Una empresa danesa suministra en exclusiva el anestésico para la inyección letal en EEUU

  • Además de para tratar ataques nerviosos, el pentobarbital también puede servir para incluirlo en el cóctel que EEUU usa para hacer cumplir la pena capital. Dinamarca es el único país que exporta esta sustancia, y resuelve su dilema ético explicando que no pueden saber los fines concretos de todos los productos que vende.
Dinamarca es el único país que exporta pentobarbital.
Dinamarca es el único país que exporta pentobarbital.
Getty
Teri Schultz, Bruselas (Bélgica) | GlobalPost

La compañía farmacéutica Lundbeck tiene un dilema ético.

La empresa danesa se enorgullece de fabricar productos que mejoran la vida de la gente. Pero uno de esos productos está contribuyendo a ejecutar personas en EEUU.

El asesino convicto Benny Joe Stevens fue ejecutado el martes pasado en la cárcel Parchman, en el estado de Mississippi (EEUU), con una inyección de pentobarbital, un letal anestésico que fabrica Lundbeck.

Dinamarca, al igual que el resto de la Unión Europea, se opone oficialmente a la pena de muerte. Según el portavoz de Lundbeck, Anders Schroll, su compañía respalda esa posición tanto en su sede central como en su delegación estadounidense.

"Se trata de un uso incorrecto de nuestro producto", asegura. "Nos encontramos en un dilema ético, ya que nos oponemos al uso de nuestro medicamento para la pena capital, pero al mismo tiempo queremos asegurarnos de que los pacientes que se benefician de él pueden conseguirlo".

El pentobarbital se utiliza como anestesia en el tratamiento de ataques de nervios en los humanos, y también para sacrificar animales. En EEUU tan sólo Lundbeck comercializa actualmente ese producto. Schroll tiene cartas de médicos solicitando a la compañía danesa que no deje de suministrar a EEUU las 50 millones de dosis del fármaco que se venden al año en ese mercado.

Por su parte, Schroll asegura que la farmacéutica ha enviado en los últimos meses cartas a cárceles en 11 estados de EEUU solicitando que dejen de utilizar el pentobarbital como parte del cóctel letal que se inyecta a los condenados a muerte, porque "eso no es lo que defendemos", explica. El Ministerio de Asuntos Exteriores danés también ha mediado en este asunto a través de vías diplomáticas. Pero ninguna prisión ha respondido de momento a sus peticiones. De hecho, cada vez son más estados los que se muestran dispuestos a utilizar esta sustancia. Virginia, el segundo estado con más ejecuciones del país, anunció la semana pasada que comenzará a usar pentobarbital. El estado líder en ejecuciones, Texas, también anunció el cambio a principios de mes.

La farmacéutica danesa de tamaño medio se enfrenta a este dilema porque otras compañías han puesto fin al uso de sus productos en ejecuciones. El tiopentato de sodio era hasta hace muy poco el sedante obligatorio que utilizaban en los cócteles letales 35 de los 36 estados en donde se aplica la pena de muerte. Pero el único fabricante de esta droga, Hospira, empezó a dejar de suministrarlo en el verano de 2010 y dejó de fabricarlo totalmente en enero, cuando trasladó su fábrica a Italia.

La dificultad para encontrar tiopentato de sodio desencadenó una fiebre entre las instituciones penitenciarias para lograr nuevos suministradores, llegando a implicar en algunos casos a la Food and Drugs Administration para que obviase ciertas normas y permitiese importar el producto desde Gran Bretaña a través de una dudosa empresa llamada Dream Pharma cuya sede comparte espacio con una autoescuela. La desesperación de las autoridades penitenciarias de EEUU y sus métodos poco ortodoxos para encontrar la droga salieron a la luz cuando la American Civil Liberties Union de California del norte y la asociación pro derechos humanos londinense Reprieve difundieron documentos comprometedores.

A finales del año pasado, a raíz de una demanda interpuesta por Reprieve, el gobierno británico bloqueó la exportación de tiopentato de sodio. Por su parte, la agencia antinarcóticos de EEUU tiene cargamentos de esta droga paralizados en sus almacenes debido a las dudas surgidas sobre la legalidad de su importación.

También hay dudas sobre la efectividad real del producto suministrado por Dream Pharma. La madre de un preso ejecutado en Georgia, Brandon Rhode, viajó recientemente a Europa para denunciar la muerte agonizante de su hijo el año pasado, en su opinión a causa del tiopentato de sodio. Un experto en inyecciones letales asegura que los ojos de Brandon permanecieron abiertos durante su ejecución, lo que indicaría que el sedativo no funcionó correctamente.  La señora Rhode ha pedido al gobierno británico que mantenga los límites para exportar la droga, argumentando que las autoridades de EEUU "no sólo asesinaron a Brandon, sino que le torturaron [...] Les ruego que eviten que esta tortura le ocurra a alguien más".

El mes pasado Gran Bretaña añadió el pentobarbital y otros dos fármacos utilizados en las inyecciones letales a la lista de sustancias de exportación limitada.

"Nos oponemos a la pena de muerte bajo todas las circunstancias, y tenemos claro que los fármacos británicos no deben de ser utilizados para inyecciones letales", ha declarado el secretario de Comercio británico, Vince Cable.

La madre de Brandon Rhode  se siente satisfecha. Desde su casa en Mississippi, Patches Rhode asegura que "no hay palabras para expresar lo que siento. El hecho de que los europeos trabajen más duro para ayudar a la gente que está en la cárcel en EEUU que la propia gente de EEUU es simplemente... es vergonzoso". "Pero es fantástico, realmente lo es".

El bloqueo británico deja a Lundbeck como el único suministrador actualmente en EEUU del anestésico obligatorio para las inyecciones letales. Schroll dice que su compañía ha hecho todo lo que ha podido para limitar la compra del pentobarbital y su uso. "Pero los mayoristas no tienen capacidad para controlar el uso final", señala.

Mostrar comentarios