¿Vive Arabia Saudí el germen de una revuelta?

  • Hasta ahora no ha habido manifestaciones como en otros países. Pero desde su regreso a Arabia Saudí la semana pasada después de recibir atención médica en el extranjero, el Rey Abdulá bin Abdul Aziz ha recibido varias peticiones de cambio. Los ciudadanos quieren que la monarquía absoluta se convierta en una constitucional y que exista una mayor transparencia en materia fiscal.
El rey de Arabia Saudí regresa a su país tras tres meses de ausencia
El rey de Arabia Saudí regresa a su país tras tres meses de ausencia
Caryle Murphy, Riad (Arabia Saudí) | GlobalPost

Tres peticiones por separado, cuyos firmantes incluyen a islamistas moderados y a los liberales más profanos, difieren en los detalles, pero la ofensiva general que subyace en ellos es la de una monarquía constitucional y lejos del control absoluto ejercido actualmente por el gobierno de la Casa Saudí sobre todos los aspectos de la vida en el reino.

Las peticiones proceden, como otras, de grupos desconocidos que han publicado distintos mensajes en Facebook por las protestas callejeras en Arabia Saudí en tres días diferentes para presionar y conseguir cambios similares a los enumerados en las peticiones.Sin embargo, parece que estas peticiones representan a un sector creciente de la sociedad saudí, políticamente inestable y todavía no organizada para la acción de masas.

Una de las peticiones decía: "No es un secreto que las revoluciones de Túnez y de Egipto han levantado tensiones y movimientos políticos en muchos países árabes vecinos, lo que requiere que nosotros revisemos nuestra situación y hagamos esfuerzos encaminados a hacer reformas antes de que los problemas suban de nivel y nos encontremos ante un desarrollo impredecible que no se pueda parar".

Las peticiones de reformas políticas también van seguidas de un enorme paquete de beneficios económicos estimado entre 30.000 y 36.000 millones de dólares, que se dio a conocer el 23 de febrero y que marca el regreso del rey tras su ausencia de tres meses por su necesidad de recibir tratamiento médico.

Este paquete incluye medidas como prestaciones para los desempleados por primera vez, incremento en las ayudas económicas para el bienestar de los hogares pobres y la liberación de miles de prisioneros que no pudieron pagar sus deudas.

Mientras los funcionarios del gobierno señalaron que se ha estado trabajando mucho tiempo en este paquete económico, algunos saudíes y otros observadores lo interpretan como un esfuerzo para calmar el descontento y anticiparse a protestas políticas masivas como las de otros países del mundo árabe.

Las peticiones no han recibido una respuesta oficial excepto de los censores del Gobierno, que han bloqueado algunas webs en las que la gente puede leer y firmar versiones online de los documentos con las solicitudes. Además, algunas (aunque no todas) páginas de Facebook también han sido bloqueadas.

Sin embargo, muchos saudíes están esperando una respuesta de algún tipo por parte del rey como el anuncio de una remodelación del gabinete que se lleva esperando desde hace tiempo.

Como mínimo, la gente espera un "anuncio real" que prometa "una reforma política con una agenda que especifique los tiempos [de acción]", señala Tawfiq Alsaif, un líder de la comunidad chíi e intelectual en Dammam.

Pero incluso eso parece poco probable por ahora. Aunque el rey Abdulá ha puesto en marcha cambios en los sistemas educativo y judicial del país, empujado por una mayor participación pública de las mujeres, y teniendo en cuenta que la prensa saudí tiene más libertad que antes, no se ha aventurado a entrar en el terreno sensible de la reforma política.

Las elecciones para los consejos municipales de hombres que se suponía iban a celebrarse el año pasado fueron canceladas."Aquí en Arabia Saudí lo que es importante es la corriente dominante… y no tienen una opinión positiva de los recientes eventos en Oriente Medio", asegura un joven profesor pro-reforma que firmó la tercera petición pero pide que no se cite su nombre en el artículo. Esto es porque, añade, no espera grandes reformas políticas.

La primera petición la firmaron cerca de 40 saudíes, la mayoría de jóvenes periodistas. De una manera significativa, pidieron un nuevo gabinete cuya media de edad estuviera en los 40, en vez de los 60 años de ahora. La segunda petición fue la más islamista-conservadora en el tono y no mencionó, como las otras, los derechos de las mujeres. Consiguió más de un millar de firmas, incluyendo la del clérigo popular independiente Salman Al Audaz.

La tercera petición, también firmada por cientos, era similar a la primera pero más específica. "Lo nuestro es una coalición del arco iris", explica Jaled Al Dakhil, un sociólogo de Riad que ayudó a que la oposición se organizara. "Son islamistas, chiíes, suníes, hombres y mujeres. Es más liberal".

Los tres hacen un llamamiento por la libertad de expresión, la creación de una sociedad civil y la acción contra la corrupción–una queja mayoritaria entre todos los sectores de la sociedad saudí. El tema se puso de relieve durante las inundaciones que afectaron en enero a Yeda, la segunda ciudad del reino, causando al menos 13 muertes y millones en daños a la propiedad.

Los saudíes estaban muy enfadados porque el gobierno no había dado los pasos necesarios para prevenir inundaciones, como habían prometido desde una inundación similar en noviembre de 2009. Muchos saudíes están convencidos de que los funcionarios y empresarios corruptos tienen la culpa de ese fracaso.

Esta no es la primera vez que un monarca saudí ha recibido una lluvia de demandas políticas. En los años 1990 y 2003 se realizaron una ola similar de peticiones con visiones opuestas de la reforma, cuando el rey se vio envuelto en una violenta campaña de atentados suicidas llevada a cabo por Al Qaeda.

Hoy, sin embargo, "las circunstancias son diferentes", opina Al Dakhil. "Quizás el momento es más oportuno. La gente parece más esperanzada. Sabemos que hay quienes están a favor de la reforma tanto en el Gobierno como en la familia real. Esto [las peticiones y protestas] les indica que no están solos, que tienen una base para llamar al cambio".

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