¿Traidor o pacificador? Las dos caras del nuevo embajador de Marruecos en España

Probablemente su familia no imaginaba que acabaría como embajador de Marruecos cuando hace seis décadas nació en una ciudad española. Menos aún lo pensarían cuando vieron que fundaba junto a otros activistas el Frente Polisario hace algo más de 30 años. Pero eso es precisamente lo que ha sucedido.

Aunque aún no ha tomado posesión de su cargo, la reciente confirmación de su nombramiento ha causado revuelo especialmente en la comunidad saharaui. El Gobierno marroquí ya le había nombrado como representante en España la pasada primavera, pero el anuncio oficial no se produjo hasta hace una semana.

Ahmedu Uld Suilem fue miembro fundador del Frente Polisario a principios de los años 70 y ocupó varios cargos diplomáticos defendiendo la causa saharaui bajo el paraguas que le proporcionaba Argelia. Incluso fue consejero de la Presidencia de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) para América Latina. (Aquí puedes ver una de las pocas fotos que existen de él).

Pero no siempre estuvo de acuerdo con el Polisario y a mediados del año pasado se pasó al que durante toda su vida había sido el bando enemigo. El motivo de su cambio de parecer se debe principalmente a la oferta que formuló Mohamed VI en 2007 sobre un régimen autonómico para el Sáhara Occidental, cosa que el Frente Polisario no acepta y exige que se celebre el referéndum de autodeterminación al que está comprometida la ONU.

Sin embargo, el cambio de Suilem "no tiene ningún sentido" para Mahmoud Sidi, director del Servicio de Prensa Saharaui, agencia de noticias ubicada en Tinduf (Argelia). "Se ha vendido a Marruecos", opina en una conversación telefónica con lainformacion.com. "Esto es una provocación del Gobierno alauita", añade.

Suilem, que probablemente se incorporará a la legación en Madrid antes de que finalice el año, ha dicho en repetidas ocasiones que para él es la única solución posible, el término medio, pues a su modo de ver así no habría "ni vencedores ni vencidos".

De hijo de alcalde franquista a saharaui combativo y después pro marroquí

El nuevo embajador en España nació en 1951 en Dajla, llamada Villa Cisneros en la época en que fue colonia española hasta 1975. En aquella época, su padre fue procurador en Cortes y alcalde de la ciudad.

Ya unido al Frente Polisario, Suilem huyó a los campamentos de refugiados en Tinduf, donde ahora opina que el país vecino de Marruecos y pro saharaui mantiene "secuestrados" a los refugiados. Así lo dijo en una intervención ante la ONU en octubre de 2009, donde también habló de "genocidio" del pueblo saharaui.

En diciembre de 2009, cuando la activista saharaui Aminetu Haidar permanecía en huelga de hambre después de que el Gobierno marroquí le retirara el pasaporte por declararse de nacionalidad saharaui en la aduana, Ahmedu Uld Suilem se puso de parte de Marruecos en una entrevista en Intereconomía. Nada bueno ni malo, pero sí otro claro ejemplo de que ya no está del lado saharaui, al menos no de la postura del Polisario. Opinaba que Haidar era "víctima (…) de una gran manipulación mediática por parte del Polisario y -por ende- de Argelia".

Reconciliación

En su intervención en El Gato Al Agua de Intereconomía argumentó que Naciones Unidas lleva desde 1963 defendiendo la celebración de un referéndum de autodeterminación sin que se haya llevado a cabo y opina que los Derechos Humanos han mejorado en Marruecos con la llegada de Mohamed VI, cosa con la que muchos analistas internacionales están de acuerdo. Lo dijo con un cariz pacificador, aunque chirriante para un antiguo defensor del Polisario: habló de mejora de los DDHH hacia la "reconciliación nacional".

Ahmedu Uld Suilem es defensor del pueblo saharaui, pero a su manera, sin seguir la corriente mayoritaria del Polisario. Y también defensor del Gobierno marroquí. Un atípico cocktail que puede resultar explosivo o ser justo la única forma de llegar a una solución.

Queda por ver si este "rebelde tranquilizado", como le denomina el portal Jeune Afrique, será capaz de acercar posturas entre sus antiguos y nuevos enemigos. Su misión en España sin duda estará íntimamente unida a la resolución del conflicto saharaui e intentará ganarse el favor de su principal aliado mediterráneo para que apoye el plan de autonomía de Mohamed VI. El referéndum de autodeterminación queda así quizá más lejos que nunca, mientras se avanza hacia esa solución intermedia de la que habla Suilem.