La llegada de una asamblea más libre y responsable, supondrá que el gobierno chavista, los políticos del régimen y cualquier persona que haya ejercido un cargo relevante, tendrá que rendir cuentas. Algo que nunca han hecho en estos años, debido a que el PSUV convirtió a Venezuela en su coto de corrupción.
¿Quiénes deberían echarse a temblar?
En realidad todos. Pero especialmente estos:
Rafael Ramírez. Ahora es embajador de Venezuela en la ONU. Fue ministro de Energía y presidente de la poderosa empresa estatal de petróleos, PDVSA, cuyas cuentas son más opacas que las de la mafia. Ramírez ha financiado actividades paraestatales o del partido a través de PDVSA. Es decir, ha empleado los recursos de una empresa del pueblo, para pagar gastos de un partido. Según el periodista de Abc Emili Blasco, Ramírez obedeció fielmente a Chávez cuando éste le ordenó que pagara 500 millones de dólares a las FARC colombianas para fastidiar a Alvaro Uribe, presidente del país vecino. Es decir, PDVSA con Ramírez financió a la narcoguerrilla.
Diosdado Cabello. Es aún el presidente de la asamblea (en la foto). Desde su puesto a impedido dar voz a los opositores, ha impedido el acceso de la prensa libre a las sesiones, y ha permitido la agresión a diputados de la oposición. Es el actual número 2 del régimen y para algunos la verdadera mente negra del partido. Participó con Chávez en el intento de golpe de Estado de 1992. Fue encarcelado y se benefició del sobreseimiento. La Fiscalía de EEUU le sigue los pasos porque sospecha que es el organizador de la nueva red de narcotráfico colombiano (las FARC), que desde Colombia pasa por Venezuela destino a EEUU.
Tibisay Lucena. Presidenta del Consejo Nacional Electoral, ha permitido que Maduro y miembros del PSUV abusen continuamente de su poder, saltándose todas las normas electorales. Alargó los resultados de las elecciones presidenciales en 2013, horas que los chavistas junto con los asesores cubanos, aprovecharon para manipular las votaciones. En las últimas elecciones aprobó una papeleta que era engañosa, no prohibió que Maduro siguiera usando trucos para hacer campaña, y ha boicoteado y se ha burlado de la oposición.
Jorge Giordani. Fue ministro de Planificación durante los gobiernos de Chávez y el responsable de nacionalizaciones y del deterioro económico. Las colas en los supermercados ya empezaron en 2007, cuando Giordani era ministro. Anuló al sector privado, diabolizó a los empresarios, puso cadenas a la economía y desató la devaluación del bolívar. Luego se peleó con Maduro y hasta la criticó. Pero eso no le exime de culpa de delito contra el país.
Gladys Gutiérrez. Ex embajadora y cónsul de Venezuela en España, la señora Gutiérrez es presidenta del Tribunal Supremo. Fue miembro del Movimiento Quinta República, ahora integrado en el Partido Socialista Unido de Venezuela. Como magistrada ha permitido el abuso del poder judicial por parte del gobierno chavista. Nunca ha sido neutral y la prueba de ello es que ha desamparado a Leopoldo López, preso político y líder de la oposición, a pesar de que se demostró que el proceso judicial estaba envenenado. Un fiscal huyó a EEUU y denunció las presiones del gobierno chavista al poder judicial para condenar a López. Permitió que el gobierno haya obligado a prejubilarse a 13 magistrados del Supremo para nombrar a toda prisa a miembros afines al chavismo antes de perder la mayoría en la asamblea.
Con la mayoría en el congreso, ahora la oposición puede destituir a muchos cargos y abrir procesos judiciales. Muchos chavistas deberían empezar a temblar por corruptos.
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