Mila Trenas
Ushuaia (Argentina), 13 oct.- Las obras de más de un centenar de artistas contemporáneos se han desplazado al Fin del Mundo para participar en la tercera bienal que se celebra en Ushuaia, sur de Argentina, en la que se plantea una reflexión sobre la influencia del comportamiento humano sobre la Tierra.
Bajo el lema de "El Antropoceno", elegido por la comisaria general de la bienal, la española Consuelo Ciscar, directora del IVAM, se proponen también cambios de consumo que originen conductas de cuidado con el medio ambiente, y se hace dentro del bello paisaje de montañas nevadas que rodean la ciudad de Ushuaia.
"Deseo que esta bienal sea una fiesta para los sentidos y que acapare los sentimientos. Para ello, la he concebido como cruce interdisciplinar y mestizaje cultural que se verá reflejado en las temáticas expositivas", comentó durante la presentación Ciscar.
La bienal la componen 121 obras realizadas por un centenar de artistas procedentes de los cinco continentes, entre ellos 23 argentinos; siete centroamericanos; diez norteamericanos; 33 sudamericanos; 41 europeos -de los que 33 son españoles-, seis asiáticos y uno africano.
La de Ushuai es la única bienal de arte contemporáneo que se celebra en Argentina, y el que se haga en la ciudad más austral del continente constituye "todo un desafío", según el presidente del certamen, Gustavo López, para quien esta cita "abre un gran abanico de posibilidades", como la creación de un museo de museos que sería la sede permanente de la bienal.
Durante octubre y noviembre se podrán contemplar en diferentes puntos de la ciudad las obras e intervenciones con las que los artistas tratan de contribuir a hacer una llamada de atención para salvar el planeta.
"El planteamiento va más allá de un puro aspecto económico. Con sus obras, los artistas plantean preguntas sobre ¿dónde va el planeta? Hay que encontrar respuestas lejos de los lugares donde se marcan las políticas culturales", afirmó en la presentación Rafael Sierra, comisario junto a Consuelo Ciscar de las intervenciones realizadas en el hangar del Comando del Área Naval Austral.
Este lugar es uno de los centrales de la bienal y en él se exploran los cuatro elementos fundamentales de la Naturaleza: Tierra, Agua, Viento y Fuego.
Los artistas presentes en el espacio Tierra mantienen un compromiso con la tierra y sus materiales. Son creadores que tratan de establecer un diálogo con la Naturaleza a fin de dotarla de personalidad y vida propia, según Rafa Sierra.
El elemento Tierra está representado por Alberto Corazón, Gabriel Díaz, Reinaldo Echemendia, Farco, Lucía Madriz o Miquel Navarro, entre otros.
Los obras englobadas en el espacio Viento sitúan al espectador en el arte de lo impalpable, provocando una nueva forma de mirar más íntima y cercana. Hay trabajos de Nèle Azevedo, Nanda Botella, Hugo Fortes, Antoni Miralda, José Antonio Orts o Mariana Tellería.
El Agua se convierte en un vehículo versátil en el trabajo del grupo de artistas que integran esta sección, que reflexionan sobre los estados del agua, sus propiedades o sus posibles dialécticas, ofreciendo una amplia representación artística de este bien de la Naturaleza.
El elemento Agua está con la obra de Mar Alcón, Fernando Cánovas, Iván Edeza, Fischli/Weiss, Óscar Leone, Natividad Navalón, Juan Navarro Baldeweg, Armando Queiroz, Yves Sadurni, José Sanleón o Li Tuan Yuan.
El Fuego, siempre misterioso y lleno de símbolos, se encuentra en las obras de Lian Bin Bin, Anthony Caro, Eduardo Chillida, Martín Chirino, Hang Feng, Julio González, Adolph Gottlieb, Marcelo Grosman, Judd, Chen Quiang, Robert Rauschenberg o Richard Serra.
El espacio dedicado al Hombre busca la integración de este con la Naturaleza y lo hace a través de las obras de Joan Cardells, José Guedes, Marcelo Grosman, Eduardo Kac, Marta Minujin, Bruce Nauman, Charlie Nijelshon, Rocío Villalonga o Daniel Ybarra.
Arte y Deporte pone de manifiesto los vínculos entre el deporte y el arte y lo hace con obras de Eugenio Ampudia, José Manuel Ballester, Juan E. Correa, Carlos Cuenllas, Avelino Salas o Francisco Solana.
En la Casa Beban se exhibe una escultura de Julio Quaresma y en la Estación del Tren del Fin del Mundo, dentro de las propuestas "Arte y Gastronomía", se puede contemplar la videoinstalación "Vía Láctea", del cineasta Bigas Luna.-
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