Vientres de alquiler en la India, pesadilla en Occidente

  • Muchos occidentales viajan a la India en busca de un vientre de alquiler barato, y lo suelen encontrar. Pero los problemas llegan después, cuando los nuevos padres tratan de cambiar la nacionalidad al bebé. Cada país tiene sus normas, y ahora es la India la que quiere legislar este negocio.
Cada país tiene sus normas, y ahora es la India la que quiere legislar este negocio.
Cada país tiene sus normas, y ahora es la India la que quiere legislar este negocio.
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Hanna Ingber WinMarch, Bombay (India) | GlobalPost

"Chai Baby","Baby Masala" o "Made in India". Estos son sólo algunos de los muchos blogs escritos por occidentales estériles que intentan formar una familia a través de los vientres de alquiler en la India. En su mayoría, cuentan historias sobre la frustración, el nerviosismo o la alegría.

La comercialización de vientres de alquiler se ha disparado en los últimos años como resultado del bajo coste de la mano de obra en la India, la falta de legislación y una atención médica relativamente barata pero de alta calidad.

Recurrir a un vientre de alquiler, que puede costar hasta 70.000 dólares en EEUU, se reduce a la cuarta parte en India. Las mujeres indias que entregan a sus bebés ganan entre 5.000 y 7.000 dólares, lo que equivale a 10 años de salario para los indios que viven en zonas rurales.

"La India está empezando a ser un centro para el alquiler de vientres", explica Amit Karkhanis, un abogado de Bombay cuya oficina (KayLegal) recibe una propuesta al día de alguien que quiere ir a la India para tener un bebé mediante vientre de alquiler. "Hace cinco años, ni siquiera lo hacíamos".

Pero no todas las historias de vientres de alquiler tienen un final feliz y dado que cada país tiene sus propias leyes en la materia, algunos occidentales que se han decidido hacer esto en la India, se encuentran con que están en un limbo legal. Como resultado, el gobierno indio podría legislar pronto la industria de los vientres de alquiler.

El caso de Kari Ann Volden, de Noruega, es uno de ellos. Volden visitó la clínica de infertilidad Rotunda en el barrio residencial de Bandra (Bombay), a principios de 2009. Allí tuvo un embrión –surgido de una donación de óvulos y de una donación de esperma- implantado en el útero de una madre india cuya tarea era que el embarazo llegara a término, según explica el director médico de la clínica y las informaciones de la prensa.

Nueve meses después de su viaje a Rotunda, el vientre de alquiler de Volden dio a luz a dos gemelos chicos. Volden regresó a Bombay para recoger a sus bebés y llevárselos a casa.

Noruega concede la ciudadanía a los bebés nacidos en el extranjero cuya madre o padre sean noruegos. Sin embargo, los vientres de alquiler son ilegales en Noruega, al igual que en otros muchos países europeos, y el gobierno noruego considera que las madres que dan a luz a un hijo, independientemente de quién sea el óvulo, son las madres, de acuerdo con la Dirección Noruega de Inmigración.

En este caso, ni el útero ni el óvulo pertenecen a Volden. Además, la ciudadana noruega utilizó esperma donado y por tanto no se puede establecer que el padre está nacionalizado o reside en Noruega. Para la ley noruega, la mujer india que se utilizó como madre de alquiler es la madre de los gemelos y por lo tantono se puede establecer que los gemelos reúnen los requisitos para tener la ciudadanía noruega.

La historia se vuelve más complicada.

La India reconoce como madre a Volden y por tanto los gemelos no tienen la nacionalidad india.

Noruega permite la adopción pero una combinación de leyes nacionales e internacionales hace que el proceso sea difícil e incierto.

Ahora los gemelos son ciudadanos apátridas. Volden, que no ha querido hacer comentarios, es la última de una cadena de occidentales con bebés recién nacidos en la India que se han visto atrapados en un limbo legal.

Para gestionar este tema y evitar futuras batallas legales, el ministro de salud de la India está tratando de aprobar una ley, llamada Reglamento sobre Tecnología de Reproducción Asistida Proyecto de Ley - 2010, que regule la industria de vientres de alquiler. El proyecto de ley está actualmente pendiente de la aprobación del ministerio.

