Con @barbijaputa o con @barbijaputo: la crítica es libertad

    • El último artículo en el que criticaba ciertos estereotipos sobre la violencia de género ha generado debate en twitter.
    • La famosa tuitera @barbijaputa ha lanzado sus críticas y tras ella han llegado las de sus numerosos seguidores.
La famosa tuitera @barbijaputa criticó el último artículo de Juan Bosco Martín Algarra
La famosa tuitera @barbijaputa criticó el último artículo de Juan Bosco Martín Algarra

He tenido que apagar el móvil porque las menciones en twitter no paraban de sonar esta tarde. Venían a cuento de mi último artículo, en el que criticaba ciertas opiniones, a mi modo de ver bienintencionadas, sobre las causas de la violencia de género.

(Te interesa leer: El grave daño que causan algunas bienintencionadas a las mujeres maltratadas)

Cuando he podido asomarme a la jaula del pájaro azul, he visto las críticas y menciones de la famosa tuitera @barbijaputa, un perfil anónimo, supuestamente de mujer (eso dice ella aquí, cosa que yo creo) y gran defensora de los derechos de las féminas.Acabo de leer un artículo de Juan Bosco Martín en @la_informacion que casi palmo. pic.twitter.com/KHEDerdVFv— Barbijaputa (@Barbijaputa) noviembre 20, 2015

Sus detractores, que también los tiene, le reprochan algunas actitudes y comentarios que consideran propios de un feminismo extremo, rayano en la androfobia.@iescolar@Barbijaputa O quizás es la crítica pública por sus burradas publicadas. O que se dé tribuna y altavoz a necios desinformados.— Ricardo Galli (@gallir) noviembre 15, 2015

Comprendo que algunas así lo parecen. Pero entiendo que los perfiles anónimos de twitter contienen una cuota de postureo que no podemos obviar, por lo que tampoco me lo tomaría muy en serio.

Debo confesar que no he leído nada de esta autora, salvo un artículo que me pareció muy bueno, por el fondo y la forma. Sobre todo, teniendo en cuenta el perfil de las personas a las que iba dirigido. Se titula "Por qué no voy al 7N" y me parece un texto magistral. Incisivo. Crítico. Original. Recomiendo leerlo, aunque sea tarde.

No puedo juzgar más opiniones suyas porque, como digo, no las conozco muy bien, salvo por las protestas, casi siempre sesgadas, que vuelan en la red a propósito de sus ácidos comentarios.

El citado perfil @barbijaputa se ha escandalizado por mi último artículo y me ha presentado a su numerosa audiencia, casi 200.000 seguidores en twitter, a la que ya he saludado con la cortesía y el respeto que se merecen.Perdón, no sabía que tenía tuiter el caballero. Es @martinalgarra. Chicas, aquí Martín. Martín, aquí las chicas.— Barbijaputa (@Barbijaputa) noviembre 20, 2015

Lamento que algunos de ellos no me haya dispensado el mismo trato, pero eso tampoco me quita el sueño.@Barbijaputa Encantado :-)— Bosco Martín Algarra (@martinalgarra) noviembre 20, 2015

Llevo algunos años en internet y sé lo que hay detrás de estas amables presentaciones. Podía haberlo hecho de otro modo menos sutil, pero más real: "¡Atacad, morded, desgrarrad!".Escribiendo en libertad

Llevo 20 años escribiendo y publicando lo que me ha parecido oportuno. Lo he hecho en España durante 15 años y en El Salvador, un país algo más complejo para emitir determinadas opiniones, durante otros cinco. Mientras me lo permitan, lo seguiré haciendo. Y cuando no me lo permitan, lucharé para recuperar mi libertad.

Las personas más influyentes en las redes sociales, y sin duda los casi 200.000 seguidores de @barbijaputa demuestra que ella lo es, no deberían usar su enorme capacidad de difusión como ariete de las opiniones que emitimos los perfiles más modestos, como el de este servidor. Por ahora cuento sólo con 2500 seguidores (pero son los mejores, claro) :-)

Cuando asistimos a un goteo constante de muertes de mujeres, la crítica pública resulta esencial. ¿En qué estamos fallando? En algo debemos estar fallando, ¿no? ¿Cómo podemos mejorar? ¿Cómo evitar más muertes?

Me siento identificado con algo que explica la misma @barbijaputa en su perfil titulado "Quién no soy" de su página personal. Dice cosas muy sensatas, entre ellas la siguiente: "Diré más o menos tonterías, acertaré algunas veces, me equivocaré otras. Pero sobre todo, intento aprender y agudizar el pensamiento crítico, cosa que Tuiter favorece".

Sería conveniente que estimulara a sus seguidores a hacer lo mismo, a defender la libertad de expresión, no a lanzarlos como un ejército implacable contra opiniones disonantes. Eso sólo lo hacen los intolerantes. Y no puedo concebir que lo sea una columnista destacada de un medio de acreditado progresismo como eldiario.es.

Una cosa más: mi nombre es Juan Bosco Martín Algarra, Bosco para los amigos, lectores y tuiteros.Mi twitter es igual que mis dos apellidos: @martinalgarra(un honor porque me recuerda a mis dos estupendos padres).

Mi foto aparece en internet. Cuando opino, no me escondo tras un perfil cachondo. Es lo que hacen los hombres y las mujeres que pretenden ser dueños de sus palabras. Aunque luego se puedan equivocar.

Y seguiré opinando lo que me dé la gana. Con barbijaputa o barbijaputo. Porque respeto los derechos de las mujeres al menos tanto como tú. Aunque no lo haga como tú.

Sigue @martinalgarra

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