Uribe es Milhouse, el amigo de Bart Simpson

(Bogotá, Colombia). La indignación es el motor que mueve el arte de Matador. "La política es un pantano de mierda", afirma mientras bebe una copa de Jack Daniels durante esta entrevista en Bogotá. "Cualquiera que participe, se ensucia".

Por eso, a Matador, el seudónimo de Julio César González, nunca le faltan temas. Este artista de 40 años elabora más de cien caricaturas al mes. Su abundante producción y un agudo sentido del mundo lo han convertido en el caricaturista político más popular de Colombia.

El año pasado resultó ser particularmente inspirador para Matador, cuyas viñetas aparecen en la página editorial de El Tiempo, el periódico más influyente del país.

Si bien Uribe sigue siendo inmensamente popular, el mandatario se ha visto envuelto en escándalos que van desde el espionaje de la policía secreta a sus adversarios y ayudas agrícolas millonarias para sus aliados, hasta negocios sobre tierras para favorecer a sus dos hijos.

Sin embargo, lo que realmente disgusta a Matador es la insistencia de Uribe en querer postularse para un nuevo mandato –su tercero- pese a que la constitución actual prohíbe más de dos períodos consecutivos. El congreso pro-Uribe recientemente aprobó una enmienda a la Carta Magna para permitir un tercer mandato, pero la medida tiene que ser aprobada ahora por el Tribunal Constitucional.

"Tenemos que afinar nuestra pluma para actuar como contrapeso" al poder del gobierno, explica Matador. Una de las viñetas más punzantes de Matador une la "adicción" de Uribe al poder con un proyecto de ley del presidente para prohibir la posesión de pequeñas cantidades de marihuana u otras drogas recreativas, una medida que se conoce como la ley "de consumo personal".

En una caricatura titulada "Su propia dosis personal", aparece Uribe, con gafas y con una sonrisa tontorrona, sosteniendo un enorme porro con la palabra "reelección". Este trabajo le valió a Matador el premio Simón Bolívar, el mayor reconocimiento para los periodistas en Colombia.

Otra viñeta, titulada "Violada y embarazada" vincula la campaña de Uribe para un tercer mandato con su apoyo a la prohibición del aborto incluso en casos de violación. En la imagen, una mujer triste y androjosa representa la Constitución colombiana. Ya tiene dos hijos que se parecen a Uribe y está embarazada de un tercero, que también se parece a Uribe.

Matador creció en un barrio difícil de Pereira, una ciudad cafetalera en el centro de Colombia. Su padre era zapatero. A los cinco años, empezó a dibujar caricaturas en los trozos de cueros sobrantes. Sus temas siempre estuvieron vinculados a las imágenes de poder: sus padres, el cura de la parroquia local y sus vecinos mafiosos.

Entre sus principales inspiraciones destacan Bill Watterson, el autor de "Calvin y Hobbes" y los trabajos de Roberto Fontanarrosa, un caricaturista argentino que a menudo se mofaba de las dictaduras militares del país en los años 70 y 80.

Matador siempre ha sido un ávido lector y cada mañana devora la prensa de Bogotá, Medellín y Calí. Duerme la siesta después de comer y dibuja por la tarde. Usa un rotulador y un papel blanco grueso y normalmente acaba las caricaturas cinco minutos antes de enviarlas por correo electrónico a El Tiempo. Nunca corrige sus errores como una manera de mantener esa aura de niño mientras trabaja. "Cuando dibujo, me siento como un niño", afirma Matador.

Debido a que aún vive en Pereira, Matador rara vez tiene la ocasión de codearse con los políticos de Bogotá, lo cual facilita su trabajo para criticarlos en sus dibujos. Si bien Uribe es su objetivo más frecuente, Matador también ataca a los políticos de izquierdas y a las guerrillas marxistas, que a menudo aparecen como una imagen de la Parca.

El presidente venezolano Hugo Chávez, que ha amenazado con hacer la guerra a Colombia, a veces aparece con un traje blindado hecho de tanques y misiles rusos. Matador también se burla de los políticos estadounidenses. Cuando se anunció el premio Nobel en octubre pasado, justo después que el gobierno de EEUU informara del envío de otros 30.000 efectivos a Afganistán, Matador dibujó a una profesora sometiendo a un alumno a un examen. "¿Quién escribió "Guerra y Paz"?", pregunta en alusión la novela de Tolstoi. El estudiante, perplejo, responde: "¿Obama?".