OPINION

Mimi: así se rompe el estigma de ser la primera expulsada de 'OT 2017'

Mimi
Mimi

Es la primera expulsada de Operación Triunfo 2017. Y, sin embargo, es una de las concursantes que mejor está sabiendo definir el comienzo de una trayectoria de largo recorrido en el mundo de la música. Porque Mimi no se ha conformado con sacar un tema pegadizo para aprovechar el tirón fácil de OT. Ella, que a priori lo tenía más difícil que sus compañeros, ha sabido abrirse a un producto diseñado para sobrevivir más allá de la efímera intensidad televisiva.

Mimi ha dejado de ser Mimi para convertirse en Lola Indigo. Nueva marca para atrapar a nuevos públicos. Marca diseñada para fidelizar más asiduos a los festivales de música que a fans de los talents shows. Es decir, un público que a la larga será más fiel al artista. Comprará sus canciones, acudirá a sus espectáculos. 

Pero a la hora de crear una marca, no sólo basta con rediseñar un nombre o crear una banda. Mimi x Lola Indigo plasma un concepto contundente y coherente en conjunto. Todo es congruente: el tema es fiel a los principios originales de Mimi. No hay un Frankenstein de ideas para arrasar en ventas, hay una idea bien definida para atraer. En la canción, pero también en el resultado final de otros elementos que no son accesorios y que van del cartel con el que se vende el trabajo, con un diseño muy estudiado -en color, en fotografía y en tipografía- a la propuesta narrativa del videoclip de Ya no quiero na. Y todo envuelto por una anaranjada y luminosa actitud, en realización visual y en interpretación, que conecta con ese target comercial de devotos consumidores y comentadores de música. Lo que impulsa el comentario (el tradicional boca-oreja) en redes sociales sobre el nuevo producto.

Con esta carta de presentación, Mimi -que también será concursante de Tu cara me suena la próxima temporada- se ha diferenciado del resto de los compañeros. Su propuesta no es un single más previsible, su propuesta es un grupo, una banda, con un sello en el que se potencian visiblemente sus cualidades. Lola Indigo fusiona su vertiente de cantante con su experiencia de bailarina. A su lado, dan más empaque a su marca, cuatro compañeras bailarinas. Juntas, hacen una nueva y distintiva proposición que no es nada evidente. Al contrario, derrocha una personalidad propia aplastante.

Una personalidad propia que, además, sabe muy bien por dónde van las tendencias actuales. Los artistas también deben entrar por los ojos. No vale un videoclip rodado en una mañana con planos inconexos o una foto del cantante tomada en un estudio y retocada con photoshop. Para sobrevivir a la saturante multioferta de contenidos, hay que trasmitir una autenticidad extra y coherente en cada una de las ventanas de difusión.

Buen lanzamiento para la 'sociedad del next'

A la vista está, con casi millón de reproducciones de su videoclip en sólo un día, que Mimi ha sentado unas interesantes bases para su porvenir con este proyecto que surge de una alianza con Must Producciones (que han creado las carreras de Auryn o Sweet California). 

Mimi ya no es solo Mimi. Es mucho más que eso. Su carisma se ha aliado a un desarrollo de producto, construido a partir de unos cimientos de identidad de marca reconocible, que se están posicionando estos días en las redes sociales para, de esta forma, poder crecer con una especial energía que no otorga la frenética televisión que vivimos (y a veces sufrimos) en esta sociedad del 'next'

La sociedad de 'lo siguiente', un tiempo de ver, masticar y tirar, en el que todo el entretenimiento se consume tan rápido que también todo es más fácil olvidar. Sobre todo si no se define un carácter coherente en cada una de las ventanas en las que se comunica el proyecto. Ya no es tiempo del Caribe Mix, los consumidores de música agradecen cuando se entrega al usuario una experiencia definida, donde mola guardar la foto del lanzamiento porque no transmite la percepción de ser una foto del montón: parece un hito histórico. Aunque, en realidad, no lo sea. 

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