Algunos, como la familia Karkhanis, han acusado a la clínica Rotunda de no haber asegurado que Noruega aceptaría a los bebés antes de empezar el procedimiento del vientre de alquiler.

Gautam Allahbadia, director médico de Rotunda, asegura que la clínica preguntó a los Volden, antes de empezar el proceso, si Noruega daría la ciudadanía a los bebés y que ella dijo que lo harían.

El resultado del caso Volden, junto con otros conflictos de ciudadanía, espera el proyecto de ley para regular los vientres de alquiler. Pero en él, hay una cláusula que prohíbe la adopción de embriones en los que no se utiliza ni el óvulo ni el espermatozoide de los que quieren ser padres, explica Allahbadia.

El reglamento también estipula que la clínica asegurará que el país de la futura madre permite los vientres de alquiler y que el bebé vaya a ser reconocido como hijo biológico en el país de destino.

"Vivimos y aprendimos", apunta Allahbadia, que ha participado en el comité que ha preparado el borrador del reglamento. Dice que una vez se apruebe el reglamento, "protegerá de cualquier litigio tanto a la madre de alquiler como a los que quieren ser padres".

El reglamento también afecta a los indios, que también han comenzado a elegir los vientres de alquiler como una manera de tener hijos. El Hospital Jaslok y Centro de Investigación de Bombay ha visto triplicado el número de casos de vientres de alquiler en los últimos cinco años y el 80 por ciento de los clientes son indios, de acuerdo con Firuza Parikh, director del departamento de genética y reproducción asistida del hospital.

Sin embargo, los activistas pro derechos de la mujer han criticado el reglamento al considerar que protege a la clínica y a los futuros padres pero desatiende los derechos de las madres de alquiler indias, que renuncian a sus derechos a cambio de llevar en su vientre al bebé.

La activista Chayanika Shah considera que el reglamento mete en el mismo saco a la mujer y a su útero, junto con el esperma y los óvulos y por lo tanto trata a las madres de alquiler como "dispositivos para engendrar niños",en vez de cómo seres humanos.

"Ella no es solamente un útero, es una persona que está proporcionando un trabajo a alguien", puntualiza Shah.

Shah considera que se debería hacer un reglamento independiente que contemple los derechos de una madre de alquiler y asegure que se le proporciona la información adecuada sobre los riesgos que conlleva.

Las madres de alquiler en India son generalmente mujeres de clase baja que ofrecen sus servicios porque necesitan dinero para ayudar a sus familias. Como estas mujeres a menudo sienten un estigma al elegir llevar al bebé de otra mujer, es poco probable que formen sindicatos o que recurran a un abogado para defender sus derechos, explica Shah.

La madre de alquiler, dice, "es obviamente la parte más débil cuando sus derechos deberían ser los más protegidos".

La ley también afronta la reticencia de algunos médicos que sienten que pierden su control del proceso. Nayana Patel, director médico de la Clínica Akanksha de Infertilidad, en Gujarat, dice que la introducción en el proyecto de ley de una agencia que actúa como mediador entre la madre de alquiler, los futuros padres y la clínica podría aumentar los gastos y aumentar las posibilidades de corrupción.

Una agencia podría ser necesaria en un entorno urbano, considera Patel, cuyo trabajo se presentó en el show de Oprah Winfrey. Sin embargo, en una ciudad pequeña como la suya, la clínica quiere estar involucrada en ayudar a elegir a la madre de alquiler, asegurando que recibe la atención adecuada, la alimentación y la compensación económica y después seguir con ella para ayudarle a gastar sus ganancias como lo había planeado.

"En nuestra pequeña ciudad siempre es mejor que tengamos un contacto directo", dice Patel.

Otro problema sobre el intento de regular la reproducción asistida es que es un campo que se está desarrollando rápidamente en India, según Parikh. Los problemas vienen cuando la ciencia y la sociedad se desarrollan más deprisa que la ley.

"Para cuando se haya aprobado el reglamento ya tendremos que hacer modificaciones".

Independientemente de que se apruebe o no el reglamento, Volden está de momento atrapada en India con los gemelos. Ha estado viviendo aquí el último año, intentando encontrar una solución legal a un complejo problema familiar.

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