OPINION

Como dice Telecinco en sus cortinillas, lo mejor ¿está por llegar?

Javier Sardá volvió ayer a un plató en directo, y pasó nervios. Así se lo dijo a Risto, su primer invitado después de 1.356 días fuera de los focos y sin petaca de sonido. Quizá por eso se le cayó en dos ocasiones. ¿Falta de práctica? Pues va a ser que no. ¿Los nervios del primer día? En este caso lo que sucedió fue que se levantó para tocar el saxo, pero a la pregunta responderé que Sardá reconoció que sí, que estaba un poquito nervioso. Una respuesta así  ¿venía en el guión, estaba preparada? ¿y la idea de romper un mural del decorado? Lo hicieron a los cinco minutos de empezar y fue un acierto, pero ¿era necesario?

Sardá dejó el plató de Crónicas Marcianas tirando besos, y así entro en el de La Tribu. Lo hizo con una planta del dinero en la mano y dejándola en el suelo insinuó que si alguien quería… A continuación presentó a los que en esta ocasión le acompañarán en su nueva aventura. La mismísima Mercedes Milá, el único Boris Izaguirre y el incombustible Carlos Latre. Desde ese momento todo sucedió a un ritmo frenético. Mientras Sardá entrevistaba a Risto o Magdalena Álvarez, la maestra de ceremonias Milá entraba y salía a su antojo soltando preguntas o diciendo lo que comentaban los espectadores en internet. En las preguntas Sardá insistía en acercar las sillas de ruedas de los invitados hacia él, pero estos huían. Menos Risto, que debe tener aún hoy dolor de mandíbula de lo que intentó mantener el rostro serio. Por no hablar de Amaia Salamanca, que se fue de rositas sin responder a ninguna pregunta, entre ellas, ¿Sergio Ramos es tu novio? o ¿cómo besa El Duque?

Aún así el viernes volveré a verlo. Creo que, como dice Telecinco en sus cortinillas, lo mejor está por llegar. Al ver la audiencia compruebo que al final lo más visto fue DEC. Por el espacio presentado por Jaime Cantizano desfilaron, entre otros, la nueva novia de Roberto Carlos. ¿Eso no era Crónicas Marcianas? Veremos que pasa el próximo viernes.

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