OPINION

El desmayo de la reina de las mañanas de Estados Unidos

Wendy Williams.
Wendy Williams.
Wendy Williams.
Wendy Williams optado por el Oscar.

Wendy Williams es la reina frívola de las mañanas de la televisión norteamericana. Desde 2008, presenta un programa matinal que no parece matinal. Y es que su magacín es un desfile de ritmo, pompa, gritos de un público eufórico y locuras de la propia presentadora, que aparece en escena como si fuera una folclórica en horario de máxima audiencia. Pero no, su programa no es de horario de máxima audiencia.

En Estados Unidos tienen más que claro que la programación mañanera no está nada reñida con el espectáculo efusivo, el jolgorio, la música y el ruidoso público en plató. Saben que la parrilla de las primeras horas del día debe despertar y activar al espectador. Y Wendy Williams se aplica esta teoría hasta la últimas consecuencias.

The Wendy Williams Show llegó por casualidad a la televisión estadounidense, en forma de una tanda de varios especiales. El éxito creciente de esta serie de programas puntuales hizo que Wendy se quedara y fuera blindada para la televisión matinal. La presentadora engancha con unos ‘editoriales’ sin demasiados filtros en los que opina de todo y enfada a más de uno. Es la reina del chismorreo e incluso se atreve a dar consejos vitales a las celebrities, famosos que también pisan su plató cuando van de promoción. Sus temperamentales comentarios, no dejan indiferente a (casi) nadie. Es más, no se sabe muy bien si está dispuesta a cualquier salida de tono por la audiencia.

Así sucedió hace unos días, por Halloween, cuando Wendy Williams se desmayaba en su plató. Rápidamente, el programa cortó para publicidad y, después, el show continuó como si nada.

Como buena diva, la presentadora se desmayó con un arte de folclórica que para muchos sólo fue una sobreactuada interpretación para llamar la atención en una jornada de dura competencia. Si así fue, lo consiguió. No obstante, los fieles seguidores de The Wendy Williams Shows se creyeron el incidente. Y parece que sea verdad o mentira el susto ya es lo de menos, pues es la era de la postverdad y lo importante para Wendy Williams debe de ser que la realidad no te impida un buen show de matiné.

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