Una profesora ayudante de un colegio de Manchester, de 30 años de edad, tendrá que ingresar en prisión por haber mantenido 80 relaciones sexuales con un alumno suyo, de 15, estudiante de la Abraham Moss Community School.
En una primera sentencia emitida por un tribunal de Manchester el pasado septiembre, Caroline Berriman fue condenada a los años de prisión, pero le permitieron conmutar la pena por el cumplimiento de 250 horas de trabajo comunitario, el pago de 100 libras a la víctima (unos 130 euros) y la prohibición de acercarse a la casa de su ex alumno o encontrarse con él.
Diversos sectores sociales criticaron la levedad del castigo, y se cuestionaban si habría sido aplicado el mismo baremo en el caso de que el agresor hubiera sido un hombre y la víctima una chica menor de edad.Marcado de por vida
La semana pasada, un tribunal de Londres resolvió un recurso de apelación y dictaminó que aquella sentencia inicial había sido demasiado indulgente. Anuló la suspensión de la condena y ordenó el ingreso inmediato en prisión de la mujer. Este tribunal, compuesto por tres magistrados, dos hombres y una mujer, afirmaron que el adolescente había quedado marcado de por vida a causa de este suceso. Declararon que el encarcelamiento de la agresora era una medida claramente necesaria y proporcionada.
Berriman reconoció en el proceso que había mantenido 80 relaciones sexuales con su alumno, menor de edad, en pocos meses.
Durante el juicio, la mujer se declaró culpable del delito, al que se añadió el agravante de que ella era estaba trabajando en un puesto de confianza para el menor.
Un de los abogados encargados del caso, acusó a la maestra de haber seducido al adolescente para aprovecharse de él, abusando de su posición de confianza. En su opinión, la nueva sentencia "debería tranquilizar a la población, pues sabe que los adolescentes están protegidos contra los depredadores sexuales".A través de Facebook
La relación entre alumno y profesora comenzó a estrecharse por medio de mensajes en la red social Facebook. Tras intercambiar números de teléfono, comenzaron a verse en casa de la maestra.
En esos momentos mantuvieron relaciones "hasta 80 veces". Incluso el adolescente estuvo viviendo tres semanas en el domicilio de la profesora. Fruto de los contactos sexuales, realizados sin ningún tipo de protección, ella quedó embarazada y decidió abortar. La mujer ya tenía una hija de una relación anterior.
Según declaró el adolescente, él pensaba que se habían convertido en novios formales, pero como la relación se deterioró al poco tiempo, llamó a una línea de atención a niños para confesar que estaba deprimido y que quería suicidarse.
El tribunal declaró que la sentencia podía ser más dura, pero que habían decido dejarla en dos años en atención a la hija que tiene la condenada.Con un niño de 11 años
Este caso de abuso de menores a cargo de una mujer se une a otro cuya sentencia se conoció este año también en Reino Unido. Una joven de 21 años se libró de ir a la cárcel tras haber abusado de un niño de 11, al que cuidaba. En aquella ocasión, el juez justificó la polémica decisión de suspender la pena de cárcel argumentando que ella era muy inmadura y él, muy maduro.
El padre del niño declaró en el juicio que su hijo presumía de haber tenido relaciones con su cuidadora, y que consideraba aquello como "una muesca en su cinturón".
Un portavoz de asociaciones de víctimas comentó en aquella ocasión que en el Reino Unido está muy extendida la opinión de que "el abuso de un chico por una mujer es menos grave que el abuso de una chica por un hombre".
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