Un miembro de la etnia tutsi asegura que la comunidad internacional planeó el genocidio

    • Juan Hagenimara afirma que el Gobierno no deja que se conozcan las muertes causadas por tutsis durante el genocidio para aplastar a la etnia que prohibió la guerra.
    • Cree que si no hay diálogo y no se deja de obligar a la población a ser víctima el uno del otro, el conflicto seguirá vivo durante generaciones.

En el genocidio de Ruanda murieron más de 800.000 personas
En el genocidio de Ruanda murieron más de 800.000 personas

"Estaba predicando en un convento cuando las milicias de los tutsis me cogieron y me llevaron para matarme a un cementerio porque pensaban que era un hutu. Escapé de milagro". Este es el testimonio de Juan Hagenimana, un sacerdote de 45 años de la etnia tutsi que perdió a toda su familia durante el genocidio de Ruanda.

Unos días después, Juan decidió irse a un campo de refugiados en el Congo. Allí permaneció cuatro años. "Era como vivir en un campo de concentración. Se mezclaba gente de todo tipo, víctimas con verdugos y las chicas jóvenes que no tenían pareja, a menudo eran violadas. Además, la ayuda alimentaria nunca era suficiente ".

Los recuerdos de Juan de aquella época suenan a tristeza, a miedo y a frustración. "Este genocidio es una publicidad porque los tutsis quieren aplastar a la etnia que prohibió la guerra. Durante los 100 días de la barbarie murió mucha gente de ambos bandos y eso se calla". Cuando le preguntamos por qué, Juan nos cuenta que a día de hoy quiénes fueron los auténticos artífices de la cacería continúa siendo un tema tabú. "El Gobierno no deja que se conozcan las muertes causadas por tutsis y si sospechan de alguien lo eliminan automáticamente".

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Juan al igual que muchos otros ruandeses ha llegado a la conclusión de que el genocidio fue preparado y planificado por las potencias internacionales. "Después de la masacre se hicieron con el Ejército de Ruanda, Uganda y Burundi para derrocar al presidente del Congo y apoderarse de la riqueza de sus minerales. Ese era su objetivo desde el principio de la guerra y lo consiguieron. Todo Ruanda lo sabe. Fue la avaricia del Congo lo que generó nuestras muertes. Después lloraron. Pero ya no vale".

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Veinte años después, la población no habla. La sensación en el país es de desconfianza, tanto de uno como de otro bando. Los hutus por temor a las represalias, los tutsis por miedo a que se conozca la verdad. Y mientras tanto la reconciliación entre las etnias no llega. "Si no hay diálogo y si no se deja de obligar a la población a ser víctima el uno del otro, el conflicto seguirá vivo durante generaciones", sentencia Juan.

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