Opinión

El precio marginal de la electricidad y el desacople del gas: una solución 'verde'

Pedro Sánchez Teresa Ribera
El precio marginal de la electricidad y el desacople del gas: una solución 'verde'.
EFE

Todos los mercados son marginalistas, siempre y cuando la última unidad consumida sea satisfecha por la última unidad ofertada, más cara de producir que la anterior. Pero que el precio marginal sea la solución de equilibrio para cualquier mercado exige que no exista falta de competencia vía restricción de la oferta. En el mercado eléctrico hablaríamos de restricciones a la generación de electricidad. Pero para facilitar la comprensión, imaginemos una comparación con las ideas del economista David Ricardo sobre que las tierras cultivadas menos fértiles son las que fijan el precio del trigo (precio marginal).

Este ejemplo ricardiano supone que solo la calidad de la tierra varía y en la menos fértil es donde se fija el precio marginal. Perfecto, pero es que el precio marginal aumenta mucho si introducimos distorsiones: esas tierras marginales están al lado de un parque natural y las aves están protegidas y no puedes evitar que las aves se coman mucho grano, lo que hace que suba el precio marginal del trigo; debes cultivar tierras menos fértiles alejadas del parque, pero esto lleva a un precio mayor. (Similar a dejar de invertir en gas natural en el Mar del Norte o en Holanda y traerlo de cualquier parte del mundo).

También puedes prohibir el cultivo cerca del parque natural y tendrías que producir todavía más trigo en tierras todavía menos fértiles alejadas del parque. (Piensa en las prohibiciones de nucleares para generar electricidad).

Aumentemos las distorsiones: imaginemos ahora que un país firma un acuerdo de compra de trigo durante 30 años con un país tercero que no tiene política de parques o restricciones, y piensa que la fertilidad de esas tierras extranjeras es superior o, puesto en otras palabras, el precio del trigo en ese país aumenta por las razones que sea. Esto lleva a aumentos del precio del trigo en el primer país que se comprometió a comprarlo durante 30 años, porque lo tienes que pagar sí o sí, (caso similar a las importaciones alemanas de gas ruso, ahora más caras de lo previsto).

Entendamos pues que los precios marginales que observamos son más altos de lo que serían en un mercado sin distorsiones. Ahora, en los mercados eléctricos, el precio marginal lo fija el gas, pero hay muchas distorsiones que explican este precio, que ya era elevado antes de la invasión rusa. Las distorsiones tienen sus efectos muy claros: primero hemos desincentivado la producción de combustibles fósiles. Por ejemplo, en los últimos 20 años la producción de gas natural en Europa ha caído por falta de inversión en 120 BCM, tres veces el consumo anual de España, pero como no hemo dejado de consumir, hemos pasado a importar esas cantidades de, por ejemplo, Rusia. Así vía mayores importaciones y menor producción europea hemos presionado al alza los precios del gas.

También hemos presionado el precio marginal al alza porque hemos aumentado la demanda de gas al prohibir en algunos países la generación nuclear, -y en otros el carbón- y generamos electricidad con gas natural de importación.

Hay distorsiones en un país que afectan al alza el precio marginal de todos los países europeos. Este es el caso del precio del derecho de emisión de CO2, que se ha convertido en un impuesto a la generación marginal a un tipo impositivo de un nivel inimaginable hace solo dos años y cuya única función, a estos niveles de 80/90 euros la tonelada de CO2, es disuadir a los productores alemanes de que no generen más electricidad con carbón, ya que si el precio del CO2 fuese menor entraría a generarse más electricidad con carbón porque sería más barato y, como consecuencia, Alemania tendría que pagar el precio del gas de su contrato a largo plazo, aunque no lo consumiesen. Por lo tanto, el precio marginal de la electricidad con gas está mucho más alto de lo que estaría en condiciones de no restricción de oferta y se encarece por la necesidad de precios del CO2 altos en Alemania.

En resumen, lo más 'sano' para reducir el precio marginal del gas sería eliminar alguna de estas distorsiones, pero es muy difícil; se han introducido por motivos nobles y en el caso de las importaciones rusas de gas hasta el 2035 hay que pagar las cantidades de gas incluidas en contratos a largo plazo. No podemos rescindir contratos, no podemos bajar o suprimir transitoriamente los precios del CO2, entonces qué podemos hacer…. ¿desacoplarnos de precio del gas -precio marginal con distorsiones-, pero cómo?

Centrémonos en el caso del mercado español de la electricidad. Es necesario tener claro dos hechos o conceptos: primero, la generación con gas en 2021 solo fijó el precio marginal el 10% de las horas, la hidráulica lo fijó el 63%, especialmente en horas 'caras'. Segundo, el precio marginal del gas es necesario porque para equilibrar oferta y demanda -sin ello tendríamos cortes de suministro- necesitamos ese gas, porque es gestionable y podemos generar más o menos a voluntad, según sea necesario. Básicamente, casi todos los generadores compran gas a precio de mercado, que es caro porque se les quita gas a países menos ricos que utilizarán carbón para generar, como es el caso chino.

En otras palabras, la generación con gas es la menos rentable porque su rentabilidad – salvo que tengas gas barato- es un margen por transformar el gas en electricidad. Sin embargo, el resto de las tecnologías de generación obtiene un beneficio más alto porque venden su producción – si están en el mercado- al precio marginal teórico del gas, aunque sus costes sean muy bajos. Además, el 72% de la generación renovable tiene rendimientos asegurados, recibe primas, de forma que se asegura beneficios cuando los precios son bajos y obtiene rendimientos elevados con precios altos.

Pues desacoplémonos del gas: ¿cuál debería ser la retribución máxima o marginal de estos sectores? En mi opinión debería ser el coste de oportunidad de la tecnología que ha desaparecido para darles paso, es decir el marginal teórico de generar con carbón. El sentido es claro, las renovables no deberían tener una remuneración menor que el carbón que desplazan con el precio del CO2 incluido.

De hecho, en muchos países las renovables no pueden ir al precio marginal, porque los costes de los servicios eléctricos que proporcionan -la generación renovable no es gestionable- están claramente muy por debajo del precio marginal del gas.

Mi sugerencia es que esto se haga en España de la siguiente forma: se deja funcionar el mercado marginalista, porque si no, el 7% de nuestra electricidad se la llevaría Francia vía importaciones más barata que generándola ella. Pero para los consumidores españoles el precio a pagar sería mucho más bajo pues sería el resultante del precio marginal, menos las devoluciones de todas las tecnologías intramarginales y descarbonizadas, que solo podrían obtener un precio máximo ligado al precio de generar con carbón, al que han sustituido y que es inferior al precio marginal del gas. Sería un 'superávit de tarifa' en el sistema eléctrico que supondría un descuento para todos los consumidores que tendrían en su factura un precio mucho menor en el “termino energía”. Son estas tecnologías descarbonizadas las que tienen más excedente del productor, que dirían los manuales de microeconomía, y las que se tienen que desacoplar del gas, en este entorno de distorsiones y restricciones de oferta.

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