que la gente que no tiene nada, pueda tener su salud; que cuando estén enfermos puedan ser atendidos", indica Bamba Sall desde Navalmoral.
El centro de salud es la primera fase ya finalizada de un centro integral que ofrecerá formación profesional para niños en la calle a los que acogerán en el centro y en una tercera fase proporcionarán alimentación a niños de 0 a 3 años.
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