OPINION

Lo que un alpinista te puede enseñar

Hace muchos años propuse entrevistar para la sección de economía de El Mundo a un personaje singular: Reinhold Messner. No es empresario pero emprende grandes proyectos. No es ejecutivo, pero sabe gestionar grupos de personas. No tiene un master del IESE pero sabe enfrentarse a situaciones de crisis.

Reinhold Messner fue la primera persona del mundo en subir 14 montañas de más de ocho mil metros de altura. La primera persona en subir al Everest sin botella de oxígeno. La primera en cruzar en polo norte a pie, de cabo a rabo.

De origen italo-austriaco, este hombre es uno de los alpinistas más conocidos del mundo. Quizá el más conocido. A finales de los noventa, la firma McKinsey le propuso dar charlas a sus ejecutivos. Messner no hablaba de team building sino de cómo se enfrentaba él y su equipo a situaciones difíciles, cómo se tomaban decisiones y cómo se resolvían problemas. Por cierto, recuerdo que decía algo así como: "Allí en la montaña, no existe la democracia: las decisiones las tomo yo".

La editorial Desnivel sacó un libro en 1995 con las experiencias de estas escaladas, quiero decir, las experiencias para ejecutivos o para cualquier persona que quisiera aplicar las enseñanzas de Messner. Se llamaba "Mover Montañas".

Ahora, han hecho una película basada en sus experiencia que no me voy a perder por nada del mundo. Se titula "Nanga Parbat", y está dirigida por Josep Vilsmaier, el mismo de "Stalingrado". Estoy seguro que será como asistir a una clase magistral en una escuela de negocios.

Cuando entrevisté a Messner hace trece años, decía que le encantaba hablar para ejecutivos porque él se limitaba a contar batallitas y los ejecutivos le aplaudían. Este es el comienzo de aquella entrevista que data del 28 de diciembre de 1997.

"Hace unos cuantos meses, un grupo de ejecutivas alemanas organizó un suculento seminario con ponentes de postín. Asistieron prestigiosos consultores, grandes oradores, estrategas de empresas y un austriaco que, la verdad, no venía vestido para el caso. Usaba una camisa de felpa, llevaba un collar de cuentas y, lo peor de todo, no tenía ni idea de gestión de empresas, dirección estratégica, tesorería, ni nada de nada.

"Un año después, una empresa sondeó a las ejecutivas para saber qué enseñanzas de aquellos ponentes habían aplicado con más éxito. Todas coincidieron: quien les había enseñado más, era el que menos sabía.

"Ese señor se llama Reinhold Messner y hoy día reconoce que lo suyo no es el management. Lo suyo es la montaña."

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