La 'celda VIP ' de un narco brasileño: TV de plasma, biblioteca y tres habitaciones

  • El hallazgo de una bomba que iba ser usada para una fuga de película permitió de descubrir la celda-mansión del narco Chimenes Pavao, uno de los más peligrosos de Latinoamérica.

    El narco, muy querido por sus compañeros reclusos, compró a ministros y directores de la prisión y aportaba fondos para la capilla y el campo de fútbol y pagaba a los cocineros.

Condenado a una vida de lujo. Jarvis Chimenes Pavao, un peligroso narcotraficante brasileño, vivía desde 2009 en una celda VIP, en la que no faltaba una gran televisión de plasma, sala de conferencias, cocina y cuarto de baño, tres habitaciones y una biblioteca.

Chimenes Pavao fue encerrado en la cárcel de Tacumbú en Asunción, Paraguay, y condenado a ocho años de cárcel después de haber sido encontrado culpable de lavar dinero. Su vida de lujo contrastaba con la miseria y la situación inhumana a la que se enfrentan, por ejemplo, los presos filipinos que, sin condena firme, malviven en la cárcel de Quezon City, en Manila, donde están hacinados 3.600 reclusos en el espacio en el que deberían convivir solo 800. 

El narco, considerado como uno de los capos de la droga más peligrosos y más temidos de Latinoamérica y heredero del poderoso Fernandinho Beira Mar, también es considerado autor intelectual del crimen en junio de un conocido empresario, Jorge Rafaat, en la frontera con Brasil.

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Pero la vida cómoda de Pavao acabó con el hallazgo de una bomba de explosivos en los muros del penal, que además de revelar que el artefacto iba ser usado presuntamente para una fuga de película permitió descubrir la suntuosa vida de Chimenes Pavao, a la que contribuyeron los directores de la prisión.

El narco fue conducido otro penal, después de que se conociesen sus privilegios, un traslado que lamentaron sus compañeros.

'No sé qué va a ser de nosotros sin él', dijo uno de los prisioneros, que aseguró que Chimenes Pavao daba fondos para arreglar el campo de fútbol y la capilla de la cárcel e incluso pagaba por su seguridad en el penal, en el que hay 3.500 internos, el doble de su capacidad.

Antonio González, uno de los presos del pabellón de Pavao, admitió al diario argentino Clarín que el condenado era 'el hombre más querido del penal'.

La abogada del narcotraficante, Laura Acasuso, afirmó que varios ministros de Justicia y exdirectores de Tacumbú estaban al tanto de los privilegios de Chimenes Pavao y de otros presos.

'Seis o siete ministros de Justicia y seis o siete directores conocían sus donaciones y su situación', aseguró Acasuso.

La abogada también afirmó que su cliente pagaba el alojamiento para los directores de prisiones, baños para los guardias, la renovación de la biblioteca de la prisión y los sueldos de los cocineros.

A raíz del escándalo, la ministro de Justicia paraguaya Carla Bacigalupo fue destituida casi inmediatamente.

Desde el inicio de su gestión, Bacigalupo se vio envuelta en una serie de escándalos. Uno de los más sonados fue el viaje espiritual que realizó con dinero estatal. Otros puntos negativos en su gestión fueron el incendio en Tacumbú, la fuga de presos en Ciudad del Este y la bomba hallada en el penal mayor de Asunción.

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