OPINION

La mala leche de Risto Mejide en 'Got Talent'

Risto Mejide, en Got Talent
Risto Mejide, en Got Talent

"No he sentido nada", suelta gélido Risto Mejide a una emocionada pareja de bailarines en 'Got Talent`. Lo dice directo, sin miramientos, y se queda tan tranquilo. No es nada nuevo, así le conocimos en 'Operación Triunfo'.

Mejide no entiende de excesivas ambigüedades. Aunque ataque a la esencia del propio programa si es necesario. Incluso diciendo que lo deja. Y esa característica convierte los talents shows que toca en más adictivos. Porque la televisión actual está tan llena de eufemismos y la audiencia agradece cuando se transmite verdad. 

De hecho, Risto Mejide no siempre contagia verdad. Pero en 'Got Talent', sí. Es más, todo el jurado transmite esa verdad: Edurne, Dani Martínez y, por supuesto, Paz Padilla,  maestra de la espontaneidad cuando está al libre albedrío en formatos de entretenimiento de prime time.

Y ahí está el truco. Es el cuarteto lo que funciona, juntos representan la esencia para que 'Got Talent' mantenga su gran éxito tantas temporadas después. Porque están vivos y se quedan atónitos durante las actuaciones. En estas lides, ayuda que son profesionales del show televisivo y no artistas más centrados en otros ámbitos con cierto temor a enfadar a posibles compradores de sus discos por lo que, como causa-efecto, pueden caer todo el rato en frases hechas y en repetitivos lugares comunes. Estos, en cambio, no se juegan nada, sólo han aprendido los engranajes del espectáculo. 

Así acuden al teatro de 'Got Talent' dispuestos a jugar con buen rollo, pero sin pensar en posibles ofensas del respetable. Y el programa edita con ingenio sus reacciones para inyectar a cada número esa dosis de asombro que es clave en la televisión. De esta forma, todas las actuaciones parecen especiales. Hasta las que no lo son. Pero lo terminan siendo porque, entonces, Risto Mejide saca a relucir su cara de mala leche y sus compañeros le trolean y relativizan el percal con humor. Lo que demuestra que ser duro no vale de nada en televisión sin un buen equilibrio de empatías.

Y la química entre los miembros del jurado de 'Got Talent' es pura empatía. Así el programa va definiendo tramas entre ellos hasta impregnar el show de una honestidad, en donde hasta las pataletas dan la sensación de que son de una familia a la que quieres con sus defectos y afectos. Así 'Got Talent' proyecta con habilidad que los jueces sienten y padecen. Lo que allana el terreno al asombro que deben propiciar los participantes. Los jueces con su nervio y salidas de tono empujan a que el show sea lo nunca visto aunque todo lo hayamos visto ya muchas veces. Este es el arte de la ingeniosa tele.

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