Una respuesta militar a la pregunta "¿por qué no echamos a esos bastardos?"

    • Fue la pregunta que formuló al presidente Obama un veterano corresponsal de la Casa Blanca.
    • Desde el punto de vista militar, no resultaría difícil vencer al EI, sino hacerlos desaparecer de la sociedad.
La coalición liderada por EEUU lanza 15 ataques aéreos contra el Estado Islámico en Irak
La coalición liderada por EEUU lanza 15 ataques aéreos contra el Estado Islámico en Irak

Se calcula que sobre el desértico terreno de Siria e Irakpululan entre 40.000 y 50.000 yihadistas. Están mal armados. Según las agencias de inteligencia, disponen de rifles AK47 y AK74, viejas ametralladoras ligeras y algún antiaéreo, pero carecen de aviación y de carros blindados modernos.

Los tratados antiguos decían que para que una operación terrestre tenga éxito, deben reunir tres atacantes por cada defensor.

Pero ni siquiera sería necesario hacer ese cálculo para borrar del mapa militarmente al Estado Islámico. Una coalición de países occidentalesconquistaría el territorio en un abrir y cerrar de ojos.

(Te interesa leer: Un reportero a Obama: ¿Por qué no podemos echar a esos bastardos?)Ejército terrestre

Indiscutiblemente, la guerra contra el yihadismo del EI requieremovilización de un ejército terrestre, pero apoyado desde el aire e incluso desde el mar.

La cercanía del terreno al mediterráneo permite el lanzamiento de misiles desde destructores cercanos a la costa. Es lo que han hecho los rusos últimos tiempos para probar su armamento.

Aparte de la clásica infantería, jugarían un papel esencialpequeñas unidades de operaciones especiales, dado que la mayoría de los combates se producirían en territorio urbano. Derrotar al Estado Islámico significa echarlos casa por casa.

Muchas de esas unidades deben ejercer labores de inteligencia de forma independiente. Inspeccionan el terreno y transmiten la ubicación de determinados objetivos que deben ser destruidos por la aviación o misiles inteligentes.Pocas bajas, pero… ¿y después?

¿Cuántas bajas cabe esperar? Sin duda serán pocas, al menos en comparación con otros conflictos. Baste poner como ejemplo lainvasión norteamericana de Irak en 2003.

Entonces movilizaron a un ejército con menos efectivos que el iraquí, peroaltamente cualificado y tecnificado. La rapidez de sus movimientos, la inmediatez de sus comunicaciones y lo avanzado de su armamento les llevaron a una victoria relámpago. En poco más de un mes, habían cumplido sus objetivos militares.

(Te interesa leer:Era lógico lo que iba a pasar porque Francia se la estaba buscando)

Las bajas de la coalición fueron 172 frente a las 30.000 soldados muertos iraquíes que calculó el general Tommy Franks. A estas últimas bajas habría que añadirle alrededor de 5.000 civiles.

"Es problema no es ganar la guerra", explica el general de división en la reserva, Pedro Díaz, y experto analista del Grupo Atenea. "El problema esganar la postguerra".Una guerra de desgaste

"Hay que tener en cuenta que nos enfrentamos a un tipo decombatiente muy fanatizado, en el que la muerte es el final más probable, como ocurrió con losjaponeses en Iwo Jima", explica el general Díaz.

Eso significa que una vez conquistados todas las ciudades y aldeas controladas por Estado Islámico, se producirán continuos ataques de desgaste, muchos de ellos suicidas, con el consiguiente perjuicio tanto para los soldados como para la población, porque "no podemos olvidar que no son ejércitos convencionales: están camuflados entre los civiles".

EEUU lo sabe muy bien. La mayoría de sus muertos en Irakno fueron en combatedurante la invasión, sino los años siguientes durante la ocupación del territorio. "A los EEUU les costó dos años aprender a relacionarse con la población y las autoridades locales".Conciliar intereses

Pero los problemas comienzan incluso antes: ¿cómo organizar una coalición contra el Estado Islámico de países con intereses contrapuestos como EEUU, Rusia o Irán?

Además, está el problema de la frontera entre Irak y Siria. Para Estado Islámicoesa frontera no existe. Estamos hablando de una guerra de dos países, y sus propios aliados, contra un enemigo que se traslada de un lado a otro como si de su propio país se tratase.

No es igual actuar en territorio iraquí, donde la coalición actúa a petición del gobierno de allá, que hacerlo en Siria, en donde no hay una solicitud formal de ayuda sino unconsentimiento tácitodel gobierno de Al Assad para atacar al Estado Islámico.

Por otro lado, el gobierno sirio se enfrenta a más enemigos que el gobierno iraquí. Si este último lo hace exclusivamente contra el Estado Islámico, el segundo combate contra varios grupos rebeldes, algunos de ellosincluso enfrentados entre sí.Botas musulmanas

Conociendo todo lo anterior, se comprende mejor la posición de la administración norteamericana. "Es más efectivo para lograr una victoria efectiva que las botas que combatan en Irak y Siria sean musulmanas", afirma el general Díaz. La experiencia de la segunda guerra de Irak indica que la presencia masiva de tropas occidentalescausa resquemoresen el mundo musulmán. Por otra parte, el pueblo norteamericano estácansado de tantas campañasen el exterior.

Antes de expulsar a Estado Islámico, hay que procurar que el remedio no sea peor que la enfermedad. No se puede afirmar que Irak esté mejor ahora que en 2003. Más bien sucede lo contrario.

Y ahora, sobre el terreno, se cruzanintereses locales(como los de suníes y chiíes, que es uno de los orígenes del conficto), que involucran a distintos países (como Irán, Líbano, Jordania…)

También hayintereses regionalesopuestos: Turquía tiene unos, Irán tiene otros y Arabia Saudita tiene otros, y cada uno de ellos capitanea a sus aliados.

Y por último hay uninterés globalque enfrenta a EEUU y Rusia. EEUU, que en principio quería derribar el régimen Al Assad, ahora empieza a plantearse si puede mantener el sistema, pero sin el dictador. Rusia, por el contrario, no quiere hablar nada de eso.

"¿Por qué no echamos a esos bastardos?", preguntaba al presidente Obama un veterano corresponsal de la casa Blanca. Porque, a vista de todo lo anterior, esta es una guerra pequeña pero muy complicada de llevar a cabo. Y donde los riesgos de acometerla pueden ser peores que los males que se desean evitar.

Sigue @martinalgarra

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